Europa

Macron y Xi Jinping piden una "tregua olímpica" para detener las bombas durante los Juegos de París

Ambos mandatarios escenifican las tensiones por la guerra comercial entre la UE y China

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La primera dama francesa Brigitte Macron, el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente chino Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan caminan juntos al término de la ceremonia oficial de bienvenida en el Hotel national des Invalides en París, Francia, 6 de mayo de 2024.

ParísCinco años después de su última visita a Europa, Xi Jinping ha viajado a París este lunes. El mandatario chino, acompañado de su esposa, Peng Liyuan, realiza una visita de estado a Francia para celebrar los 60 años de una "relación especial" con París, pero el encuentro llega en un momento muy convulso en la escena internacional y en plenas tensiones comerciales entre la Unión Europea y Pekín. Las cuestiones comerciales y geopolíticas –especialmente la guerra en Ucrania– han centrado la primera jornada de la visita.

"El diálogo euro-chino es más necesario que nunca" por la situación internacional, ha afirmado el presidente de la República, Emmanuel Macron, después reunirse por la mañana con el presidente de China, en un encuentro en el que también ha participado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El presidente francés ha pedido a Xi Jinping que interceda ante el presidente ruso, Vladimir Putin, para que acepte una "tregua olímpica": es decir, que durante los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán este verano, haya un alto el fuego. El inquilino del Elíseo quiere que durante los Juegos las bombas se detengan en todas las guerras del mundo, y especialmente en Ucrania y en Gaza. El presidente chino se ha mostrado claramente a favor y, en una comparecencia sin preguntas ante la prensa, ha dicho que China "llama a una tregua al mundo entero con ocasión de los Juegos Olímpicos". Es la única concesión que ha hecho Pekín.

Aliado de Putin

China es el principal aliado de Putin, y el presidente de la República quería presionar a Xi Jinping para que contribuya a resolver el conflicto en Ucrania, sobre todo ante la perspectiva del viaje a China que el presidente de Rusia hará este mes de mayo. Macron y la UE esperan que Xi Jinping pueda hacer de mediador frente a Putin, aunque hasta ahora las peticiones anteriores en el mismo sentido no han tenido éxito. Hace un año el jefe del estado francés visitó China, y entonces ya pidió su ayuda para poner fin a la guerra en Ucrania.

Esta vez, Xi Jinping tampoco ha mostrado ningún entusiasmo ante la petición y ha enfriado las expectativas de Macron y la UE para que Pekín utilice su influencia con Moscú. "China no está en el origen de esta crisis ni participa", ha avisado. El mandatario asiático ha pedido que no se le responsabilice de lo que está ocurriendo en Ucrania y ha hecho un llamamiento al diálogo entre Kiiv y Moscú. "La historia ha demostrado que una guerra sólo puede resolverse negociando", ha destacado. El presidente chino insistía en que la guerra en Ucrania no es cosa suya: "Nos oponemos al uso de la crisis de Ucrania para culpar a los demás, difamar a un tercer país e iniciar una nueva Guerra Fría", ha advertido.

El presidente de China también ha reiterado que se compromete a no vender armas a Rusia, una promesa que ya hizo hace un año pero que podría estar incumpliendo. Estados Unidos acusa a Pekín de estar vendiendo tecnología y equipamientos de uso dual –que no son armas pero se pueden utilizar para construir–. Xi Jinping también se mostró a favor de una conferencia internacional sobre Ucrania para negociar la paz, siempre que Rusia participe.

Xi denuncia las subvenciones al coñac

En el ámbito comercial, Pekín y París han firmado acuerdos en sectores como la aeronáutica o la agricultura, pero han pasado de puntillas por las cuestiones más espinosas, que siguen sin resolver, como las ayudas públicas a algunos sectores de la industria china . Emmanuel Macron ha pedido a Xi Jinping "normas justas para todos" en materia comercial, en una de las pocas referencias a la cuestión. La Unión Europea considera que las fuertes ayudas de estado que China inyecta en su industria suponen una competencia desleal para Europa. Von der Leyen ha trasladado al mandatario chino preocupación europea por los vehículos eléctricos, que China vende a Europa a precios muy inferiores a los que se fabrican en la UE.

A su vez, Pekín acusa a Europa de estar impulsando "medidas proteccionistas" en materia comercial, y también reprocha al bloque europeo ayudas públicas a algunos sectores. Pekín señala al coñac francés como uno de los sectores más subvencionados y, de hecho, el gobierno chino ha abierto una investigación por posibles subvenciones ilegales. Por ahora, China no ha impuesto una nueva tasa aduanera para el coñac, pero estudia hacerlo. El presidente de la República ha ofrecido este lunes a Xi Jinping botellas de coñac francés.

"El futuro de nuestro continente también dependerá muy claramente de nuestra capacidad para seguir desarrollando las relaciones con China de forma equilibrada", ha advertido el presidente francés.

Al margen de las tensiones comerciales, Macron ha recibido a Xi Jinping en una ceremonia solemne con todos los honores –himnos nacionales interpretados por la Guardia Republicana y revista de las tropas incluidos– en el complejo de los Inválidos. Por la noche han celebrado una cena de gala en el Elíseo. Mañana los dos mandatarios se desplazarán a los Pirineos, en el collado del Tormalet, en una jornada más informal y distendida.

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