La isla del Toro y las islas Malgrats cuadruplican su biomasa en 17 años
El Govern Balear prevé unificar las dos reservas marinas y ampliar 13 veces la dimensión actual protegida
Palma de MallorcaLa isla del Toro y las islas Malgrats, de Calvià, cumplen este año 18 años como reservas marinas de interés pesquero, una protección que ha permitido cuadruplicar la cantidad de peces que viven en la zona, según los datos de la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. Con 227 hectáreas, son de las reservas más pequeñas del archipiélago (todas juntas suman 63.700 hectáreas). A pesar de esto, despiertan el interés por los resultados de la recuperación y la productividad. Sobre todo en la Isla del Toro, que es el principal punto caliente, porque tiene la más alta concentración de biomasa.
A partir de septiembre, la conselleria prevé ampliar y unificar las dos reservas, de forma que la superficie protegida pasará a ser de 2.952 hectáreas, 13 veces las dimensiones actuales. Además, se endurecerá la protección en algunas zonas, de forma que las áreas actualmente protegidas pasarán a ser zonas de "extracción cero", es decir, estará prohibida cualquier modalidad de pesca, a excepción de la moruna y el jonquillo en las dos islas, además del curricán de fondo y potera para cefalópodos en las Malgrats. Serán "reservas integrales, donde no se haga casi ninguna extracción", ha concretado el biólogo Benjamí Reviriego.
"Ha habido una recuperación de recursos pesqueros que en algunos casos ha tenido resultados espectaculares", asegura. Resulta que en los últimos tiempos la cantidad de especies ha aumentado y, además, "son más grandes y se ven especies raras con más frecuencia", dice, especificando que el incremento de la productividad ha causado también el aumento de "la biomasa, la riqueza específica y la abundancia de esta".
Aun así, los efectos de la pesca todavía persisten. De hecho, este fue uno de los principales motivos por los cuales se decidió poner límites a las extracciones que se hacían, porque "Mallorca está arrasada por la pesca y la pesca submarina" explica un buceador recurrente en la isla del Toro, Nando Darder, que asegura que, hoy en día, puedes encontrar plomos o hilo de pescar que ha quedado por encima de las rocas.
Característicamente diferente
De la reserva de la isla del Toro, la zona más cercana a la tierra es la que más biodiversidad tiene: los valores de la biomasa (37 kg/250 m2) son cinco veces más grandes que en otros lugares de la misma reserva, según el último informe de seguimiento hecho por la dirección general de Pesca y Medio Marino. Tanto el Toro como Malgrats se caracterizan por tener un fondo marino amplio, espacioso y abrupto, lo que permite tener variedad de paisajes submarinos, de hábitats y de comunidades de organismos. Por otro lado, el hecho de que las islas combinen estrechos y cabos, hace que se formen corrientes marinas que potencian el matenimiento de la cadena trófica. Otro rasgo destacable es que el mero y el corvina han sustituido al sargo y la mojarra como especies dominantes, que suelen ser las dos especies más abundantes en todas las zonas estudiadas en todas las Baleares.
Por ahora, en las Islas hay alrededor de 1,1 millones de hectáreas marinas protegidas, de las cuales 89.478 ha son las aguas del Parc Nacional de Cabrera después de su ampliación, 63.000 ha a partir del decreto de posidonia ―decreto 25/2018 de 27 de julio― y 63.700 ha en reservas marinas. Sin embargo, también se cuentan las partes marinas de los espacios naturales protegidos como es Trenc (2.225 ha), s'Albufera des Grau (1.735,5 ha), ses Salines (13.610,58 ha), diferentes parajes naturales de la Sierra de Tramuntana (1.123,00 ha) y la Red Natura 2000 de ámbito autonómico (78.812,43 ha).
Por ahora, el Govern no tiene un objetivo claro en cuanto a la superficie marina que proteger. Eso sí, los partidos que forman el Govern de las Islas Baleares fijaron una serie de medidas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 14 de la ONU: continuar con la protección de la posidonia oceánica, mantener la gestión del Parc Nacional de Cabrera y abrir negociaciones con el Estado para establecer mecanismos que favorezcan una mayor sostenibilidad en la llegada de cruceros. Además, también han pedido al Estado la declaración del mar balear como zona especialmente sensible (ZMES), que no es una figura de protección en sí, pero permite desarrollar algunas actuaciones de protección. Aun así, hay que recordar que la legislatura pasada el corredor de cetáceos se declaró zona especialmente protegida de importancia para el Mediterráneo (ZEPIM).