Macron y Scholz, sobre la guerra en Ucrania: "Nunca vamos a tomar la iniciativa de la escalada"
Ambos mandatarios se reúnen en Berlín para hablar de las diferencias sobre el conflicto
ParísCuando se trata de la guerra en Ucrania, Francia y Alemania mantienen posiciones muy divergentes sobre el papel que deben jugar los aliados. El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, se han reunido este viernes en Berlín para intentar, una vez más, acercar posiciones antes de la cumbre europea de la próxima semana. Pero de la reunión sólo han salido dos ideas de consenso, las mismas que Macron ha repetido en más de una ocasión.
En primer lugar, "no tomar nunca la iniciativa de la escalada" ante Putin y, en segundo lugar, "no dejar que Rusia gane la guerra" y seguir apoyando a Kiiv "hasta el final". En esto, Berlín y París están de acuerdo. Poco más.
Scholz y Macron también se han reunido con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, con quien han acordado comprar de forma inmediata más armamento para Kiiv, si fuera necesario acudiendo al mercado internacional.
Las palabras de Macron en la cumbre sobre Ucrania del 26 de febrero en París, en la que ponía sobre la mesa la posibilidad de enviar tropas aliadas sobre el terreno, crearon un enorme jaleo político en las capitales. En Berlín, la idea no gustó en absoluto.
Horas antes del encuentro, Macron concedía una entrevista televisiva para reafirmarse en su posición de no descartar enviar tropas aliadas a Ucrania. El presidente francés está convencido de que hay que empezar a romper ese tabú y sostiene que evitar una victoria de Rusia es esencial para garantizar la paz y la seguridad en Europa. "Actualmente no estamos en este punto, pero por ahora no excluimos esta opción", afirmó, al tiempo que advertía de que si Rusia gana la guerra, "se acabará la seguridad en Europa".
El presidente de la República ha subrayado en más de una ocasión en las últimas semanas que enviar tropas sobre el terreno es sólo una posibilidad y no hay ninguna decisión tomada, pero Le Monde ha publicado una conversación privada del presidente que revela que tiene asumido que la idea acabará concretando tarde o temprano. Según el relato del diario francés, la noche del 21 de febrero, durante un cóctel en el Elíseo, Macron –con una copa de whisky en la mano– admitió frente a un grupo de invitados: "El próximo año tendré que enviar chicos a Odessa", refiriéndose a soldados franceses.
Para Scholz, enviar tropas sobre el terreno sigue siendo un tabú y una línea roja muy gruesa. El canciller también mantiene su oposición a entregar a Kiiv misiles de larga distancia Taurus, incluso ante las presiones de sus socios de gobierno y de los aliados para que lo haga. Pero el dirigente alemán se niega porque asegura que este tipo de misil necesita un ajuste que solo pueden realizar soldados alemanes. "Como canciller, tengo la responsabilidad de evitar que Alemania participe en esta guerra", aseguró Scholz el miércoles ante su Parlamento. En cambio, el canciller ha anunciado este viernes una nueva coalición de aliados para dotar a Ucrania de artillería de largo alcance, unas armas reclamadas por el gobierno ucraniano.
La guerra en Ucrania ha sido uno de los puntos de fricción más evidentes –pero no el único– entre Macron y Scholz. En los últimos meses ha habido intentos de acercamiento y escenificaciones de consenso de un eje franco-alemán cada vez más fragilizado. Pero el conflicto en Ucrania deja en evidencia una y otra vez que París y Berlín no comparten la misma visión estratégica.
La proximidad de las elecciones europeas tampoco ayuda a un acercamiento: ambos deben defender sus posiciones en relación a la guerra ante sus electores. Este viernes, tras el encuentro, Macron, Scholz y Tusk han comparecido ante la prensa sin aceptar preguntas, probablemente por no evidenciar las discrepancias.