Las familias de los desaparecidos en Siria se movilizan para pedir justicia

DamascoLa caída precipitada hace tres semanas del régimen de Bashar el Asad presenta varios retos en la sociedad siria y en el gobierno provisional, nombrado por la milicia islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS). Entre ellos, uno de los más acuciantes y complicados es dar respuesta a las peticiones de verdad y justicia de las familias de los desaparecidos. Se calcula que el número de personas arrestadas de forma arbitraria por el régimen –y de las que todavía no se conoce el paradero– supera las 100.000.

Decenas de familiares de desaparecidos han participado en una concentración en el centro de Damasco para reclamar sus derechos. "El momento de la liberación fue de mucha alegría, pero también fue muy duro para nosotros. A medida que pasaban los días y se abrían las cárceles, no había rastro de nuestros seres queridos, y nuestro dolor iba creciente", explica Wafa Ali Mustafa, una de las activistas que creó la coalición Free Syria's Disappeared. Refugiada en Alemania, Mustafa ha vuelto a Siria para buscar a su padre, desaparecido desde el 2013.

"Queremos saber toda la verdad. ¿Qué pasó con nuestros familiares? ¿Quién los mató? ¿Dónde están enterrados? ¿No nos conformamos con saber simplemente que están muertos", proclama la joven activista, que como el resto de los congregados, sostiene a las manos un retrato, el de su padre. "El régimen no logró acallarnos, y no lo haremos ahora. La paz no llegará a Siria sin que quienes mataron a nuestros seres queridos rindan cuentas", espeta.

Mafias que extorsionaban a las familias

Las historias que cuentan las víctimas del régimen son similares. Durante años se pasearon por todo tipo de instituciones intentando averiguar el paradero de sus seres queridos, entre rumores y chantajes. "Había todo un sistema mafioso que reclamaba a las familias cifras astronómicas de dinero para obtener información o conseguir la liberación de los desaparecidos. En muchos casos, era mentira, un simple negocio", explica Wassen Ihma, un hombre de origen palestino que cuantifica en 3.500 a los refugiados palestinos desaparecidos en Siria.

Una de las principales demandas de los familiares a las nuevas autoridades, recogida incluso en algunas pancartas, es que se esfuercen por preservar la documentación y otras pruebas que puedan dar pistas sobre el destino de los desaparecidos. Por ejemplo, en los últimos días se han encontrado varias fosas comunes y han permitido a las familias intentar reconocer los cadáveres, aunque los responsables públicos no siempre han tratado los restos de forma escrupulosa. "Este es un momento clave para que las autoridades transicionales de Siria puedan actuar de forma decisiva y asegurar la preservación de las evidencias como pilar de la rendición de cuentas y la reconciliación", sostiene Aya Majzoub, responsable regional de Amnistía Internacional.

Por el momento, los líderes de HTS han aceptado que los antiguos policías y militares del régimen puedan pedir una amnistía, después de haberse registrado y entregado las armas. Sin embargo, la amnistía sólo se hará realidad después de una investigación que garantice que no han cometido torturas ni crímenes de guerra. Los oficiales que no han dado ese paso, como el general Mohamed Kenjo Hassan, han sido arrestados. Y se cuentan por decenas, sobre todo en la región de mayoría alauí, la confesión de Al Asad. En algunos casos, los oficiales, con el apoyo de hombres armados, se han resistido y han protagonizado tiroteos violentos.

Asimismo, se han registrado varios casos de ejecuciones de exresponsables del régimen de Al Assad. Por ejemplo, tres jueces de la ciudad de Homs. milicia ultraconservadora, mientras que los responsables del nuevo gobierno consideran que son "venganzas personales". venganza, sino en los procesos judiciales", ha dejado claro Alí Mustafa.