Hidalgo gana las primarias de los socialistas y ya es la candidata a las presidenciales de Francia

La alcaldesa de París supera al exministro Stéphane Le Foll pero tiene pocas opciones de llegar al Elíseo

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El primer ministro francés, Jean Castex, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, llegan a visitar el solar de la Villa Olímpica de Saint-Ouen en el marco de una visita a las obras dedicadas a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 a Seine-Saint-Denis, barrio de París

ParísLa alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha mantenido un perfil público bajo desde que anunció en septiembre que sería candidata a las elecciones presidenciales de 2022. Apenas se la ha visto en actos públicos, y en los pocos en los que se ha dejado ver siempre ha sido actuando como alcaldesa. Hidalgo ha sido designada oficialmente por el Partido Socialista (PS) como candidata a las presidenciales, después de haber ganado este jueves las primarias internas. Su equipo promete que a partir de ahora, con el arranque de la carrera hacia el Elíseo, multiplicará los actos como presidenciable coincidiendo con una campaña mediática que se lanzará este fin de semana. Hidalgo irrumpirá “con fuerza”, según asegura su entorno, para cambiar los sondeos preelectorales que le otorgan solo entre un 4% y un 8% de los votos. Si no cambian mucho las cosas –tampoco es improbable, todavía quedan seis meses–, la socialista francesa de origen español no tiene opciones de llegar al Elíseo. 

El pistoletazo de salida de la campaña para las elecciones presidenciales del año que viene no se celebrará hasta el 23 de octubre en Lilla, en un gran acto con los pesos pesados del PS –se unirán para apoyar a Hidalgo “diferentes generaciones de la familia socialista”–, pero la alcaldesa de la capital ya es oficialmente candidata y hace días que prepara a su equipo para lanzarse a la carrera electoral. Está midiendo mucho los tempos. Uno de los primeros actos públicos después de ganar las primarias será este viernes en Valencia, donde participará en el congreso del PSOE para intentar relanzar su popularidad en Francia con una foto junto al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. 

Las primarias de este jueves eran un puro trámite. Anne Hidalgo solo tenía un rival, Stéphane Le Foll, exministro durante la presidencia de François Hollande y considerado –a diferencia de la alcaldesa– integrante del aparato histórico del partido. La candidatura de Hidalgo, que contaba con el visto bueno del actual presidente del PS, ha recibido el apoyo mayoritario de los electores. De hecho, que el exministro y actual alcalde de Le Mans se presentara como rival de Hidalgo, a sabiendas de que ella ganaría las primarias, ha molestado y sorprendido a algunos miembros de la formación, que habrían preferido ahorrarse la votación. Hidalgo se la llevó con un 72% de los votos.

A pesar de las presiones, el exministro de Agricultura ha querido mantener el pulso hasta el final y no se ha ahorrado críticas a Hidalgo y al partido por haber esquivado cualquier debate interno sobre la candidatura a las elecciones presidenciales. “No sé cómo hacemos política en el PS. Quizás antes había demasiados debates, pero que ahora no haya ninguno me parece que es inadmisible e inaceptable”, aseguraba Le Foll hace pocos días a los micrófonos de France Info. La prensa francesa destaca que el alcalde de Le Mans se ha sentido ninguneado por el partido y no ha retirado su candidatura a las primarias para mostrar públicamente su descontento. Sea como sea, Le Foll ha quedado lejos de disputar el liderazgo de Anne Hidalgo en las presidenciales. 

Fragmentación de la izquierda francesa

Cuando faltan seis meses para las elecciones, ninguno de los candidatos de izquierdas tiene opciones de pasar a la segunda vuelta. La fragmentación de la izquierda –con las candidaturas de Hidalgo, de Jean-Luc Mélenchon de la izquierda radical, del ecologista Yannik Jadot, del ex socialista Arnaud Montebourg y del comunista Fabien Roussel, entre otros– hace muy difícil que uno de los candidatos sume un porcentaje de voto que supere el 25-28% que los sondeos otorgan al presidente, Emmanuel Macron, y el tenedor de entre el 14% y el 17% que tendrían tanto la candidata de ultraderecha Marine Le Pen como el potencial candidato xenófobo Éric Zemmour (algunas encuestas sitúan a Le Pen por delante de Zemmour, que todavía no ha confirmado que se presentará a las elecciones, y otros al revés). 

Como solo los dos aspirantes más votados pasan a la segunda vuelta, los candidatos de la izquierda tendrían que superar a Le Pen y Zemmour en la primera vuelta, cosa que hoy por hoy parece muy complicado. Solo una alianza de candidaturas de izquierdas lo haría posible, pero no parece que ahora mismo ninguno de los presidenciables tenga la intención de hacer un movimiento en este sentido. En el Ayuntamiento de París, de hecho, en los últimos días se ha empezado a notar la tensión y el distanciamiento entre los socialistas de Hidalgo y uno de sus socios, los Verdes, con reproches y críticas a los plenarios poco habituales entre las dos formaciones.

A raíz de esta situación, un movimiento ciudadano conocido con el nombre de Primaria Popular ha lanzado una campaña para pedir a los partidos de izquierda una candidatura unitaria de cara a las presidenciales como única opción para conseguir que el próximo inquilino del Elíseo sea de izquierdas. Proponen la celebración en enero de unas primarias populares en las que la ciudadanía vote qué cuál de los líderes progresistas tiene que ser el candidato final.

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