Europa

El nuevo Bundestag se opone a dar poder a la extrema derecha

AfD reclama la vicepresidencia de la cámara y el discurso inaugural, pero el cordón sanitario lo impide

La nueva presidenta del Parlamento alemán, Julia Klöckner, y el futuro canciller Friedrich Merz, ambos de la CDU-CSU, en la sesión de constitución del Budestag.
Sònia Sánchez
25/03/2025
3 min
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BarcelonaDos cosas han quedado claras de la sesión de constitución de este martes del nuevo Parlamento alemán: la gran polarización política que vive el país –en sintonía con el resto del mundo– y el gran poder que piensa ejercer a partir de ahora la extrema derecha, que ha duplicado el número de diputados respecto a la pasada legislatura. La polarización quedó clara cuando la elección oficial de la nueva presidenta de la cámara, la candidata de la CDU Julia Klöckner, fue aplaudida sólo por los diputados de su mismo partido. Y la fuerza de la extrema derecha se ha puesto a prueba cuando Alternativa para Alemania (AfD) ha insistido en reclamar la vicepresidencia de la cámara, en correspondencia a su posición de segunda fuerza política. También ha quedado claro que el resto de formaciones están decididas a mantener el cordón sanitario ya evitar dar más poder a la extrema derecha: tres votaciones consecutivas han rechazado entregar la vicepresidencia del Bundestag al candidato de AfD.

La nueva presidenta de la cámara ha hecho un discurso conciliador en el que ha pedido buscar consensos políticos y escuchar todas las voces, incluso las "extremistas", una alusión que ha sido aplaudida desde la bancada de AfD. "Tengamos el coraje de soportar opiniones dentro del espectro constitucional", ha añadido Klöckner. La cámara baja se ha constituido este martes, de hecho, mientras continúan los contactos entre los conservadores de la CDU-CSU y los socialdemócratas del SPD para formar un gobierno de Gran Coalición liderado por el probable futuro canciller, Friedrich Merz (CDU-CSU). El SPD tiene ahora la mitad de diputados que en la pasada legislatura, pero todavía negocia "de igual a igual" con los democristianos, que ganaron las elecciones, tal y como subrayaba el secretario general del SPD, Matthias Miersch.

Klöckner ha sido elegida con 382 votos a favor, 204 votos en contra y 31 abstenciones. Los 630 diputados del nuevo Bundestag (el de la anterior legislatura tenía 733 escaños, pero un cambio legislativo ha redistribuido la cámara) han votado la elección de la presidencia y la vicepresidencia. Esta segunda votación se ha repetido hasta en tres ocasiones, y en las tres el cordón sanitario en la extrema derecha ha impedido que se elija al candidato de AfD, Gerold Otten, de 69 años, como nuevo vicepresidente del Parlament. "Sus trucos no impedirán nuestro ascenso", ha dicho el líder parlamentario de AfD, Bernd Baumann. La elección de la vicepresidencia se ha aplazado en una nueva sesión.

La extrema derecha también reclamó que el discurso de apertura de la sesión, que siempre efectúa el diputado de más edad del Parlament, lo hiciera su ex líder Alexander Gauland. Pero las normas del hemiciclo se modificaron específicamente en el 2017 para impedir que el discurso inicial pudiera hacerlo un miembro de la extrema derecha. Este discurso honorífico lo ha hecho Gregor Gysi, de 77 años y diputado de izquierdas (de Die Linke), como representante de mayor edad. Su intervención ha generado otra anécdota que remarca la división política actual y sus reminiscencias históricas: como gesto de protesta, el diputado de la CDU Sepp Müller se ha puesto a leer un libro sobre la antigua RDA, la Alemania soviética, para hacer notar que Gysi fue líder del SED, el Partido Socialista.

El nuevo Bundestag constituido este martes, y surgido de las elecciones del 23 de febrero, tiene 152 diputados de la extrema derecha, la cifra más alta desde 1945. Y no es cualquier extrema derecha, sino un partido con legisladores que han expresado opiniones más extremas de las que se habían oído nunca. Uno de los nuevos diputados de AfD es Maximilian Krah, un antiguo miembro del Parlamento Europeo que se negó a repudiar a las SS paramilitares de Adolf Hitler, lo que provocó que AfD quedara aislada en la Eurocámara. Con el 24% de los escaños en un Parlamento de 630 diputados, tendrá espacio para marcar el tono del debate y poner a prueba el amplio "cortafuegos" que el resto de partidos se han propuesto impulsar para aislar políticamente a la extrema derecha.

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