Israel rescata la estrategia colonialista de fortalecer a las minorías en la región
Qué tienen en común los alauíes sirios, los kurdos iraquíes y sirios, y los drusos sirios y libaneses? Que todos son minorías étnicas o religiosas en países principalmente suníes, si exceptuamos el complicado caso libanés. Pero también tienen otra cosa en común: esta semana delegados de dichas minorías se han reunido "para hablar del futuro" con representantes israelíes, y lo han hecho públicamente en Tel Aviv.
El organizador visible del encuentro ha sido un israelí judío nacido en Beirut, Edy Cohen, un estudioso de Oriente Próximo desde una marcada filiación sionista. La reunión de Tel-Aviv ha tenido cierta repercusión local, porque los medios hebreos han entrevistado a algunos de los participantes, destacando el interés de Israel por mantener una estrecha relación con las minorías de Oriente Próximo. Al fin y al cabo, el estado judío también se considera a sí mismo una minoría en la región.
El título del encuentro ha sido justamente "El futuro de las minorías en Oriente Medio" y uno de los temas de referencia ha sido Irán. Irán es el enemigo declarado de Israel por excelencia, por lo que es natural que Cohen haya puesto este tema en un lugar destacado del programa. En Israel consideran que Teherán busca desestabilizar toda la región y dominarla, mientras que en Teherán consideran exactamente lo contrario.
Es evidente que Israel organiza un acto como este porque piensa sacar provecho, y lo mismo puede decirse del resto de participantes. Una buena relación con los alauís, los drusos o los kurdos sirios le permite a Israel mantener un pie en Siria, o más de uno. De hecho, es lo que llevamos viendo desde hace tiempo, con elementos y grupos más o menos considerables de estas minorías –no todas las minorías– que defienden los intereses del estado judío en Siria.
Un problema de la injerencia de Israel lo estamos viendo estos últimos meses con los drusos sirios. Israel dice que les apoya, pero en realidad provoca un enfrentamiento directo entre los drusos y el gobierno de Damasco, una situación que se está repitiendo, de momento a menor escala, con los alauís y los kurdos.
Una estrategia colonialista
Es evidente que existe una manipulación de las minorías, pero esto no es nuevo. Las potencias coloniales han aplicado esta misma estrategia siempre que pudieron. El caso sirio puede ilustrarlo. Los franceses fomentaron a las minorías durante su mandato antes de la Segunda Guerra Mundial. Si Hafiz el Asad llegó a gobernar Siria fue precisamente porque pertenecía a la minoría alauí, y los franceses apoyaron a esta minoría política y militarmente para combatir la mayoría suní.
Los franceses impulsaron una academia militar en el centro del país donde los alumnos eran mayoritariamente de las minorías alauí, drusa y kurda. Hafiz el Asad hizo la carrera militar en aquella academia, como miembro de una minoría, y estuvo bien situado cuando llegó el momento de decidir tomar el poder.
Ahora vemos que los suníes han tomado el poder en Siria. Tras la huida a Rusia de Bashar el Asad, hijo de Hafiz al Asad, la mayoría suní, de momento moderadamente religiosa, es la que controla Damasco, aunque no controla todo el país. La injerencia francesa tuvo consecuencias políticas en Siria durante muchas décadas, pero al final el poder ha vuelto a la mayoría. Parece que Israel quiere repetir ahora la experiencia francesa y por eso fomenta a las minorías.