Elecciones en Italia

La librera italiana amenazada por negarse a vender la biografía de Meloni

Alessandra Laterza está continuamente vigilada por la policía porque seguidores de ultraderecha la amenazan

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Alessandra Laterza al exterior de su librería de Roma.

RomaAlessandra Laterza nunca pensó que una reflexión personal publicada en sus redes sociales acabaría por convertirla en objetivo de la extrema derecha y de los simpatizantes de Hermanos de Italia, el partido que ganó las elecciones en el país transalpino la semana pasada. "Decidí no vender la biografía de Giorgia Meloni en mi librería y lo escribí en Facebook sin imaginarme que mi decisión provocaría un odio inimaginable. Amenazas, insultos... y lo peor es que nunca nadie intentó frenar los ataques. Esta es la derecha que la futura primera ministra encarna. Su victoria no me sorprende".

Era la primavera de 2021, explica al ARA Alessandra Laterza, de 45 años, sentada detrás del mostrador de su librería, la única que hay en Tor Bella Monaca, uno de los barrios más pobres de Roma. La líder de Hermanos de Italia acababa de publicar Io sono Giorgia (Yo soy Giorgia), el libro en el que la primera ministra in pectore hace un repaso edulcorado de su vida en primera persona. A través de sus páginas, Meloni rememora su complicada infancia en la barriada romana de la Garbatella, abandonada por un padre que se marchó para formar una nueva familia en España cuando ella era una niña, y recuerda sus problemas con el sobrepeso, que la convirtieron en objeto de burla en la escuela.

Pero, sobre todo, la próxima primera ministra italiana celebra el día en el que pisó por primera vez la sede de las juventudes del Movimiento Social Italiano, el partido fundado por exmiembros del gobierno de Mussolini, en el que se inspira Hermanos de Italia. "En el libro, ella indica cuál es su historia, pero sobre todo sus ideas políticas. Y como no comparto ni una palabra de lo que defiende, no podía venderlo", reivindica.

El rechazo de Alessandra Laterza a vender el volumen provocó una oleada de indignación entre los simpatizantes de Hermanos de Italia. "Recibí decenas de llamadas pidiéndome que lo comprara, y después de decirles que no, me pedían que comprara otros libros que nunca vinieron a buscar", explica. Nicola Franco, entonces concejal en las filas de Hermanos de Italia y hoy presidente del municipio, se plantó ante la librería para regalar los libros entre los estudiantes de un instituto cercano, "pero solo consiguió dar cinco ejemplares", recuerda.

Con todo, los extraños desprecios e insultos se transformaron en intimidaciones más serias que llevaron a la policía a plantar un coche patrulla ante el local para protegerla. "En las redes sociales me deseaban la muerte y me amenazaban con quemar la librería conmigo dentro. Después llegaron los primeros correos electrónicos firmados por un personaje que se sentía la reencarnación de Benito Mussolini".

Vigilada constantemente

Ahora su vida está bajo el atento control de los agentes de la Dirección Central de Prevención Policial, que depende directamente del ministerio del Interior. "Controlan el entorno de mi casa y me hacen sentir más tranquila, a pesar de que es en la librería donde mi libertad está más limitada. Esta mañana misma un hombre se ha parado ante la puerta, ha hecho el saludo romano y se ha marchado. Lo he denunciado, pero el hecho de que se expongan de este modo es porque no tienen miedo a nada", explica.

Hace justo un año Nicola Franco ganó las elecciones locales con el 60% de los votos y una abstención de casi el 70%, y convirtió este barrio olvidado en el sudeste de Roma en el único gobernado por Hermanos de Italia. Pero Tor Bella Monaca, con 257.000 habitantes, no es un barrio cualquiera. Es el municipio con la mayor tasa de delitos y el porcentaje más alto de paro, pobreza, fracaso escolar, extranjeros residentes y discapacitados de la capital italiana.

Fue precisamente ese contexto difícil lo que empujó a Laterza, orgullosa militante del Partido Democrático, a cambiar en 2018 la lavandería industrial de familia en la que trabajaba por los libros, "porque Tor Bella Monaca no la salvas con un kaláshnikov, la salvas con la cultura", apunta. Desde entonces ha impulsado más de 300 presentaciones de libros, talleres, acontecimientos culturales e iniciativas como por ejemplo cenas solidarias para personas sin hogar en su pequeña librería.

Un sueño hecho realidad que estuvo a punto de romperse cuando el propietario del inmueble decidió subirle el alquiler de 1.200 a 2.500 euros. "Evidentmente, no nos quería en su local. Y lo ha conseguido", lamenta. El aviso de desahucio llegó en marzo, pero gracias a una campaña de crowdfunding consiguieron recaudar los 22.000 euros necesarios para saldar la deuda. Ahora la librería se ha trasladado unos cuantos metros allá del local original, pero Alessandra no ha perdido las ganas de seguir luchando. "Respeto las instituciones y la elección de los votantes de Giorgia Meloni, pero también tiene que ser respetada la elección de una librería que elige no vender su libro", concluye.

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