La propuesta de Trump para la guerra de Ucrania marca la cumbre del G-20

BarcelonaPese a haber optado por no enviar ninguna delegación a la cumbre del G-20 en Johannesburgo, la sombra del presidente estadounidense, Donald Trump, planeó sobre el encuentro anual de las veinte economías más potentes del mundo. Su ultimátum en Ucrania para aceptar un plan de paz sesgado en favor de Rusia, dado a conocer hace un par de días, ha marcado el desarrollo de la cumbre, sobre todo por los representantes de los países europeos, que han celebrado una reunión paralela para discutir una respuesta común. Suráfrica, la anfitriona, ha logrado la aprobación de una declaración conjunta con el cambio climático en el centro, toda una bofetada en Trump, que había exigido a los asistentes que no firmaran ningún documento sin la presencia de Estados Unidos.

Horas antes del cónclave, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha mantenido conversaciones telefónicas con varios dirigentes para comentar la propuesta de paz de Trump. Entre ellos estaba el primer ministro británico, Keir Starmer, el canciller alemán, Friedrich Merz, o el presidente francés, Emmanuel Macron. Según ha informado Reuters, estos políticos, máximos responsables de los tres pesos pesados ​​europeos, han mantenido en Johannesburgo un primer encuentro para coordinar sus posiciones. Más tarde, la reunión se ha ampliado con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo de la UE, el portugués Antonio Costa, además de los dirigentes de Finlandia, Noruega, España y Países Bajos.

"Elborrador inicial de los 28 puntos incluye elementos importantes que serán esenciales para una paz justa y duradera", afirma un comunicado firmado por los líderes europeos hecho público después de su encuentro. "Por tanto, creemos que el borrador puede ser una base que requerirá trabajo adicional", añade el texto. Justamente este domingo está prevista una reunión en Ginebra entre representantes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Ucrania.

Una declaración conjunta a pesar de Trump

En su discurso de apertura de la cumbre, el presidente de Suráfrica, Cyril Ramaphosa, se felicitó por haber llegado a una declaración conjunta y envió un mensaje velado a Donald Trump. "No debemos permitir que nada disminuya el valor, el nivel y el impacto de la primera presidencia africana del G-20", dijo Ramaphosa. Precisamente, el boicot de Washington pretendía dar una mala pasada a Suráfrica, país al que Trump ha acusado falsamente de llevar a cabo un "genocidio" contra la minoría blanca. De hecho, su exigencia en los países miembros que no aprobaran un comunicado conjunto tenía como finalidad hacer fracasar la cumbre, la primera celebrada por el G-20 en el continente africano.

La declaración final recoge una serie de principios hacia los que la administración Trump ha mostrado una posición hostil, como la necesidad de luchar contra el cambio climático o la importancia del multilateralismo. "Ponemos énfasis en la importancia de reforzar la cooperación multilateral para hacer frente a los riesgos presentes o futuros y los desafíos de la economía global", sostiene la declaración, que hace un llamamiento a aumentar las inversiones globales para poder cumplir los objetivos del acuerdo sobre el clima de París, especialmente en el ámbito de las energías renovables, así como en promover un desarrollo sostenible y más inclusivo que tenga en cuenta los problemas de endeudamiento de los países pobres.

La victoria de Pretoria en su pulso con Washington ha sido evidente, ya que tan sólo un país, Argentina de Javier Milei, ha hecho caso a Trump y ha votado en contra de la declaración conjunta. La Casa Blanca ha reaccionado a través de su portavoz calificando la aprobación del texto como "vergonzosa", ya que no se ha respetado la convención de que sea fruto del consenso.

El G-20 es una organización que se creó en 1999 una vez se hizo evidente que el ascenso de varias economías del llamado Sur Global había convertido en poco representativo al G-7, organización que reúne a los países más industrializados del mundo. Sin embargo, no fue hasta la crisis financiera de 2008 que el G-20 adquirió un peso notable en la gestión de los asuntos mundiales. La organización incluye un total de 19 países, incluidos Brasil, India o China, además de la Unión Europea y la Unión Africana. En total, representan el 85% del PIB del mundo y más de 65% de su población.

Si bien en Johannesburgo había una nutrida presencia de líderes mundiales, entre ellos, el francés Emmanuel Macron, el indio Narendra Modi o el brasileño Lula da Silva, también han destacado algunas notables ausencias, como las de los presidentes de Rusia y China. En el caso de Vladímir Putin, la razón más probable es el riesgo de ser arrestado en cuanto llegara a Suráfrica, ya que sobre él pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional, del que Pretoria es signatario.