La flotilla de Gaza sigue adelante a pesar de los problemas mecánicos de uno de los barcos, a los que viajaba Ada Colau

BarcelonaEl barco Family, a donde viajaba la exalcaldesa de Barcelona, ​​Ada Colau, y otros activistas que lideran la Global Sumud Flotilla en su rumbo hacia Gaza ha sufrido problemas técnicos que le impiden continuar. Pero los tripulantes de la embarcación han sido reubicados en otros barcos de la flotilla para que la misión siga adelante. De hecho, este viernes la Flotilla ha zarpado desde Creta para empezar su último tramo hacia Gaza, donde pretenden romper el bloqueo israelí para intentar hacer entrar ayuda humanitaria.

El conjunto de barcos, que aún tardarán al menos dos o tres días en llegar a las costas de Gaza, viajan ahora escoltados por un barco militar italiano, al que se espera que se les unan otro español, el Furor, que zarpó el jueves de Cartagena, y uno griego. Los gobiernos de los tres países han enviado estos barcos después de que los activistas pidieran protección por los reiterados ataques con drones y explosiones a los que les somete Israel.

El gobierno israelí ha insistido este jueves en que impedirá que la Global Sumud Flotilla entre en la Franja de Gaza, pero ha asegurado que no cree que tenga que haber ningún problema con los barcos enviados por España e Italia para asistir a los activistas. "Entendemos que estos barcos están destinados a una misión de rescate en caso de necesidad. Estamos bastante seguros de que no será necesario, por lo que no vemos problemático que haya barcos cerca", ha dicho el director general de Exteriores de Israel, Eden Bar Tal, en una rueda de prensa.

Estas declaraciones presuponen que ninguna de las 51 embarcaciones que forman la Flotilla entrarán en el enclave palestino, que Bar Tal ha subrayado que es una "zona de combate activa". En estos momentos la misión navega pocos kilómetros al sur de Creta en dirección este.

"Todo el mundo debe saber que estos pasajeros están seguros y haremos lo que sea para que siga siendo así", ha dicho el funcionario israelí. La rueda de prensa ha tenido lugar al día siguiente de que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunciara el envío de un barco militar para apoyar a la Flotilla, después de que los activistas denunciaran que han sufrido varios ataques con drones. El gobierno italiano también ha enviado una fragata para posibles operaciones de rescate, y hay otra preparada para hacerle el relevo cuando sea necesario.

Con todo, el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, ha subrayado que los barcos militares italianos no saldrán de aguas internacionales "en caso de que la Flotilla decida romper el bloqueo naval israelí". Ha alertado de que "una vez [los barcos de la Flotilla] hayan abandonado aguas internacionales y hayan entrado en aguas de otro estado, no se podrá garantizar su seguridad". El miércoles la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, subrayó que las fragatas no utilizarán la fuerza militar y criticó la iniciativa de la Flotilla, asegurando que es "gratuita, peligrosa e irresponsable".

Explosiones en torno a los barcos

Italia y España han decidido enviar barcos de apoyo después de que la madrugada del miércoles los activistas reportaran 14 explosiones y el vuelo de drones no identificados, así como interferencias en las comunicaciones. Según los tripulantes, las explosiones se escucharon en torno a varios barcos de la Flotilla y "se vieron objetos que fueron arrojados desde drones o aviones sobre, al menos, diez embarcaciones".

La misión, que zarpó con unos 500 activistas desde España, Túnez, Italia y Grecia a principios de septiembre, ha denunciado ataques en varias ocasiones. Este jueves han advertido de que prevén "nuevos ataques" de Israel en las próximas 48 horas, con armas "pesadas", que podrían hundir a las embarcaciones o "incluso matar a los participantes". En un comunicado afirman tener "información de inteligencia creíble que indica que es probable que Israel intensifique los ataques violentos contra la Flotilla".

Italia ha propuesto a los activistas que entreguen la ayuda humanitaria a Chipre, al personal del Patriarcado Latino de Jerusalén, para que después se envíe a Gaza, pero los participantes de la misión lo han rechazado. En un comunicado, la Flotilla reafirmó que la misión "se mantiene fiel a su objetivo original" de romper el "asedio ilegal" de Israel y entregar la ayuda humanitaria a la población de Gaza.