BruselasMás apoyo a Ucrania, y rearme y autonomía militar para la Unión Europea. Estos son los objetivos que han afianzado los jefes de estado y de gobierno europeos en el encuentro que se celebró este jueves en Bruselas. Y una cosa va ligada con la otra. Para poder seguir apoyando armamentístico a las tropas ucranianas a largo plazo, la UE considera que debe potenciar su industria militar, y para garantizar su seguridad e independencia en materia de defensa, el bloque quiere evitar como sea que el régimen de Vladimir Putin no invada Ucrania.
Ahora bien, para incrementar el apoyo a Kiiv, que se encuentra en uno de los momentos más críticos desde el inicio de la invasión rusa, e impulsar la industria militar del Viejo Continente, la Unión Europea necesita sacar dinero de debajo de las piedras. ¿Cómo? Hay dos grandes opciones sobre la mesa: redirigir los beneficios extraídos de los fondos incautados rusos en las arcas del bloque comunitario y modificar el reglamento del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que es el gran brazo financiador de la UE, para que impulse la producción de armas.
Los dos grandes estados miembros de la Unión Europea, Alemania y Francia, y otros 12 socios europeos, pidieron este lunes por carta modificar la normativa del BEI, que preside la exministra española Nadia Calviño, a fin de que pueda financiar proyectos de doble uso, civil y militar. De este modo, se pretende permitir a la práctica que potencie la industria armamentista del blog.
Ahora bien, pese al apoyo mayoritario y del potente eje franco-germánico, hay algunos socios europeos que no se sienten cómodos en los que el BEI se acabe destinando recursos a la producción de armas, como España, según fuentes diplomáticas. En este sentido, insisten en que "el dinero no es ilimitado" y consideran que, de momento, todavía hay que priorizar otros proyectos que la gran entidad bancaria de la UE tenía entre manos antes del comienzo de la guerra, especialmente los que tienen en ver con transición digital y verde.
En cuanto a los fondos, aunque también cuenta con el apoyo de una parte muy importante de los Veintisiete, es aún más problemática. Desde pocos días después del inicio de la invasión rusa, la Unión Europea pretendía utilizar los activos que tenía congelados de Rusia para reconstruir y rearmar a Ucrania, pero la medida presentaba muchas dudas legales. Y, aunque ahora ya sólo se plantee apropiarse de los beneficios de ese dinero, todavía hay estados miembros que mantienen las reticencias por motivos jurídicos.
Más allá de estas dos iniciativas, que ya se han puesto negro sobre blanco, hay otra propuesta que ha sobrevolado el Consejo Europeo, si bien todavía se encuentra en pañales. Se trata de la creación de unos fondos europeos comunes, similares a los de la recuperación económica poscovide, para potenciar la industria militar del bloque y rearmar a los Veintisiete y Ucrania.
La medida ha sido impulsada sobre todo por el presidente francés, Emmanuel Macron, que durante los últimos meses se está erigiendo en uno de los líderes europeos que más apoyo (por lo menos de boca) dan a Ucrania, junto con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, o el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Sin embargo, sólo cuenta por el momento con el apoyo tímido de algunos estados miembros que suelen ser favorables a sacar adelante políticas económicas expansivas en la UE, como España o Portugal. En cambio, ya tiene el rechazo frontal de quienes siempre abogan por la austeridad, como Alemania o Países Bajos.
Discrepancias sobre el vocabulario bélico
Los líderes de la Unión Europea cada vez suben más el nivel de alarma por la invasión rusa de Ucrania y el imperialismo del régimen de Vladimir Putin. Y, este jueves, los veintisiete jefes de estado y de gobierno europeos estudiaban dar un paso más allá e instar a la sociedad civil y militar a "coordinarse" y "prepararse" ante un "panorama de amenaza cambiante", tal y como apuntaba el informe preliminar sobre el que negocian los socios europeos. En este sentido, pretendían pedir a la Comisión Europea que propusiera medidas para ser capaces de afrontar y "responder crisis" previendo "todos los peligros posibles" e involucrando a "toda la sociedad".
Finalmente, sin embargo, los Veintisiete han sacado esta polémica parte de las conclusiones definitivas, tal y como pedían algunos estados miembros incómodos con la escalada del tono bélico por parte de algunos dirigentes europeos. De hecho, hace tiempo que Bruselas apuesta -en palabras textuales- por "una economía de guerra" y, durante los días previos al Consejo Europeo de este jueves, diferentes ministros y jefes de estado y de gobierno han llegado a alertar de, por ejemplo, de una potencial "tercera guerra mundial" si Putin invade Ucrania, lo que desagrada, y mucho, a algunos de los socios europeos.
La UE abre negociaciones de adhesión con Bosnia y Herzegovina
Los Veintisiete también han decidido este jueves abrir las negociaciones de adhesión a la Unión Europea de Bosnia y Herzegovina, tal y como había pedido la Comisión Europea. "Enhorabuena [...] es una decisión importante en el campo geopolítico", ha señalado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
De hecho, con esta decisión, se confirma que la guerra de Ucrania está acelerando potencial gran ampliación de la Unión Europea hacia los Balcanes occidentales, que llevan tiempo en la sala de espera para entrar en el club europeo y la UE teme que se acabe agotando la paciencia y caigan del lado de la influencia del régimen de Vladimir Putin.
Sin embargo, Bruselas ha advertido en más de una ocasión, al igual que han recordado a diferentes dirigentes estatales este jueves, que Bosnia y Herzegovina necesita progresar aún más para cumplir con los estándares y criterios que le requiere la propia Comisión Europea. Y hasta que no haya cumplido con las reformas acordadas con Bruselas en este sentido no se espera que empiecen las negociaciones finales de adhesión.