El FBI alerta de nuevas “protestas armadas” para la investidura de Biden

Los trumpistas radicales se organizan para “un gran levantamiento” entre el 16 y el 20 de enero

Javier de la Sotilla
4 min
Aldarull al Capitoli dels Estats Units

BarcelonaUna semana después del asalto al Capitolio, organizado abiertamente a través de las redes sociales e instigado por el propio presidente Trump, los Estados Unidos se preparan para nuevas jornadas de violencia hasta la toma de posesión de Biden, el día 20. Como mínimo esto es lo que ha detectado el FBI en internet. Según el organismo, existe la amenaza de “protestas armadas” por todo el país a partir del sábado, y de un nuevo intento de asalto al Capitolio que podría tener lugar desde el domingo hasta el próximo miércoles, cuando se espera que Biden se convierta en el nuevo presidente de los EE.UU.

“Se están preparando protestas armadas en los Capitolios de los 50 estados del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en el Capitolio de Washington entre el 17 y el 20 de enero”, alerta el boletín interno del FBI, al cual ha tenido acceso el canal de televisión ABC. La circular detalla que han recibido “información sobre un grupo armado sin identificar que tiene la intención de viajar a Washington DC el 16 de enero”. Este grupo amenaza con “un gran levantamiento” en caso de que se intente echar al presidente Trump por la vía de la enmienda 25.

Los legisladores demócratas están presionando para que se aplique este procedimiento, que solo puede sacar adelante el gabinete del ejecutivo y el vicepresidente, Mike Pence, que no parece dispuesto a ello. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha pedido que se invoque inmediatamente o el legislativo tendrá que recurrir a un proceso –más lento– de juicio político, el impeachment, en el que se acusará a Trump de “incitación a la insurrección”.

El asalto al Capitolio del día 6 evidenció la falta de preparación del operativo policial ante unas protestas instigadas por el propio presidente de los EE.UU., que poco antes había hecho un acto ante la Casa Blanca donde animó a sus seguidores a "luchar" si no se querían quedar "sin país". Para que no se vuelva a romper el cordón policial, se desplegarán más de 15.000 efectivos de la Guardia Nacional desde el sábado hasta el miércoles, el día de la investidura de Biden.

El jefe de la Policía del Capitolio, Steven Sund, que se vio obligado a dimitir después de las críticas por la facilidad con la que los manifestantes asaltaron el edificio, aseguró que había pedido la actuación de la Guardia Nacional pero la petición le fue denegada por el Pentágono. Finalmente fueron la policía local de Washington y agencias federales como el FBI las encargadas de rescatar a los representantes atrapados en el interior del Capitolio.

Una insurrección digital

Los manifestantes se estando organizando a través de foros radicales en internet y servicios de mensajería electrónica como Telegram. La evidencia indica que al menos una parte de los radicales del asalto seguían un plan muy definido a través de las redes sociales, donde organizaron viajes en coche para llegar a Washington y donde hubo conversaciones explícitas sobre cómo irrumpir en el Capitolio y atar de manos a los congresistas para impedir la certificación electoral. Este tipo de conversaciones se han vuelto a detectar para las movilizaciones de los próximos días, según el FBI.

Ante la amenaza creciente a través de las redes, Twitter y Facebook han tratado de limitar la influencia de Trump y los grupos radicales eliminando temporalmente o permanentemente todas aquellas cuentas que inciten a la violencia. El domingo también se cerró la red social preferida por la ultraderecha norteamericana, Parler, donde se habían estado anunciando más concentraciones “pacíficas” pero armadas en las capitales de los 50 estados.

El juramento del cargo, amenazado

La ceremonia de investidura concentra tradicionalmente a miles de personas en la explanada del National Mall, ante el Capitolio, donde el nuevo mandatario jura el cargo ejemplarizando la transición de poder. Pero en esta ocasión la tensión obligará a elevar la precaución. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha recomendado que la población no salga a la calle durante la ceremonia, para la cual se desplegarán los 15.000 efectivos de la Guardia Nacional provenientes de varios estados, más del triple de los soldados desplegados en Afganistán actualmente.

Trump ha decretado el estado de emergencia en el distrito de Columbia, donde está la capital, Washington DC, escenario del asalto al Capitolio y de la investidura de Biden. Esta decisión permitirá al departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Nacional para la Gestión de Emergencias intervenir y ayudar a las fuerzas de seguridad de la ciudad en caso de que sea necesario.

Por su parte, Joe Biden ha asegurado que no tiene miedo al acto de investidura ante el público, como manda la tradición, todo y el ambiente de alerta que vive el país. La transición democrática se ve amenazada por el que se ha bautizado a los foros de ultraderecha como la Marcha del Millón de Milicias, que culminaría el 20 de enero a la explanada del Capitolio con la presencia de los seguidores de Trump, muy probablemente bien caldejats.

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