Las herramientas de Putin para conseguir el quinto triunfo electoral y gobernar hasta 2030

Más de 112 millones de rusos están llamados a votar, incluidas las regiones ocupadas en Ucrania, en unos comicios marcados por la guerra y la muerte de Navalni

BarcelonaEl destino de Rusia lleva 24 años en manos de Vladimir Putin. Y después de las elecciones que arrancan este viernes todavía lo estará (por lo menos) seis años más. El resultado electoral está totalmente decidido y no habrá sorpresas, después de que el Kremlin haya eliminado cualquier opositor real de las papeletas. Pero son las primeras elecciones que se celebran en plena guerra abierta en Ucrania -"operación militar especial", según el Kremlin-, un conflicto que está costando muchas vidas rusas y que ha llevado al país al aislacionismo ya un enfrentamiento con occidente que recuerda el de la Guerra Fría.

Además, también por primera vez, unos comicios suponen una amenaza para la imagen de poder indiscutible de Putin, ya que podrían evidenciar de forma visible el alcance de la oposición interna al régimen. La convocatoria en las urnas es doble: a la de Putin se suma la de la viuda del opositor Aleksei Navalni, fallecido justo un mes antes de las elecciones en una cárcel del Ártico, que ha llamado a todos los rusos que se opongan a Putin a presentarse a los colegios electorales el domingo 17 de marzo al mediodía. Queda por ver qué fuerza tendrá ese "mediodía contra Putin" del domingo, una convocatoria a la que se han sumado otras voces de la tan mermada oposición rusa. Yulia Naválnaia llamó a los ciudadanos a demostrar que la oposición al régimen existe. Sólo les pide hacer acto de presencia ante los colegios y que, si quieren emitir un voto, se lo den a cualquier candidato excepto a Putin, o bien que voten en blanco o de cualquier otra forma. La respuesta masiva de los rusos el día del funeral de Navalni en Moscú, cuando miles de personas despidieron al opositor a pesar del riesgo real para sus vidas, hace pensar que no puede subestimarse la llamada de la viuda. También es cierto que buena parte de los reconocidos opositores viven en el exilio.

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"Putin quiere desesperadamente que todos los titulares mundiales después de las elecciones digan que "obtuvo el 85%" (y que "el asesinato de Navalni" y "el autoritarismo" sólo se mencionen como idea posterior). De este modo, el mito de que «Putin es Rusia» persistirá [...]. Pero ahora todos los titulares serán sobre lo ocurrido al mediodía. Y eso será ya una victoria de la resistencia, porque el espectáculo «el Führer y la unidad de la nación» se verá interrumpido", defendía en el diario independiente Meduza otro de los líderes opositores que se han sumado a la iniciativa del "mediodía contra Putin", el exdiputado por San Petersburgo Maxim Reznik.

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Lo mismo Meduza, muy crítico con el gobierno de Putin, denunciaba hace pocos días que estaba siendo víctima del "peor ciberataque del Kremlin" que había sufrido nunca en su historia, y que ha preparado a sus equipos técnicos para una "censura total en internet" durante las elecciones. Acciones como ésta o cómo la paliza a uno de los defensores de Navalni en Lituania esta semana demuestran el momento de alta tensión en el que se celebran las elecciones rusas.

¿Cómo se votará?

Más de 112 millones de ciudadanos rusos están llamados a votar, incluidas las regiones ucranianas ocupadas por Rusia en Ucrania. De hecho, en algunas de estas regiones, como en Donetsk, habían empezado a votar ya a principios de esta semana. Es la primera vez que la votación dura tres días en lugar de uno y la primera vez que buena parte del voto se hará online, con un sistema digital que los observadores denuncian que puede facilitar aún más la manipulación del voto. En 29 regiones rusas se podrá utilizar el voto electrónico, y se espera que voten por esta vía entre 10 y 15 millones de personas. "Es decir, habrá una cesta de unos 10-15 millones de votos absolutamente poco transparentes y descontrolados", escribe Stanislav Andreixuk, del movimiento Golos (Ve ruso), una organización rusa que defiende el derecho a voto y hace de observadora de las elecciones. El experto calcula que otros 20-25 millones de votos para Putin vendrán de los "sultanados electorales", como se llaman las regiones del Cáucaso del Norte o la de Kemerovo en Siberia, por ejemplo, "donde los resultados del voto no dependen de la voluntad de los ciudadanos: los resultados son simplemente falsificados", como explica también la organización Russian Election Monitor.

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Además de la manipulación del voto se encuentra la "coacción", especialmente endémica en el caso de los trabajadores públicos, que se ven obligados a ir a votar ya traer a familiares y amigos. Según explica The Moscow Times, esta vez se está ejerciendo una fuerte coacción también sobre los jóvenes, en las universidades y en los centros de trabajo, porque se quiere poder mostrar que Putin, de 71 años, tiene el apoyo de las nuevas generaciones. Además, con el voto digital, la coacción ya no es sólo con este colectivo, sino que "está pasando en toda Rusia" y en "diferentes sectores de la economía", explica también Andreysuk. "Las estadísticas también muestran que la mayor proporción de los que votan online lo hacen el viernes por la mañana, es decir, en sus puestos de trabajo durante el horario laboral, directamente bajo el control de sus jefes", apunta el experto.

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Todo ello, con el objetivo de conseguir una participación lo más alta posible (en 2018 fue del 68%, según datos oficiales), ya que el resultado está claro. En las elecciones de 2018, observadores de la OSCE denunciaron "falta de libertades fundamentales" y dijeron que no había sido una "verdadera competición", ya que ningún opositor real pudo presentarse, tal y como ha pasado este año. Este año la OSCE no ha sido invitada y no podrá ser observadora.

¿Por qué Putin puede volver a presentarse a las elecciones?

Ésta será la quinta vez que Putin se presenta a unas elecciones presidenciales, después de las que tuvieron lugar en los años 2000, 2004, 2012 y 2018. En las de 2008 se presentó como primer ministro con el presidente títere Dmitri Medvédev, porque la Constitución no le permitía más de dos mandatos seguidos. En el 2012 una modificación de la ley electoral ya le permitió volver a presentarse a la presidencia y alargó de cuatro a seis años las legislaturas, cambios que se sellaron en la reforma constitucional del 2020. Así, las elecciones de este fin de semana le permitirán gobernar hasta 2030.