Miles de personas desafían al régimen y asisten al funeral de Navalni en Moscú

Barcelona"Tú no tenías miedo, nosotros tampoco tenemos miedo". Con este cántico y otros como el "no a la guerra", "Putin asesino", o el simple nombre de "Navalni", miles de personas han desafiado al régimen de Vladimir Putin esta mañana del viernes durante el funeral en Moscú de el opositor Aleksei Navalni, muerto en prisión el 16 de febrero. Era realmente una demostración de coraje, al asumir el riesgo que supone salir a la calle dentro de Rusia para demostrar públicamente su apoyo y homenaje a quien se había convertido en un potencial rival político de Vladimir Putin. Un hombre de 47 años fallecido hace dos semanas, por causas que aún no están claras, en una cárcel del Ártico. La misma tarde del viernes, OVD-info, organización rusa que vela por los derechos de los detenidos, ha denunciado la detención de 56 personas en catorce ciudades rusas por homenajear a Navalni.

El gobierno de Putin había desplegado un potente dispositivo policial tanto en la iglesia ortodoxa del distrito Marino de Moscú como en el cementerio de Borissovskoia, donde se han celebrado el funeral y el entierro, respectivamente. Más de 40 coches policiales, efectivos de la unidad de operaciones especiales, un cordón de vallas metálicas e incluso cámaras de vigilancia instaladas esta misma semana que no han logrado disuadir a la multitud de asistir al funeral. Desde primera hora de la mañana se han ido acercando personas, muchas de ellas con ramos de flores. Cuando el ataúd con el cuerpo de Navalni ha llegado finalmente a la iglesia, poco antes de las 2 de la tarde (las 12h del mediodía catalanas), ya eran miles y poco después la cola que salía de la iglesia se alargaba varios cientos de metros. Los padres de Navalni han podido asistir al servicio fúnebre dentro de la iglesia, pero la viuda de Navalni ha tenido que seguir la despedida de forma remota, puesto que vive en el exilio.

"Navalni era la conciencia de la nación. Y aunque tengo miedo, he elegido la conciencia sobre el miedo y por eso estoy aquí", ha dicho a la agencia Efe Svetlana, de 65 años, una de las muchas personas que se habían acercado al funeral. Entre las personalidades que acudieron estaba Yevgueni Roizman, exacalde de la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales, y Boris Nadezhdin, aspirante a la presidencia rusa que ha sido vetado en las próximas elecciones por Comisión Electoral, además de algunos diplomáticos extranjeros , incluidos los embajadores de Estados Unidos, Alemania y Francia. "La gente tiene miedo, pero quiere superarlo", ha dicho también a Efe Nadezhdin, que ha admitido sus diferencias con Navalni, pero ha apuntado: "Teníamos un objetivo en común, que la democracia triunfara en Rusia y que Rusia se convierta en un país normal".

El Kremlin había intentado que la ceremonia fuera privada y en secreto, e incluso había chantajeado a la madre de Navalni para conseguirlo. Pero el entorno del opositor ha decidido desafiar al presidente Putin y, a través de las redes sociales, ha invitado a todo el mundo que esté en Moscú a asistir a la ceremonia en recuerdo de Aleksei Navalni. Y la llamada ha sido respondida de forma multitudinaria. Incluso ha montado un dispositivo para retransmitirlo todo en directo, convirtiendo así el último adiós a Navalni en un acto global.

La despedida en Navalni se ha podido seguir a distancia, de hecho, gracias a la emisión en directo organizada y producida por la Fundación AntiCorrupción que lideraba el opositor, ya que ningún medio ruso se hacía eco de la ceremonia . Sí lo hacían también la BBC y otros medios internacionales. En la puerta de la iglesia, de hecho, un mensaje prohibía tomar imágenes de ningún tipo en el interior del templo, de forma que las cámaras de la Fundación -o ninguna otra- no han podido entrar a realizar la retransmisión del acto y la imagen se limitaba a las zonas exteriores. Sin embargo, después se han hecho públicas algunas imágenes tomadas en el interior.

