Escandinavia

Suecia quiere a más soldados, pero dos de cada tres jóvenes no son aptos para el servicio militar

Muchos de los aspirantes quedan incapacitados por culpa de enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad y los trastornos de déficit de atención

Òscar Gelis
4 min
Soldados suecos en un entrenamiento militar en la isla de Gotland, el pasado 21 de marzo.

CopenhagueSuecia busca más reclutas para el rearme de sus fuerzas armadas. La entrada del país escandinavo en la OTAN el pasado mes de marzo ha ido acompañada del aumento en un 28% del presupuesto en defensa para este año, y así se cumple con las exigencias de la Alianza Atlántica de destinar el 2% del PIB. Pero, como en otros países europeos, el principal problema de las tropas suecas es que faltan soldados.

En 2017 Suecia volvió a introducir el servicio militar obligatorio (tanto para hombres como para mujeres) después de haberlo abolido en 2010. Sin embargo, en la práctica son muy pocos los jóvenes suecos que cuando llegan a la mayoría de edad están llamados a hacer el servicio militar, porque cada año hay bastantes jóvenes dispuestos a realizar el entrenamiento militar básico, que dura de 6 a 15 meses. Sólo en caso de que no se presenten voluntarios suficientes se hace un sorteo para determinar quién debería hacer la mili. Además, los jóvenes también pueden declararse objetores de conciencia y realizar otras tareas civiles.

Sin embargo, desde las fuerzas armadas se teme que en los próximos años haya problemas para reclutar a jóvenes suficientes para realizar el servicio militar, sobre todo ahora que está previsto incrementar el número de reclutas. Este año la Agencia de Reclutamiento sueca ha aumentado el número de jóvenes que recibirán entrenamiento militar, convocando por primera vez 8.000 plazas, mientras que anteriormente eran 5.000. El gobierno ya ha avisado de que en los próximos años podrían convocarse hasta 10.000 plazas o más.

Sin embargo, el problema que afrontan las fuerzas armadas de Suecia es que más de la mitad de los jóvenes que cumplen los dieciocho años quedan excluidos de poder formar parte del ejército, no porque sean reacios a hacer la mili, sino porque son considerados no aptos desde el punto de vista médico. El pasado año de los casi 107.000 jóvenes que recibieron el formulario del ejército para evaluar sus capacidades físicas y mentales, el 64% (casi dos de cada tres), quedaron descalificados. Entre las mujeres, la cifra de descalificadas por razones médicas subía al 73%, mientras que entre los chicos fue del 55%.

Enfermedades mentales

Los diagnósticos que pueden impedir que un joven pueda presentarse a realizar el servicio militar son muy diversos, desde sufrir alergias, tener eczemas graves en la piel, sobrepeso, asma, o tomar una medicación diaria. Sin embargo, desde la Agencia de Reclutamiento remarcan que muchos de los jóvenes quedan incapacitados por culpa de las enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, o los trastornos de déficit de atención. Desde la oficina de reclutamiento reconocen que la proporción de descartados es alarmante, aunque es un problema que ya lleva años arrastrando y que se mantiene parecido desde el año 2020, antes que aumentara la tensión bélica en el país nórdico por la amenaza de Rusia.

Cuando los jóvenes rellenen el formulario médico obligatorio que les envía el ejército deben acreditar sus enfermedades en caso necesario, y corren el riesgo de cometer un delito penal si no dicen la verdad. Pero desde el ministerio de Defensa se descarta que el problema sea que la mayoría de jóvenes no sean honestos para evitar el reclutamiento, aunque prevén aumentar las verificaciones y controles.

El portavoz Andersen Helseth explicaba que las cifras "no quieren decir que dos tercios de los jóvenes estén enfermos, puesto que pueden funcionar bien para la vida cotidiana". Pero añadía que "si debes trabajar en un contexto de guerra y tienes una enfermedad que necesite medicación, la persona no será funcional". "Tampoco queremos que las enfermedades y los trastornos empeoren durante el servicio militar", añadía. Además de las enfermedades, la agencia de reclutamiento también señala que estudia el funcionamiento mental de los posibles reclutas, como su capacidad de trabajar en grupo o para recibir instrucciones, y también tiene en cuenta la forma física: "Una persona que nunca realiza ejercicio puede quedar excluida por ese motivo", explicaba Helseth.

Estos datos han abierto un debate en Suecia, que se pregunta si los requisitos para formar parte de las fuerzas armadas son demasiado exigentes cuando más de la mitad de los jóvenes no son aptos para formar parte. En un editorial del diario Expresan, el tabloide se lamentaba así: "Si confiamos en las respuestas del formulario de reclutamiento, las enfermedades son la nueva normalidad. Esto, por supuesto, no es el caso, pero, en cambio, refleja que nuestros jóvenes tienen unas expectativas muy altas de satisfacción personal y de una existencia sin problemas”.

El mismo problema en el ejército danés

En Dinamarca el gobierno anunció recientemente su intención de aumentar el número de reclutas alargando el servicio militar de cuatro a once meses y haciéndolo obligatorio por primera vez para las mujeres. En este país el sistema de reclutamiento es muy parecido al de Suecia y tiene el mismo problema: el pasado año el 56,6% de los hombres de dieciocho años fueron rechazados por formar parte del ejército. Según el sistema de reclutamiento danés, los datos son muy alarmantes, puesto que en 1995 la proporción de rechazados por enfermedad era del 30%.

El ejército danés intenta ahora ponerse al día después de décadas de recortes en el presupuesto y de una falta alarmante de soldados, lo que provoca que uno de cada cuatro puestos de trabajo quede vacante por falta de personal.

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