¿Puede ser Marine Le Pen la nueva presidenta de Francia?
La primera vuelta de la elección presidencial se celebra el domingo con la candidata de extrema derecha al alza en las encuestas
París“Nada es imposible”, proclamaba eufórica el jueves la líder de extrema derecha Marine Le Pen en su último mitin de campaña, celebrado en Perpiñán, entre gritos de “ganará”. Le Pen, que empezaba hace meses la campaña electoral con su liderazgo político amenazado por la irrupción de un nuevo candidato de ultraderecha, Éric Zemmour, la ha acabado este viernes convencida de que conseguirá ganar en la segunda vuelta al favorito, el presidente Emmanuel Macron. En las encuestas, la candidata de Reagrupamiento Nacional (RN) ha completado un espectacular esprint final que hace pensar que Macron ya no tiene garantizada la reelección. En los últimos días se ha instalado la idea de que Marine Le Pen puede ganar y los sondeos alimentan la posibilidad.
El domingo se celebra la primera vuelta de la elección presidencial y los sondeos apuntan a una victoria de Emmanuel Macron con un 26%-27% de los votos, seguido de Marine Le Pen con un 21%-23%, a pesar de que una encuesta difundida este viernes por la televisión BFMTV otorga a la candidata un 25%, rozando el mismo resultado que el del candidato de En Marche. Hace pocas semanas, la distancia entre los dos candidatos era más amplia, sobre todo desde que estalló la guerra en Ucrania y la popularidad del presidente de la República se disparó, mientras que la de Le Pen –cercana al presidente ruso, Vladímir Putin– cayó. Pero la hija del fundador del Frente Nacional ha ido recortando distancias. Solo los dos candidatos con más votos pasarán a la segunda vuelta, que se celebrará dos semanas después, el 24 de abril, y si no hay sorpresas la batalla será entre Macron y Le Pen.
¿Qué pasará el 24 de abril? Las encuestas, otra vez, apuntan a una victoria de Macron, pero la novedad es que el ascenso de los últimos días de la líder de extrema derecha deja un resultado muy igualado. El último sondeo pronostica una ajustadíssima victoria de Macron con un 51% ante el 49% de Le Pen. Ninguna de las encuestas anteriores mostraba una diferencia tan exigua. En pocas palabras, la candidata de extrema derecha tiene a su alcance ser presidenta de Francia.
Votantes indecisos
“Por primera vez, si nos fijamos en los sondeos, las posibilidades de que ella pueda ganar en la segunda vuelta con un programa de extrema derecha no son nulas –escribía el director de Le Monde en una carta publicada en el diario en que pedía a los franceses que no votaran los candidatos de extrema derecha–. Las dos candidaturas son incompatibles con nuestros principios y son contrarios a los valores de la República, al interés nacional y a la imagen de Francia”. La idea coge fuerza y las posibilidades existen, sobre todo si se tiene en cuenta que todavía hay un gran número de electores indecisos que las encuestas no reflejan y que la extrema derecha acostumbra a tener un porcentaje de voto oculto.
En el cuartel general de En marche hay nervios y Macron ha dedicado las últimas horas de la campaña a desmontar las propuestas de Le Pen y a recordar que es una candidata de extrema derecha, aunque haya intentado suavizar su imagen. "Los fundamentos no han cambiado: es un programa racista, que pretende dividir la sociedad, y es de una gran brutalidad", aseguraba Macron en una entrevista en Le Parisien.
Lo que parece más probable es que en la segunda vuelta se repita el duelo entre Macron y Le Pen del 2017, pero las encuestas no siempre lo han acertado en Francia. El 2002, por ejemplo, nadie había previsto que el líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen pasara a la segunda vuelta, pero el padre de la actual candidata de RN quedó justo detrás de Jacques Chirac –que también se impondría después en la segunda vuelta– y eliminó contra todo pronóstico a Lionel Jospin. "Los sondeos siempre se han equivocado desde 1995", aseguraba el martes Zemmour.
En cuanto al resto de candidatos presidenciales –en total hay 12–, el único que parece mantener alguna opción para colarse en la segunda vuelta es el candidato de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, de La France insoumise. Las encuestas lo sitúan en tercera posición con un 17% y su equipo confiaba todavía este viernes en dar la sorpresa. En cuarta posición se situaría la candidata conservadora de Les Républicains (9%), empatada con el ultraderechista Éric Zemmour (9%).
Elevada abstención
La campaña más atípica de las elecciones presidenciales ha acabado este viernes, pero la mayoría de candidatos ya habían celebrado sus últimos mítines días atrás. En las calles hay poco ambiente electoral y, de hecho, se espera una elevada abstención, que podría llegar a la cifra récord del 30%. La guerra de Ucrania ha dejado en un segundo plano las elecciones y ha obligado los candidatos a hacer una campaña de baja intensidad, que estuvo prácticamente parada durante los primeros días del conflicto. Macron solo ha celebrado un mitin, no ha participado en ningún debate con los candidatos y apenas se le ha visto dos o tres veces pisando la calle.
En plena guerra y en medio de la recuperación económica en Europa después de la pandemia, Francia se enfrenta a una de las elecciones más relevantes de su historia. Por primera vez la extrema derecha podría llegar al Elíseo. El diario Libération, en su edición de fin de semana, es bastante elocuente: "Sed inteligentes. Votad a la izquierda", titula en la portada.