Israel y Hezbollah protagonizan el intercambio de fuego más fuerte desde 2006

Tel-Aviv se anticipó a un bombardeo masivo de la milicia chií y atacó el Líbano, pero ambas partes dan información confusa sobre los resultados

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Un dron de Hezbollah que cruza desde Líbano es interceptado por un avión de caza israelí sobre una zona cercana a la frontera entre Líbano e Israel, visto desde el norte de Israel, 25 de agosto de 2024

BeirutLos ataques transfronterizos de la madrugada del domingo han sido los más violentos desde la invasión israelí del sur del Líbano de 2006. La información sigue siendo confusa y las versiones contradictorias, lo que se interpreta como parte de la estrategia de guerra de desinformación que tanto Israel como Hezbollah han estado utilizando desde que empezaron los enfrentamientos fronterizos en octubre. Israel declaró haber lanzado un extensivo ataque "preventivo" contra la milicia chií libanesa aliada de Irán. Lo habrían hecho siguiendo información de inteligencia, que aseguraba que Hezbollah planeaba dar a las 5 de la mañana (hora local) su esperada respuesta por el asesinato el mes pasado del comandante Fuad Shukr en Beirut y que sus misiles apuntaban hacia el norte y el centro de Israel. En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron de que utilizaron un centenar de aviones de combate para bombardear un millar de plataformas de lanzamiento de cohetes en, al menos, 40 puntos del sur del Líbano. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, advierte que "esta historia no ha terminado" y crece el temor de que la guerra de Gaza se esparza en la región.

El Israelí primer ministro no tiene especify, porque la siguiente acción, y cuando año, estaba planeada a través de las intensas exchanges, pero sugiere Israel las moves se quieren en "changir la situación en el norte".

Humo y fuego en el lado libanés de la frontera con Israel, después de que Israel dijera que había observado que el grupo armado Hezbollah se preparaba para atacar a Israel y que había llevado a cabo ataques preventivos contra objetivos de Hezbollah en Líbano.
El jefe del estado mayor israelí, el teniente general Herzi Halevi (al fondo en el centro), comandando las operaciones ofensivas y defensivas desde el Centro de Operaciones Kirya.
Un caza israelí arrojando bengalas sobre una zona cercana a la frontera entre Líbano e Israel visto desde el norte de Israel este domingo.

Sin embargo, la versión del grupo chií libanés ha sido muy distinta. En varios comunicados publicados a lo largo de la mañana, proclamaron que habían cumplido con éxito la "primera fase" de su venganza contra Israel por la muerte de Shukr, que era el número tres de Hezbolá. La milicia libanesa proiraní afirmó haber lanzado 300 cohetes y drones explosivos que impactaron en una docena de bases militares en el norte de Israel, desmintiendo así la versión israelí, que aseguraba haber frustrado el ataque de represalia.

Llama la atención que después de 25 días de una respuesta “calculada” y "contra objetivos precisos", la milicia chií libanesa haya empleado cohetes convencionales, seguidos de drones explosivos, en lugar de misiles más precisos y con mayor alcance como los Burkan o los Falaq, de producción iraní –armas que Hezbolá reivindica tener en su poderoso arsenal–, si el objetivo era golpear a Tel Aviv. Según fuentes militares israelíes, Hezbolá planeaba un ataque contra una base del Mossad en el norte de la capital israelí, pero los drones fueron interceptados antes de llegar al objetivo. Sin embargo, Hezbollah atacó posiciones castigadas a diario por los cohetes lanzados desde el sur del Líbano. En la ciudad israelí de Acre, a 10 kilómetros de la frontera con Líbano, algunos proyectiles impactaron contra edificios residenciales y también afectaron a una planta eléctrica, que dejó sin electricidad el asentamiento durante unas horas.

Hezbollah ha estado postergando su represalia a la luz de las negociaciones en curso por un alto el fuego en Gaza, que se han reanudado este domingo en El Cairo, y por eso se entiende que su decisión de atacar ayer buscaba una respuesta "contenida". Israel ya estaba al corriente de la operación militar de Hezbollah para estos días, coincidiendo con la festividad chií del Arbain, que conmemora el último de los 40 días de luto por el martirio del imán Husein, neto del profeta Mahoma, en la batalla de Karbala, en el centro de Irak, a finales del siglo VII.

Aunque tanto las Fuerzas de Defensa Israelí como Hezbollah anunciaron a través de dos comunicados el fin de sus operaciones tras la salida del sol, los ataques a la frontera continuaron durante todo el domingo. Tres combatientes de Hezbolá han muerto en ataques con drones israelíes, mientras que por el lado israelí se contabilizó una baja militar. Un soldado de Israel ha muerto cuando el sistema de defensa antiaérea de su buque de guerra, anclado en el puerto de Nahariya, no interceptó a uno de los cohetes lanzados desde el sur de Líbano.

Ante una peligrosa escalda, el gobierno libanés celebró este domingo una reunión de emergencia para valorar la situación y llamó a una desescalada en la frontera con Israel. También la misión de los cascos azules de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) ha pedido a las partes contención para evitar que la situación salga de control, lo que podría llevar a una guerra más amplia con consecuencias en toda la región.

El espacio aéreo estuvo cerrado a primera hora del domingo en Beirut y muchas compañías aéreas han cancelado los vuelos de los próximos días en previsión a nuevos ataques. Las mismas medidas de seguridad se han aplicado en el aeropuerto Ben-Gurion, en Tel Aviv, con cancelaciones y retrasos de vuelos.

La ciudad de Khiam, en el sur del Líbano, en medio de las hostilidades transfronterizas en curso entre Hezbollah y las fuerzas israelíes.
Daños en un bloque de pisos a raíz de un golpe directo de un proyectil después de que Hezbolá lanzara cientos de cohetes y drones hacia Israel.
Un avión de combate israelí sobrevolando una zona cercana a la frontera con Líbano.

En Beirut todo el mundo estaba a la espera del discurso del secretario general de Hezbollah, Hasan Nasrallah. Más que un típico discurso de combate, Nasrallah se ha visto en la obligación de dar explicaciones sobre los objetivos conseguidos con su ataque de represalia. El líder de Hezbollah enfatizó que el ataque buscaba golpear la base de inteligencia militar de Gilot, en el norte de Tel Aviv, que cuenta con más de 8.000 espías. También quería atacar otra base aérea a 75 kilómetros de Líbano, pero no lo logró. Nasrallah se ha excusado diciendo que "el enemigo [Israel] comenzó sus ataques media hora antes de la operación de resistencia, después de detectar el movimiento de nuestros combatientes, y no en base a información de inteligencia ". Así pues, dijo que la operación israelí no fue "preventiva", sino un "ataque", porque los servicios de inteligencia israelíes fallaron, según su visión. Sin embargo, afirmó que la respuesta se llevó a cabo "con precisión y rigor, pese a las difíciles circunstancias".

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