Guerra en Europa

Heli Tiirmaa-Klaar: "Putin quiere cortar el acceso a internet y crear un internet propio como el de China"

Heli Tiirmaa-Klaar.
4 min

BarcelonaHeli Tirmaa-Klaar lleva muchos años de carrera política en el ámbito de la ciberseguridad, pero para hablar de Ucrania dice que lo hace como "ciudadana estoniana" que creció en la URSS. Pero, además, es directora del Digital Society Institute y fue embajadora en ciberdiplomacia del gobierno de Estonia. Ha estado en Barcelona para participar en el 20º seminario internacional War and Peace in the 21st Century, organizado por el CIDOB.

¿Cómo de preparada está Ucrania para un ciberataque?

— Ucrania está muy bien entrenada para afrontar ciberataques, porque lleva ocho años de guerra y ya ha sufrido muchos. Pero desde el inicio de la invasión, Rusia no ha lanzado ningún ciberataque con toda la capacidad destructiva que tiene, por varios motivos. El primero es que los métodos cibernéticos los han usado para sembrar caos y confusión antes de actuar militarmente; la segunda es porque si pueden bombardear la red eléctrica no necesitan ciberatacarla. El ciberataque es útil cuando no puedes usar armas convencionales o actividades militares y si quieres esconder la identidad del atacante. Y la tercera razón es porque las tropas rusas están muy mal equipadas comunicativamente y también necesitan que las redes de comunicación [ucranianas] estén operativas.

Rusia ha estado ensayando sus tácticas de ciberataque en Ucrania en los últimos años.

— Sí. En estos ocho años Ucrania ha sufrido ciberataques contra bancos, transportes... En 2016 muchos ucranianos perdieron la electricidad durante una semana. Y esto lo hicieron desde el estado ruso, no fueron criminales desconocidos. Los ucranianos se han entrenado mucho y están preparados, y también han recibido ayuda de países de la OTAN.

Y también del sector privado, como la ayuda que Elon Musk ha ofrecido a Zelenski.

— Sí, porque sí que sufrieron un ciberataque: los satélites de ViaSat fueron pirateados, y Elon Musk puso sus satélites Starlink a disposición de Ucrania. Al día siguiente, los satélites de Starlink también fueron pirateados, pero lo contrarrestaron en pocas horas. Musk se puede permitir tener uno de los mejores equipos de ciberdefensa del mundo. También hubo un intento de ciberataque el 23 de febrero, justo el día antes de la invasión: se intentó piratear los servicios ferroviarios de Ucrania, pero Microsoft lo detectó y también lo arregló en solo tres horas. Estas son muestras de cómo el sector privado puede hacer cosas.

¿Y un ciberataque contra infraestructura o tecnología militar es posible?

— Es mucho más difícil de hacer, porque la infraestructura militar está oculta, necesitas un infiltrado o información confidencial. Además, el armamento militar de Ucrania es robusto, no es de muy alta tecnología, sino lanzadoras manuales. Sí que tienen drones, y esto es público, pero los drones están muy bien protegidos.

¿Ve posible un ciberataque a gran escala durante la invasión?

— Es una amenaza, no hay duda. En cualquier momento Rusia puede lanzar un ciberataque desde el estado o bien puede soltar a los cibercriminales que tiene en su territorio y que ya han pirateado objetivos occidentales otras veces, para que ataquen bancos occidentales o infraestructuras clave de países europeos. Porque pueden querer tomar represalias por las sanciones europeas y atacar bancos u otros servicios primordiales. Un ciberataque nos podría dejar sin electricidad o sin suministro de agua durante unas horas o días hasta que se consiguiera solucionar.

¿Europa está preparada?

— Algunos países están muy bien preparados, pero otros no. Estonia está muy bien preparada, así como los nórdicos, como Finlandia y Suecia, pero también Alemania o los Países Bajos. Pero, a pesar de que los estados y gobiernos estén bien preparados, puede ser que empresas privadas, como los bancos, no lo estén, dentro de estos países.

Y después está la guerra de propaganda y desinformación.

— Sí. En Occidente diferenciamos la ciberguerra tecnológica y la desinformación, pero Rusia no hace distinción. Sin embargo, en la parte de la desinformación, esta vez los rusos han perdido, porque en Ucrania son muy buenos y han conseguido que su mensaje domine los medios occidentales. Además, en esta nueva guerra en la que cualquier ciudadano tiene un móvil, hay vídeos y fotos de cada acontecimiento en las redes sociales, mucha información objetiva sobre el terreno, como las fotografías de tanques en TikTok. Además, Zelenski ha utilizado los medios de forma muy inteligente. Hoy solo China está escuchando el discurso de Rusia y es porque allí tienen censura.

Pero Rusia sigue utilizando herramientas de desinformación para vender su propaganda.

— Sí, todavía están muy activos para dar a su propia gente una imagen muy equivocada de lo que pasa. La imagen que los medios rusos han estado pintando desde hace 20 años, desde que Putin está en el poder, va mucho más allá de lo que es imaginable. Los talk shows rusos están llenos de historias que nunca han pasado. Yo crecí dentro de la URSS y no era tan grave en aquel momento; era grave, pero no tanto como ahora, la forma en la que tratan a su gente: ya no son mentiras, son directamente fantasías. Pero desde Occidente no se ha prestado atención, ha hecho falta una guerra para dejar de traducir Russia Today, solo se ha hecho cuando la UE lo ha sancionado. Y ahora todos los medios occidentales se han ido de Rusia, de forma que ya no se sabrá la versión occidental de los acontecimientos. Y Putin se está planteando incluso cortar el acceso a internet y crear un internet propio como tiene China. Básicamente, devolver Rusia a 1952, a la época de Stalin.

¿Y la población rusa le compra el mensaje?

— Desafortunadamente sí. La mayoría de rusos se lo ha creído. Creo que Occidente ha subestimado hasta qué punto los rusos le compran el mensaje. Solo una pequeña parte de la población, de la élite, de hecho, no se lo cree, y esta ya ha huido del país. Quien tiene dinero y un lugar donde ir ya ha huido. Este argumento de EE.UU. de que la gente de Rusia echará a Putin es irreal: no habrá ninguna revolución. La sociedad rusa nunca se ha rebelado contra un dictador, siempre ha sido alguien del entorno del dictador quien lo ha echado.

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