Los ex colones israelíes de Gaza reclaman volver a la Franja después de la guerra
Israel insiste en que no ocupará el enclave, donde mantuvo asentamientos ilegales hasta el 2005
JerusalénOded Mizrahi no ha parado de vender camisetas desde que empezó la guerra de Gaza. En todas ellas, sobre un fondo naranja, pone el siguiente mensaje en hebreo: "Ha baita" (Hacia casa). Es el deseo de muchos colonos israelíes que vivían en los 21 asentamientos ilegales de la Franja antes del 2005, cuando Israel los desmanteló, y que ahora reclaman volver. Y también es el anhelo de una parte de la sociedad israelí que, aunque todavía es minoritaria, exige con cada vez más vehemencia que el ejército ocupe totalmente el enclave y que Israel vuelva a construir colonias. "Lo que ocurrió el 7 de octubre demuestra que nunca deberíamos haberse ido de Gaza. Queramos o no, los árabes nos obligan a controlar la Franja. Sólo están interesados en matar. La realidad nos fuerza a volver", afirma Mizrahi, que trabaja en el Museo Gush Katif de Jerusalén, donde se conservan objetos y fotografías de los antiguos asentamientos, y se reivindican los vínculos históricos y bíblicos del pueblo judío con el enclave.
"Nuestra presencia en Gaza se remonta a tiempo de Isaac. Debemos volver a Gaza porque es una cuestión de seguridad, pero también porque es parte de Eretz Israel", afirma Mizrahi, que utiliza el concepto hebreo que los judíos religiosos hacen servir para hablar del antiguo reino de Judá y la Tierra Prometida por Dios a los israelitas. Sin embargo, el antiguo territorio del rey David nunca incluyó la Franja, y la comunidad internacional siempre ha visto la ocupación israelí de Gaza como un incumplimiento del plan de partición de Palestina de 1948. En 2005, el mismo estado de Israel decidió abandonar el enclave, sacar a sus tropas y derribar los asentamientos, en el llamado "plan de retirada unilateral" de Gaza. El gobierno, liderado por el primer ministro Ariel Sharon, ofreció 200.000 dólares a cada familia que abandonara voluntariamente el territorio. Muchas se negaron y fueron expulsadas por la fuerza. En ese momento, en Gaza vivían unos 8.000 israelíes.
"Se trataba de dar todas las facilidades similares a un estado independiente. Lo concebíamos como un primer paso hacia un estado palestino", asegura el ex general Ephraim Lapid, experto del Europa Institute de la universidad de Bar-Illan y antiguo portavoz del ejército israelí. "Pero en el 2006, Hamás ganó las elecciones, y eso lo cambió todo", opina. El grupo islamista, que tiene entre sus ideales la destrucción de Israel, llevó a cabo múltiples ataques terroristas contra el país durante décadas y lanzó más de 16.700 cohetes entre 2005 y 2021. Por su parte, Israel incumplió parte de los compromisos de su retirada y mantuvo un estricto control fronterizo por tierra, mar y aire sobre el enclave que convirtieron a la Franja en una "prisión a cielo abierto", según las ONG internacionales. Además, en respuesta o previsión de los ataques de Hamás, Israel bombardeó la Franja en decenas de ocasiones, y en 2014 invadió el territorio. Antes de este 2023, más de 5.360 gazatinos ya habían muerto en ataques israelíes en la Franja. En lo que va de guerra, ya han muerto otros 13.000.
Peticiones para ocupar la Franja
La actual guerra en Gaza ha hecho renacer el sentimiento de propiedad sobre la Franja en muchos israelíes. Sobre todo entre los más religiosos y los simpatizantes de la extrema derecha, que también conformaban la mayoría de los ex-colones del enclave. "Convirtimos el desierto en el jardín del Edén", dice con nostalgia Shlomo Wasserteil, que vivió durante 30 años en la Franja. Pese a su avanzada edad, el hombre asegura que quiere volver a vivir en el enclave cuando acabe la guerra: "El primer día que sea posible volveremos. Lo estamos esperando". En conversación con el ARA, explica que antes de la segunda intifada (en los años 2000) mantenía amistad con árabes de la zona, pero que desde entonces, y especialmente desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, ya no quiere ni verlos. "Ya no puedo vivir con árabes. Solo volveré cuando no queden en Gaza", dice.
Afirmaciones como ésta, junto con las declaraciones de importantes políticos israelíes, hacen temer que Israel busque llevar a cabo una limpieza étnica en la Franja, donde viven más de 2 millones de palestinos. Un extremo que el gobierno israelí ha negado. "La ocupación no está en absoluto en nuestros planes. Ni públicos ni ocultos", afirma Ephraim Lapid, que es partidario de ceder la Franja a la Autoridad Nacional Palestina, pero también de que Israel mantenga el control de seguridad sobre la Franja. Con todo, miembros del gobierno israelí, como el ministro de finanzas, Bezalel Smotrich, se han mostrado partidarios de trasladar a los gazatinos al extranjero. "Esa es la solución humanitaria adecuada para los residentes de Gaza […] El Estado de Israel ya no puede soportar la existencia de una entidad independiente en Gaza", ha dicho el político extremista.
Y no ha sido el único en decirlo. La ministra de Asentamientos y Misiones Nacionales, Orit Strook, también ha apoyado la "reocupación" de Gaza: "Creo que, al final del día, el pecado de la retirada será revertido. No sé cuánto tiempo llevará. Lamentablemente, el regreso a la Franja de Gaza provocará muchas víctimas, al igual que la salida de la Franja de Gaza provocó muchas víctimas. Pero en última instancia es parte de Eretz Israel, y llegará un día en el que volveremos". dicho. En los últimos días, soldados israelíes desplegados en Gaza han compartido en las redes fotos y vídeos reivindicando el regreso a la Franja. Y el pasado octubre se filtró un documento del ministerio de inteligencia israelí que sugería la reubicación de los gazatinos en la península del Sinaí, en Egipto.