Cómo Rusia lleva meses atacando el GPS de los aviones europeos con técnicas de guerra híbrida
Los ciberataques en los sistemas de localización se han incrementado notablemente desde el año pasado, sobre todo en la región del Báltico
BarcelonaEl presunto ciberataque en el avión en el que viajaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha hecho que en las últimas horas haya ganado visibilidad un concepto técnico del ámbito de la aviación: el GPS jamming, una táctica de guerra híbrida que sufren especialmente las aerolíneas que cubren las zonas más cercanas a Rusia y Ucrania. El piloto del aparato en el que volaba Von der Leyen tuvo que aterrizar en la ciudad búlgara de Plovdiv con mapas analógicos, después de que el sistema de navegación GPS de la aeronave hubiera dejado de funcionar, por un ataque que habrían cometido los servicios de inteligencia de Rusia.
Este método de guerra híbrida no es nuevo. En abril del pasado año la aerolínea finlandesa Finnair anunció que suspendía temporalmente sus vuelos a la ciudad estonia de Tartu debido al incremento de las interferencias en los GPS de los aviones. Pocos días después, el ministerio de Exteriores de Estonia llamó a consultas al embajador ruso para protestar por estas prácticas, que el país báltico atribuye a Moscú.
En un informe publicado en septiembre de 2024, OpsGroup –una organización que integra a 8.000 profesionales de diversas áreas del sector de la aviación– constató que los casos de GPS jamming habían crecido un 500% en los primeros seis meses de 2024 en comparación con el primer semestre del año anterior: una media de 1.500 vuelos afectados cada día, con especial incidencia en Europa del Este, el Mar Negro y Oriente Próximo. Un documento interno del Consejo de la UE del pasado mayo indica que desde agosto de 2024 se ha registrado un "aumento espectacular" de las interferencias de las señales de GPS en aviones y que desde principios de este año también han aumentado los ataques en barcos.
Este lunes el comisario de Defensa de la Unión Europea, Andrius Kubilius, aseguró que el bloque comunitario incrementará el número de satélites en órbita baja para mejorar la detección de interferencias. La Comisión también dijo haber impuesto sanciones a varias empresas implicadas en la interrupción de la señal GPS "en el caso evidente y descarado que son originadas en Rusia".
'GPS jamming'
El GPS –abreviatura de Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System en inglés)– es una red de satélites y dispositivos receptores que se utilizan para el posicionamiento y la navegación y es una de las herramientas de navegación más importantes en la aviación, que ha sustituido a los tradicionales dispositivos terrestres que transmitían señales de radio para guiar a los aviones. Pero también es relativamente fácil bloquear o distorsionar las señales de GPS y los ejércitos han invertido en tecnología para poder hacerlo.
El concepto de GPS jamming, que se podría traducir como embotellamiento de GPS, se refiere a la práctica de utilizar un dispositivo transmisor de frecuencia para bloquear o interferir las comunicaciones, generalmente emitiendo señales desde el suelo que son más potentes que las señales de los satélites. De esta forma, el avión deja de recibir información sobre la ubicación, la altitud y/o la hora real. Los aparatos tienen otros sistemas alternativos al GPS para mantener el vuelo sin problema, pero estos ciberataques afectan sobre todo a la operación de la aproximación al aeropuerto para aterrizar. Es lo que ocurrió con el avión de Von der Leyen, por lo que el piloto tuvo que utilizar mapas analógicos.
'GPS spoofing': suplantación de identidad
Últimamente, los pilotos también están constatando un incremento de otra práctica, potencialmente más peligrosa, conocida como el GPS spoofing, que podría traducirse como suplantación de identidad. En este caso, se trata de manipular las señales transmitidas por el sistema de GPS para proporcionar información falsa sobre la ubicación o la hora, por lo que el sistema muestra el avión en unas coordenadas incorrectas o cambia la hora del reloj. "Por ejemplo, podría decirnos que ahora mismo nos estamos acercando a una montaña, algo que no tiene lógica, a la altura en la que estamos", explica un piloto de SAS en un vídeo en el portal Flight Radar 24, una web que muestra el tráfico aéreo en tiempo real. Asegura que existe algún tipo de interferencia –o bien cae el sistema o bien da información errónea– cada vez que se acercan a Ucrania y también a menudo al norte de Noruega y cerca del enclave ruso de Kaliningrado, en el mar Báltico.
En julio del 2024, OpsGroup calculó que el GPS spoofing había crecido un 400% en el segundo trimestre del año pasado: el número de vuelos afectados había pasado de unos 200 diarios de media a unos 900 diarios, y que las tripulaciones de vuelo alertaban de que la intensidad delspoofing iba al alza.
Debido al incremento de las interferencias en los GPS de los aviones, Flight Radar 24 ha desarrollado un mapa que muestra en qué zonas del mundo los aparatos están experimentando este tipo de afectaciones. También ofrece esta información la web GPS Jam, que permite comparar la situación con años anteriores y constata un incremento destacado desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2022.
Los países bálticos llevan tiempo denunciando estas prácticas, que ahora se han intensificado y expandido. En Lituania, por ejemplo, estos ataques se han disparado de forma espectacular en sólo un año: de 46 casos detectados en junio del 2024 a 1.022 en junio de este año, según la agencia de noticias BNS. Ante esta tendencia, 13 estados miembros de la UE han pedido a la Comisión Europea que responda, y la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) ha instado a Rusia a dejar de interferir con las señales de GPS, y ha alertado de que representa una "grave amenaza" para los vuelos de pasajeros, especialmente en la región del B.