El FBI desclasifica un informe sobre la implicación de Arabia Saudí en el 11-S

El documento no es concluyente sobre la relación de Riad con los autores del atentado

Diverses personas homenajeando las víctimas de la 11-S al memorial de los atentados, este sábado en Nueva York
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SabadellEl FBI desclasificó este sábado al atardecer un documento hasta ahora secreto sobre su investigación de los atentados del 11 de septiembre de 2001, justo el día en que se cumplían veinte años de la tragedia. El informe, de 16 páginas, analiza la posible implicación del gobierno de Arabia Saudí en la preparación de la acción terrorista, pero no llega a ninguna conclusión firme sobre esta cuestión.

En concreto, el texto señala el "suporte logístico" que recibieron dos de los terroristas por parte de un empleado del consolado saudí en Los Ángeles y de un supuesto espía del mismo país en la ciudad californiana. El nombre de este segundo, Omar al-Bayoumi, ya había aparecido en otras investigaciones sobre el 11-S, y el nuevo documento lo presenta como una persona "tratada con un gran respeto" en el consulado y que disfrutaba de un "estatus muy alto". En todo caso, en el informe no queda claro si Riad estaba al corriente de sus actividades.

El documento, datado de 2016 y con muchos pasajes eliminados, se ha desclasificado días después de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenara que, a lo largo de los próximos seis meses, se hicieran públicos algunos de los documentos sobre los atentados que todavía eran secretos. Lo hizo en cumplimiento de la promesa de "transparencia" sobre este episodio que había hecho durante la campaña electoral, pero también en respuesta a las exigencias de un grupo de cerca de 2.000 familiares de víctimas y supervivientes de los atentados que el mes pasado le habían pedido que no asistiera al acto de homenaje que se celebró sábado en Nueva York si mantenía la información escondida.

Muchas sospechas, ninguna prueba

La hipótesis de que Arabia Saudí (el país de donde eran originarios 15 de los 19 autores materiales de los atentados) había tenido alguna implicación directa con el 11-S hace tiempo que se planteó, pero hasta ahora no se ha conseguido demostrar. La comisión del Congreso que investigó los atentados concluyó, en 2004, que no había pruebas de que "ni el gobierno saudí como institución ni ningún alto funcionario saudí a título individual" hubieran financiado Al Qaeda, la organización terrorista que cometió los ataques, pero no descartaba que otros cargos inferiores hubieran tenido algún vínculo. Otro documento del año 2002, pero desclasificado en 2016, conocido como Las 28 páginas, también citaba encuentros sospechosos entre funcionarios saudíes y los terroristas, pero tampoco implicaba directamente al gobierno del país árabe.

A pesar de la poca concreción del informe desclasificado este sábado, Terry Strada, una representante de la asociación 9/11 Families United, que agrupa a los familiares de víctimas de los atentados, ha recibido con satisfacción su publicación: "Ahora los secretos de los saudíes están expuestos y es hora de que el país reconozca el papel de sus funcionarios a la hora de asesinar a miles de personas en territorio norteamericano", ha dicho.

Por su parte, la embajada de Arabia Saudí en los Estados Unidos emitió un comunicado miércoles, antes de que se hiciera público el documento, en que aplaudía la decisión de Biden de revelar nuevos secretos de la investigación, puesto que considera que de este modo se eliminará cualquier sombra de duda sobre el papel que su país jugó en los ataques. "Tal y como han demostrado las anteriores investigaciones, incluida la comisión [parlamentaria] del 11-S y la publicación de las llamadas 28 páginas, nunca ha aparecido ninguna prueba que indique que el gobierno saudí o sus funcionarios tuvieran conocimiento previo del atentado terrorista o estuvieran implicados en él de ninguna forma", remarcaba el comunicado.

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