Irlanda cierra la puerta del gobierno al Sinn Féin y mantiene el 'statu quo'
Micheál Martin, líder del partido de centroderecha Fianna Fáil, máximo favorito para ocupar el cargo de jefe de gobierno
LondresLos irlandeses han apostado por seguir manteniendo elstatu quo en las elecciones celebradas el pasado viernes. Tras un recuento interminable que se ha alargado todo el fin de semana y que, de hecho, todavía no ha terminado –a media tarde del lunes quedan cuatro escaños por asignar–, se puede afirmar que las urnas han otorgado la confianza mayoritaria en el Fianna Fáil (FF), el partido de centroderecha que lidera el hasta ahora ministro de Exteriores, Micheál Martin, y que en la primera parte de la legislatura había sido el primer ministro (taoiseach, nombre oficial en gaélico). Pero el escenario resultante, como ya ocurrió en los comicios de 2020, ha sido de mucha fragmentación en un clima de relativa baja participación, que no ha llegado por tres décimas al 60%.
Tanta es la atomización de la Dáil (nombre oficial gaélico del Parlamento de Dublín) que el FF deberá pactar, necesariamente, con el Fine Gael (FG), del hasta ahora primer ministro, el derrotado Simon Harris, más la muleta de algunos independientes o bien de uno de los siete partidos restantes, minoritarios: lo más probable es que entren en el gobierno o bien los socialdemócratas o los laboristas.
Se repite, pues, el modelo surgido de las elecciones del 2020, si bien entonces el tercer partido en discordia fueron los Verdes. Pero el decepcionante resultado de éstos, que sólo han obtenido un escaño, obliga a Fine Gael y Fianna Fáil a mirar hacia otro lado. La mayoría absoluta se sitúa en 88 diputados y, juntos, el FF y el FG no llegarán. Los analistas sitúan a los 95 escaños como el número imprescindible para sostener un gobierno estable.
Una vez más, los republicanos del Sinn Féin (SF), que lidera Mary Lou McDonald, han sido incapaces de romper un techo de cristal que les ha dejado en segunda posición, con el mismo número de diputados que el FF (36 ). Pero ya antes de la jornada electoral las dos formaciones conservadoras, con cada vez menos diferencias programáticas, descartaron abrir la puerta del gobierno a los herederos políticos del IRA.
El 18 de diciembre se constituirá oficialmente el Parlamento, pero es básicamente un acto ceremonial. Las conversaciones y la investidura del nuevo taoiseach no tendrá lugar hasta entrado el mes de enero. Dependiendo de los resultados definitivos, la fórmula de repartir en dos períodos el cargo, para Fine Gael y Fianna Fáil, se volverá a repetir. Pero, por el momento, no parece lo más probable.