La ceremonia religiosa ha comenzado a las 2 del mediodía de Moscú, y menos de una hora después, el ataúd volvía a salir del templo para ir hacia el cementerio Borissovskoia. Allí, el hecho de que fuera un espacio abierto ha permitido que las cámaras retransmitieran el momento en que se abría el féretro y tanto los padres de Navalni como otras personas de su entorno se han ido acercando para darle un beso en la frente .

El Kremlin seguía de cerca el acto a través de su gran dispositivo policial y ya había advertido de que cualquier concentración de personas no autorizada incumple la ley, tal y como ha recordado esta misma mañana el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Se esperaban detenciones, como en tantas otras manifestaciones en las que una parte de la ciudadanía ha gritado contra el régimen, pero, probablemente, Putin sabía que medio mundo le estaba observando.

Una señal política potente

Putin había intentado impedir por varias vías que la última despedida a su rival político se convirtiera en un acto de apoyo masivo, como finalmente resultó. Kremlin amenazó a la madre de Navalni con no devolverle el cadáver y enterrarle en prisión si el funeral no era un acto privado y secreto. Para controlar la situación, en las farolas que rodean el cementerio se han instalado en los últimos días cámaras de videovigilancia y otros dispositivos que podrían ser inhibidores de señal telefónica. La presencia de policías enmascarados en torno al templo y del cementerio durante toda la mañana resultaba amenazante.

En una conexión con periodistas este mismo viernes, se ha pedido al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, si quería hacer alguna valoración de la figura de Navalni en el día de su entierro. Peskov ha declinado el ofrecimiento.

El gobierno ruso no entregó el cuerpo del opositor a su madre hasta después de ocho días de su muerte. Y después de esto, la familia todavía tuvo que luchar por encontrar una iglesia o un servicio funerario que quisiera acoger la ceremonia. Ayer jueves mismo, el entorno de Navalni denunciaba que los trabajadores de la funeraria se negaban a trasladar el cuerpo hasta la iglesia porque estaban recibiendo amenazas telefónicas exigiéndoles que no lo hicieran. A media mañana, sin embargo, la portavoz de Aleksei Navalni, Kira Yarmix, informó de que les habían entregado finalmente el cuerpo de Navalni para poder trasladarlo a la iglesia.

"A pesar de toda la oposición, la despedida del Aleksei se hará definitivamente mañana. Funeral a las 14 h, entierro a las 16 h. Si estás en Moscú, ven. Si no puedes venir, nuestra emisión estará aquí ", había dicho esta mañana en la plataforma X la portavoz de Aleksei Navalni, Kira Yarmix. Una emisión en directo organizada y producida totalmente por la Fundación Anti-Corrupción que lideraba Navalni, ya que ningún medio ruso se hacía eco de la ceremonia. Si que lo hacía la BBC y otros medios internacionales. En la puerta de la iglesia, de hecho, un mensaje prohibía tomar imágenes de ningún tipo en el interior del templo, de forma que las cámaras de la Fundación -o ninguna otra- no han podido entrar a realizar la retransmisión del auto y la imagen se limita a las zonas exteriores.

A menos de un mes de las elecciones rusas que volverán a renovar el mandato de Vladimir Putin, que se ha ocupado deanular la candidatura de cualquier candidato opositor que pudiera amenazarle, la muerte de Aleksei Navalni ha conmocionado el mundo entero. El opositor, que regresó a Rusia pese a que ya había sufrido un envenenamiento que le obligó a ser hospitalizado en Alemania, fue detenido a su llegada a Moscú, en el 2022. En los últimos meses había sido trasladado a una cárcel de alta seguridad en el Ártico, donde el 16 de febrero murió repentinamente mientras paseaba por el patio del centro, según informaron los servicios penitenciarios rusos.