Putin dice que ordenará un alto el fuego definitivo si el ejército ucraniano se retira de los "territorios ocupados"

El presidente ruso reclama las cuatro provincias ucranianas anexionadas ilegalmente y que Ucrania abandone la aspiración de entrar en la OTAN

Ricard G. Samaranch
5 min
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una reunión con la dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Moscú este viernes.

BarcelonaEl presidente ruso, Vladimir Putin, ha expuesto por primera vez de forma clara cuáles son sus condiciones para declarar un alto el fuego y abrir negociaciones para poner fin a la guerra contra Ucrania que él mismo inició hace dos años y medio. Y no son precisamente modestas, aunque el líder ruso las ha calificado de "muy sencillas". En concreto, exige a Ucrania que se comprometa a no entrar nunca en la OTAN y, además, le pide que retire a sus tropas de las cuatro provincias ucranianas que el año pasado Moscú declaró anexionadas: Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporíjia. La respuesta de Kiiv ha sido una negativa tan rotunda como era de esperar.

"Tan pronto como Kiiv anuncie que está dispuesto a esta decisión y comience una retirada real de las tropas de estas regiones y también comunique oficialmente su renuncia a los planes de ingresar en la OTAN, por nuestra parte se dará inmediatamente la orden de cesar el fuego e iniciar negociaciones", ha dicho Putin en un encuentro con la plana mayor del ministerio de Exteriores, en un discurso que se ha transmitido en directo por televisión. "Repito, lo haremos de inmediato. Naturalmente, al mismo tiempo garantizaremos la retirada sin obstáculos y con seguridad de las unidades y las formaciones ucranianas", añadió. "Nuestra propuesta de paz no es para un alto el fuego temporal, sino para terminar totalmente el conflicto en Ucrania", ha subrayado.

Situació dels fronts a Ucraïna

Territori ocupat per Rússia abans del 24 de febrer del 2022

Territori controlat per Rússia

Zona que Putin vol que sigui reconeguda com a Rússia

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Províncies ucraïneses annexionades il·legalment per Rússia

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Hasta ahora Putin se había limitado a decir que las negociaciones debían tener en cuenta la "realidad hoy en día", un eufemismo para dar a entender que no cedería el territorio ucraniano conquistado en el campo de batalla, y que la línea del frente debía ser la nueva frontera entre Rusia y Ucrania. Además de buena parte de las dos provincias del Donbás, de mayoría rusófona, el Kremlin logró al inicio de la guerra, en invierno del 2022, hacerse con buena parte de las provincias de Zaporíjia y Kherson, aunque que ambas capitales siguen en manos ucranianas. Por tanto, el Kremlin, al pedir la totalidad de las cuatro provincias, exige también territorios que actualmente están bajo el control del ejército de Kiiv. "Si Kiiv y las capitales occidentales renuncian a ello, como en el pasado, al fin y al cabo serán responsables política y moralmente de la continuación del derramamiento de sangre", ha añadido Putin, viniendo a decir que el balón está en el tejado de 'Ucrania y sus socios occidentales.

La respuesta del gobierno ucraniano no se ha hecho esperar. A través de una nota del ministerio de Asuntos Exteriores, ha acusado a Putin de querer "engañar a la comunidad internacional y minar los esfuerzos destinados a conseguir una paz justa y dividir la unidad mundial en torno a los objetivos y principios de la carta de Naciones Unidas ". Además, recuerda que Ucrania "nunca quiso esta guerra, pero quiere que acabe más que nadie en el mundo entero". El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sostenido en varias ocasiones que la paz sólo se conseguirá con la retirada total de las fuerzas rusas de su país y con la restauración de la integridad territorial de Ucrania, es decir, con el regreso de las zonas ocupadas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha rechazado de forma taxativa las exigencias de Putin. "No debe ser Ucrania quien retire sus fuerzas del territorio ucraniano, sino que es Rusia quien debe retirar sus fuerzas de la tierra ucraniana ocupada. La propuesta de mayor agresión y mayor empleo demuestra, de alguna manera, que el objetivo de Rusia es controlar Ucrania", ha declarado Stoltenberg tras una reunión de los países de la OTAN en la que se han comprometido a otorgar nuevas ayudas en Kiiv.

Expectación en Suiza

Las nuevas condiciones de Putin, expuestas en un encuentro con diplomáticos rusos, llegan sólo horas antes del inicio de la Conferencia de Paz sobre la guerra de Ucrania que se celebrará este fin de semana en Suiza, en la que participarán delegaciones de unos 90 estados. Sin embargo, no contará con la presencia de Rusia, que no ha sido invitada, ni tampoco de su principal aliado, China, que ha declinado la invitación. La coincidencia entre la declaración de Putin y el inicio de la cumbre no parece casual. Probablemente, con sus palabras el presidente ruso ha querido evitar que Ucrania levantara en solitario la bandera de la paz frente a la opinión pública internacional.

"En el mejor de los casos, la conferencia servirá para poner las bases de una negociación futura. O bien será una reunión más sin frutos. En todo caso, no parece que ahora mismo se den las condiciones para iniciar un proceso de paz. Ambas partes siguen creyendo que pueden hacer avances militares que les sitúen en una mejor posición negociadora", sostiene Carmen Claudín, investigadora del CIDOB especializada en Rusia y los demás países del espacio postsoviético.

Precisamente, la cumbre llega después de que Kiiv haya visto garantizados unos 40.000 millones de euros adicionales en ayuda financiera y haya firmado un acuerdo de cooperación en seguridad con EEUU durante la cumbre del G-7, en la que los países más poderosos del mundo también acordaron utilizar los activos de los fondos congelados rusos para ayudar y armar a Kiiv.

Como ocurre a menudo en los conflictos armados, la construcción de la paz entre Ucrania y Rusia debe resolver la tensión, por no decir contradicción, entre el derecho internacional y el equilibrio de fuerzas sobre el terreno. En el primer ámbito, Ucrania juega con las cartas a favor, puesto que la invasión rusa y la anexión de cerca del 20% del territorio ucraniano es una violación flagrante de la Carta de la ONU. En cambio, en el segundo, Rusia goza de una posición de fuerza sobre el campo de batalla, puesto que el ejército ucraniano no parece en disposición de recuperar todo el terreno ocupado por las tropas rusas, con más recursos.

Precisamente, con la Conferencia de Paz el presidente Zelenski quiere explicitar el apoyo de la comunidad internacional a su tesis de que cualquier proceso de paz debe moverse dentro de los parámetros del derecho internacional. De hecho, así lo establece el ministerio de Asuntos Exteriores suizo en el apartado de su web en el que define el objetivo de la cumbre: "Proporcionar una plataforma para el diálogo" para buscar vías hacia "una paz justa, duradera y completa" basada en "el derecho internacional y la Carta de la ONU".

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitando un contingente de soldados de su ejército que reciben instrucción en Alemania.

Y es que fue a instancias del propio Zelenski que el gobierno suizo decidió convocar la cumbre. Kiiv ha defendido siempre la necesidad de situar la legalidad internacional en el centro de una futura negociación. A finales de 2022, Zelenski hizo público un plan de paz basado en diez puntos y que todavía considera vigente. Este plan incluye la retirada de las tropas rusas del territorio ocupado desde el 2014 y la creación de un tribunal especial para juzgar a los crímenes de Rusia, un marco que el Kremlin considera inaceptable.

Además de una sesión plenaria a la que asistirán los jefes de todas las delegaciones, habrá reuniones con un formato más pequeño para abordar temas como la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria de la población civil afectada y otras cuestiones humanitarias, como la situación de los prisioneros de guerra.

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