Francia

Francia condena a cadena perpetua al único terrorista vivo de los atentados de París

Todos los acusados son considerados culpables y condenados a penas de entre dos años y la perpetuidad

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Espectadores del Bataclan saliente del local al ser evacuados por la policía viernes por la noche.

ParísSalah Abdeslam, el único de los terroristas vivo de los atentados del 13 de noviembre del 2015 de París, ha sido condenado este miércoles a cadena perpetua sin revisión de pena, la máxima condena que prevé el Código Penal francés, en el macroproceso por los atentados. Los condenados a cadena perpetua sin revisión de pena no tienen derecho al menos durante 30 años a disfrutar de ningún permiso de salida, rebaja de la pena o beneficio penitenciario. Hasta ahora solo cuatro personas habían sido condenadas a la pena más severa desde el 1994, cuando se instauró.

Diecinueve de los veinte acusados han sido considerados culpables de todos los crímenes por los cuales estaban imputados y condenados a penas de entre dos años y la perpetuidad, la mayoría por "complicidad", por haber ayudado a preparar los atentados. Otro de los acusados, Mohamed Abrini –conocido como el terrorista del sombrero y presuntamente implicado también en los atentados de Bruselas del 2016–, ha sido condenado a cadena perpetua con cumplimiento de pena sin beneficios durante al menos 22 años. El tribunal considera que estaba "plenamente integrado" en la célula islamista de París, a pesar de que aquella noche no participó directamente en los ataques.

El presidente del tribunal que durante casi 10 meses ha juzgado la veintena de terroristas relacionados con los peores atentados de la historia de Francia, Jean-Louis Périès, ha leído la sentencia este anochecer ante decenas de víctimas y de los acusados, algunos de los cuales lo han recibido con lágrimas. Con la sentencia se cierra el proceso judicial más grande que ha vivido nunca la justicia francesa.

Abdeslam no se arrepintió

Los hechos se remontan al 2015, cuando una célula terrorista de Estado Islámico mató a 130 personas en la capital francesa y provocó más de 400 heridos, la mayoría en la sala de conciertos Bataclan, pero también en diferentes cafés de la ciudad y en el Estadio de Francia. Abdeslam, de nacionalidad francesa y nacido en Bélgica, sobrevivió porque –según su relato durante el juicio– se arrepintió en el último momento y renunció a explosionarse. La sentencia, sin embargo, pone en entredicho su versión y considera que si Abdeslam dejó abandonado el cinturón es porque tenía un problema técnico. Después de abandonarlo, huyó a Bruselas. El resto de terroristas que actuaron en París murieron al hacer estallar su cinturón de explosivos o abatidos por la policía en las horas posteriores. 

"No soy un asesino"

Al inicio del proceso, Salah Abdeslam, de 32 años, se mostró desafiante y se declaró combatiente del Estado Islámico. En cambio, a lo largo del proceso acabó pidiendo perdón a las víctimas. El terrorista suplicó al tribunal que no lo condenara a cadena perpetua dado que –asegura– renunció a matar. “Es cierto que he cometido errores, pero no soy un asesino. Si me condenáis por asesinato, cometeréis una injusticia”, advirtió. "La perpetuidad quizás está a la altura de los hechos, pero no de los hombres que están aquí", insistió.

Su abogada, Olivia Ronen, también calificó las penas “de excesivas” y en su alegato final reprochó a la Fiscalía que hiciera pagar a su cliente las muertes que provocaron el resto de terroristas. “Es exactamente el razonamiento de la Fiscalía: sabemos que Abdeslam no fue a Bataclan, que no disparó contra policías, que no llevaba ninguna arma. Pero él podría haber hecho todo esto y, además, los autores no están”, aseguró Ronen. La abogada se preguntó si habrían pedido la pena máxima del Código Penal francés para Abdeslam si el resto de terroristas no hubieran muerto. 

Relato de las víctimas

El macrojuicio ha servido para condenar al principal acusado y al resto de terroristas yihadistas, pero también para escuchar el aterrador relato de las víctimas, las que consiguieron sobrevivir. Decenas de ellas han desfilado por el juicio para explicar el horror que vivieron aquella noche de noviembre y las secuelas psicológicas que todavía sufren. También madres y padres que han perdido a sus hijos. Su relato es uno de los momentos que más se recordarán de este macrojuicio. En cambio, los condenados han ofrecido pocas pistas sobre cómo se idearon y prepararon los atentados.

Dentro de unos meses, Salah Abdeslam y Mohamed Abrini volverán a sentarse en el banquillo de los acusados, en este caso en Bélgica. Los dos terroristas y ocho acusados más serán procesados por su participación en los atentados yihadistas de marzo del 2016 en Bruselas. La detención de Abdeslam en la capital belga, donde se había escondido después de huir de París, precipitó los atentados en el aeropuerto y en el metro de Bruselas, donde murieron 32 personas.

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