Hezbollah ya ha hecho su venganza: ¿las negociaciones por Gaza frenarán la respuesta de Irán?

Netanyahu y Nasrallah presentan sus ataques del domingo como un éxito para contener la escalada regional

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Un grupo de hombres sigue el discurso del domingo de Hasan Nasrallah, el líder de Hezbollah, en un café de Beirut

BeirutDespués de la tormenta, con los ataques transfronterizos de la madrugada del domingo, los más violentos desde la guerra del 2006, parece que vuelve la calma. Al menos por el momento. Hezbollah e Israel han presentado sus respectivos ataques del domingo como un gran éxito, lo que se interpreta como un intento de contención por evitar una escalada regional. “El objetivo era salvar las apariencias y continuar en el mismo ciclo, calibrando la tensión”, explica al ARA Bashar al Lake, analista cercano a la milicia chií libanesa.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se puso una medalla ante la audiencia de Israel mostrando cómo su ejército frustró un ataque a gran escala desde Líbano: un centenar de cazas atacaron preventivamente al país vecino. Por su parte, Hasan Nasrallah aseguró que, "pese a las dificultades", tuvo lugar la operación en represalia por el asesinato del comandante Fuad Shukr, el pasado mes en Beirut, y aunque Israel intente esconderlo cumplieron "con éxito sus objetivos". En su discurso, el líder de Hezbollah aseguró que la respuesta por el asesinato de Shukr se hizo en dos etapas, la primera con el lanzamiento de cientos de cohetes para confundir el sistema de defensa antiaéreo israelí y la segunda logró objetivo estratégico con drones explosivos. Al-Lake interpreta que "su venganza estaría completa y no harán falta nuevos ataques de represalia”.

Tras los asesinatos de Shukr en Beirut y del jefe político de Hamás, Ismael Haniyeh, en Teherán, el 31 de julio, se temía una escalada de violencia con importantes repercusiones en Oriente Próximo y en las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza. Pero de momento la tensión empieza a bajar. esperaba, parece haber funcionado de momento", insiste el analista libanés, que no descarta que pueda haber "una mayor escalada a largo plazo".

"La batalla no ha terminado"

Pero lo que se está dibujando es sólo el fin de un capítulo de una historia que será más larga. En esta línea, Mohamed Hage Ali, del Centro Carnegie para Oriente Próximo, señala que “ha sido una respuesta inicial, pero la batalla no ha terminado”. De hecho, Netanyahu dijo el domingo que, aunque el ejército israelí ha "destruido miles de cohetes, no es el fin de la historia". Tampoco es el final para Nasrallah, quien advirtió que "a los israelíes les esperan ataques de alto nivel en el futuro". "Nadie puede determinar el curso de la confrontación", advierte Hage Ali.

Una de las mayores preocupaciones que ha hecho redoblar los esfuerzos diplomáticos era que las promesas de represalias contra Israel vinieran juntas o separadas, desde los diferentes frentes del “eje de la resistencia”, creando un ciclo de violencia en algunas partes de la región como en Irak y Yemen. La pregunta ahora es qué hará Teherán después de la primera respuesta de su proxy libanés.

Irán aún parece querer dar una oportunidad a la diplomacia y está retrasando su respuesta al asesinato de Haniyeh, en unas instalaciones de su cuerpo de élite, la Guardia Revolucionaria, cuando era un invitado del país por asistir a la investidura del nuevo gobierno. En este sentido, Nasrallah en su discurso recordó a Israel que todavía debe esperar una respuesta de Irán, pero también de los houthis de Yemen por el ataque a la ciudad portuaria de Hodeida.

Teherán ha vuelto a hablar después de unas semanas de silencio. Tras elogiar el "exitoso" ataque de Hezbollah, Irán advirtió a Israel contra el mito de su invencibilidad. El portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanani, lo constataba en un mensaje a X: "A pesar de el apoyo de Estados Unidos, Israel no pudo predecir el momento y el lugar de una respuesta limitada y controlada de la resistencia. Israel ha perdido su poder de disuasión". Kanani añadió que Israel "ahora debe defenderse dentro de sus territorios ocupados" y que "los equilibrios estratégicos han experimentado cambios fundamentales" en detrimento del estado israelí.

Los eventos del domingo han aumentado la presión sobre las conversaciones en El Cairo para intentar avanzar en un acuerdo de alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes. Hezbollah y el resto de grupos proiraníes han dado garantías de que si se llega a un alto el fuego en Gaza se comprometen a poner fin a las hostilidades con Israel, pero que si no hay acuerdo se reanudarán. Sobre el terreno, las tropas israelíes siguen presionando en el centro de Gaza y este lunes han ordenado evacuar al Hospital Al Aqsa, el último que queda en funcionamiento en la zona.

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