OTAN

Suecia ya es miembro de la OTAN

El país escandinavo se convierte en el miembro número 32 de la Alianza Atlántica casi dos años después de haberlo solicitado

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El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, y el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, con los documentos de ingreso de Suecia en la OTAN.

BarcelonaSuecia se ha convertido este jueves en el miembro número 32 de la OTAN, casi dos años después de solicitarlo. El proceso, lleno de tropiezos, ha culminado después de que Hungría haya entregado los documentos de su ratificación, ya que era el último aliado que faltaba para dar luz verde a la entrada del país escandinavo en la Alianza Atlántica.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el ministro de Exteriores, Tobias Billström, viajaron a Washington, donde escenificaron la formalización del ingreso en la Alianza Atlántica en un acto con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. "A aquellos que esperan les llegan cosas buenas", ha dicho el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, el país más importante de la OTAN, tras recibir los documentos de acceso de la mano de Kristersson, que ha bromeado y , antes de entregarle, le pidió que fuera "paciente".

"Hoy es un día realmente histórico", enfatizó el primer ministro sueco. "Defenderemos la libertad junto con los países más cercanos a nosotros, tanto en lo que se refiere a la geografía como también a la cultura y los valores", ha añadido. Estocolmosolicitó la entrada a la OTAN en mayo de 2022, junto con Finlandia, tras un rápido cambio de posición política respecto al alineamiento militar al verse amenazados por Rusia con la invasión a gran escala de Ucrania hace dos años. "Suecia se dio cuenta de algo muy profundo: que si Putin estaba intentando borrar a un vecino del mapa, podría ser que no se detuviera aquí", ha dicho Blinken, quien ha subrayado que la agresión rusa en Ucrania "lo va cambiar todo".

Aunque Suecia ya tenía acuerdos de colaboración con la OTAN y, por tanto, se esperaba que el proceso fuera ágil, enseguida se topó con el bloqueo de Turquía, que quería que Suecia dejara de dar asilo político a los líderes kurdos, y después se añadió también el de Hungría, que tiene el gobierno más proruso de la UE. Finalmente Turquía levantó su veto a finales de enero y Hungría lo hizo hace dos semanas, lo que allanó el camino ya definitivamente para una nueva ampliación de la Alianza Atlántica, que queda reforzada en la zona del mar Báltico.

Finlandia ya se convirtió en aliado en abril del pasado año, tras superar también los obstáculos turcos, y en ese momento se duplicaron las fronteras compartidas entre Rusia y miembros de la OTAN. Sólo este país nórdico tiene más de 1.300 kilómetros que limitan con territorio ruso y, además, tiene el mayor ejército de la región, con unas fuerzas terrestres muy potentes. Desde la Segunda Guerra Mundial, Rusia era el principal motivo por el que Finlandia se había mantenido apartada de la Alianza Atlántica, pero la guerra en Ucrania ha hecho que justamente Rusia sea el motivo para entrar.

Para Suecia, el acceso a la OTAN también supone un cambio político muy relevante, después de más de dos siglos de supuesta neutralidad militar, aunque en los últimos años ambos países ya se habían ido acercando cada vez más en la Alianza hasta convertirse en colaboradores estrechos a pesar de no formar parte de ella.

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