Roma no consigue enterrar a sus muertos
Los cementerios están colapsados y la Fiscalía ha abierto una investigación
MilàEl aumento de las muertes en el último año a causa del covid ha llenado hasta el imposible las morgues y colapsado los cementerios de Roma. Las deficiencias estructurales, la eterna burocracia y la ausencia de reformas que habían sido programadas con anterioridad a la pandemia han obligado a cientos de familias a tener que esperar hasta dos meses para incinerar y sepultar a sus muertos en la capital italiana. La Fiscalía ha abierto una investigación por un posible delito de omisión de responsabilidades y otro de sustracción de cadáveres.
“Hoy hace dos meses que mi hijo Dario ya no está con su madre, con sus dos hermanos, conmigo. Dos meses que no conseguimos enterrarlo”. La denuncia de Andrea Romano, diputado del Partido Democrático, puso el foco hace unos días sobre la situación de emergencia en la que se encuentran los cementerios romanos. “Tiempos de sepultura indignos de una ciudad civil”, dijo el diputado, que acusó directamente a la alcaldesa de la ciudad: “Tu vergüenza no será nunca lo suficientemente grande”. La alcaldesa, Virginia Raggi, exponente del Movimiento Cinco Estrellas, se excusó rápidamente con la familia Romano, pero su caso no es ni mucho menos el único.
Ataúdes acumulados
Desde hace varios meses, cientos de ataúdes se acumulan en las cámaras mortuorias de la capital italiana a la espera de poder ser incinerados o sepultados. Es el caso de la madre de Oberdan Zuccaroli, que murió con 85 años a principios de marzo y todavía espera en el depósito del cementerio para poder ser enterrada. Para denunciar la situación, su hijo, que trabaja en la empresa que administra las vallas publicitarias de Roma, empapeló la ciudad con carteles en los que se podía leer: “Perdona, mamá, si todavía no consigo darte sepultura”. La empresa municipal encargada de la gestión de los cementerios romanos, AMA, reconoce que en estos momentos hay alrededor de 800 féretros más que antes de la pandemia, aunque algunos cálculos señalan que la cifra podría ascender a unos 2.000 entre los tres cementerios de la ciudad.
La compañía justifica los retrasos porque a los 15 días necesarios para proceder a la cremación se han añadido 10 más a causa de un aumento de la mortalidad. “La pandemia está provocando un auténtico desastre”, declaró a medios locales el presidente de AMA, Stefano Zaghis. “Hasta septiembre la situación era normal, a pesar de contar con un número mayor de muertes. Pero después hubo un aumento récord de decesos con un 40% más en octubre, un 60% más en noviembre y un 45% más en diciembre”, aseguró.
Sin embargo, las asociaciones de pompas fúnebres reconocen que también están sufriendo retrasos los sepelios, por lo que en los últimos meses algunos familiares de fallecidos han optado por intentar enterrar a sus seres queridos fuera de Roma. “No hay nichos y los existentes muchas veces se encuentran en condiciones vergonzosas”, denuncia Alessandro Moresco, representante de la asociación Feniof.
Desde el mes de octubre han fallecido en Roma 5.000 personas más respecto al mismo periodo del año anterior. Un incremento considerable de decesos a los que se ha unido un aumento de las incineraciones frente a otros ritos fúnebres y la falta de hornos crematorios suficientes para atender la demanda. De hecho, en la capital existen solo seis hornos con capacidad para realizar 250 incineraciones diarias. En 2017 la concejalía competente presentó un proyecto para construir cuatro más con el objetivo de poder alcanzar las 500 cremaciones al día, pero la propuesta no llegó a ser aprobada.
A la discutible gestión de los cementerios municipales por parte de la compañía concesionaria y la incapacidad del Ayuntamiento para resolver la situación se une la sombra de la corrupción. De hecho, las cuentas del AMA están siendo investigadas por la justicia después de que la alcaldesa haya denunciado presuntas irregularidades.