Estados Unidos quiere aplicar a Julian Assange la ley de espionaje de 1917
Problemas de salud vuelven a impedir al fundador de WikiLeaks asistir al segundo día de la vista sobre su extradición
LondresPor segundo día consecutivo, Julian Assange no está presente en la vista que puede suponer el último cartucho para evitar la extradición a Estados Unidos. Una vez más, motivos de salud se lo impiden, según ha revelado WikiLeaks en su cuenta de la red social X. Y también por segundo día consecutivo, se han registrado numerosas dificultades técnicas para que los periodistas que pretendemos seguir el juicio podamos sentir qué se llama en el interior de la sala, donde el número de reporteros presentes in situ ha sido muy restringido, más si se compara con la atención global del caso. Los problemas de sonido son tan evidentes que la sesión se interrumpió durante unos minutos.
Pese a la lluvia que cae desde primera hora de la mañana en Londres, como ya ocurrió este martes, defensores y simpatizantes del australiano se han reunido frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gal para mostrar su solidaridad con el fundador de Wikileaks, que lleva 12 años perseguido por haber revelado documentación clasificada que mostraba los crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
En este segundo día del procedimiento, el turno corresponde a la representación de Estados Unidos: el abogado James Lewis ha instado a los dos jueces a "no permitir" una nueva apelación completa de toda la causa de extradición. Lewis ha descrito que la cantidad de material clasificado que obtuvo Assange carece de "precedentes" y ha argumentado también que Assange "amenazó intereses estratégicos y de seguridad nacional de Estados Unidos y puso en grave riesgo la seguridad de las personas". Y recordó que un dictamen anterior decidió que Assange no era procesado por motivos políticos, sino "porque se supone que cometió delitos penales graves". La "decisión es inapelable y no hay error que demuestre que el juez de distrito se ha equivocado", ha dicho.
El abogado hacía referencia a la sentencia de enero del 2021, cuando un tribunal de la corte de Westminster sentenció en este sentido, pero, al mismo tiempo, vetó la extradición a Estados Unidos por el riesgo de suicidio de Assange. Posteriormente, tanto el Tribunal Superior como el Supremo revocaron el veredicto original para dar luz verde a la deportación del revelador de secretos a Estados Unidos.
La acusación ha incidido en la exposición inicial de que los hechos cometidos por Assange no tienen tampoco "precedentes", en tanto que "publicó de forma indiscriminada y consciente los nombres de individuos que actuaron como fuentes de información en EEUU ". Otra de las defensoras de los intereses de Estados Unidos, Clair Dobbin, ha dicho que "son estos hechos básicos los que distinguen la posición de Assange del The New York Times y otros medios de comunicación". Y es que las revelaciones de Wikileaks se hicieron públicas en colaboración con algunos de los principales diarios del mundo. Ayer, la defensa de Assange insistía en que nunca ningún periodista ha sido juzgado en Estados Unidos para difundir información clasificada, obtenida por una fuente gubernamental o de otra índole.” Es esto lo que constituye la base objetiva de su procesamiento. Son estos hechos los que le distinguen, no sus opiniones políticas", remachó Dobbin.
En el corazón de la argumentación de Estados Unidos está la ley de espionaje de 1917, aprobada como respuesta a las amenazas derivadas de la Primera Guerra Mundial: Durante prácticamente cien años no ha sido modificada.El núcleo de esta ley son disposiciones que califican de delito proporcionar información relacionada con la defensa nacional a cualquier persona no autorizada para tenerla o recibirla. 'ha utilizado normalmente para procesar a los funcionarios del gobierno que proporcionan información clasificada a gobiernos extranjeros. Pero, más recientemente, se ha utilizado para procesar a personas para filtrar información clasificada a los medios.
El activista australiano, de 53 años, está encarcelado desde que en abril de 2019 fue expulsado de la embajada de Ecuador y fue detenido inmediatamente después por fuerzas de Scotland Yard.
Un juez exabogado del MI6
Antes de la pausa de mediodía ha ocurrido un momento revelador –y preocupante para Assange– de cuál podría ser la decisión final de los jueces. El magistrado Jeremy Johnson recordó a los abogados que en las filtraciones de WikiLeaks se mencionaron nombres de personas concretas. Uno de los argumentos de la causa presentada por Estados Unidos es que estas revelaciones pusieron en peligro la vida de colaboradores de Estados Unidos, tanto en Irak como en Afganistán. Pero la defensa ha negado categóricamente la afirmación y ha asegurado que Estados Unidos nunca ha sido capaz de demostrarla ni justificarla.
Sobre la personalidad del juez, diferentes medios de información cercanos a WikiLeaks han informado en las últimas horas de que Johnson trabajó como abogado penalista representando en diferentes ocasiones al Servicio Secreto de Inteligencia Exterior del Reino Unido (MI6) y el ministerio de Defensa antes de convertirse en magistrado adjunto del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales en 2016. Pasó a ser titular en 2019.