Una escuadrilla de cazas SU-25 sobrevuelan el cielo de la plaza Roja mientras sueltan los colores de la bandera de la Federación Rusa durante el desfile del Día de la Victoria, que conmemora los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Ocho momentos destacados de la fiesta de Putin por el Día de la Victoria
Vladimir Putin se acompaña de su homólogo chino, Xi Jinping, en un mensaje directo a la Casa Blanca y en Europa
Moscú ha celebrado el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial con una demostración de fuerza y poder en la plaza Roja de Moscú este viernes. El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha acompañado de líderes internacionales, ya su lado, en un mensaje directo hacia la Casa Blanca y Europa, ha sentado al presidente chino, Xi Jinping. La selección de imágenes recoge algunos de los momentos estelares de la conmemoración militarista.
Uno de los detalles a mostrar de vez en cuando en la superproducción del Kremlin era la gran relación entre Putin y Xi. Detrás de ambos líderes, como una presencia imprescindible, el más que necesario traductor.
Mientras que contingentes militares de China, Egipto, Vietnam, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizstán, Laos, Mongolia, Myanmar, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán han desfilado, los soldados de Corea líderes extranjeros, según informó Yuri Uixakov, asesor de Putin. Para compensar, tal vez, Putin ha abrazado a unos generales norcoreanos cargados de medallas, que han sido situados de forma destacada en la primera fila de la tribuna.
Como viene siendo costumbre en la celebración del 9 de mayo, el desfile militar lo han abierto los carros de combate históricos, los famosos T-34, que son símbolo de la victoria del Ejército Rojo contra los nazis y de la entrada en Berlín. Lucentes para la ocasión, llevaban pintada sobre el armazón la cinta de Sant Jordi, negra y naranja, que todos los participantes en el espectáculo y los invitados han llevado al pecho. La cinta recuerda a los que murieron en la Gran Guerra Patriótica y se ha convertido en un símbolo muy utilizado por los separatistas del este de Ucrania y por los nacionalistas y los comunistas de Rusia. La cinta se asocia históricamente con la Orden de Sant Jordi, una condecoración militar del Imperio Ruso instaurada en 1769 por Catalina la Gran, que premiaba la valentía en el campo de batalla.
En la superproducción del Kremlin estrenada este viernes no podía faltar la exhibición de misiles intercontinentales. Los de la imagen son los Yares. Tienen un alcance de entre 11.000 y 12.000 km y pueden cargar varias cabezas nucleares dirigiéndose a distintos objetivos. Y pueden ser disparados tanto desde plataformas de lanzamiento fijas como desde camiones especiales (plataformas móviles), lo que dificulta su detección y neutralización.
El desfile militar se ha podido ver a través de la televisión y de YouTube, y ha sido dirigido a fin de agrandar su poder, interno y externo. La imagen, llena de color, recoge el paso de los soldados del Ejército Popular de Vietnam frente a la tribuna presidencial. El brillo del desfile, de cualquier parada y celebración militar, y de cualquier exaltación patriótica, pretende esconder la brutalidad de la guerra.
Soldados chinos participan en el desfile militar del Día de la Victoria, celebrado en la plaza Roja de Moscú. Como han recogido sobradamente las imágenes de la televisión rusa, el presidente chino, Xi Jinping, ha saludado e inspeccionado el destacamento; en este caso, la Guardia de Honor del Ejército Popular de Liberación. La participación china ha sido uno de los casi doce cupos extranjeros que se han sumado a la fiesta de Putin.
Algunos de los maestros rusos del cine, Sergei Eisenstein, por ejemplo, ya lo demostraron. No hay una imagen inocente, y cómo y dónde pones la cámara determina el efecto en el espectador. Es lo mismo para la fotografía, como puso de manifiesto Leni Riefenstahl, en este caso poniendo sus ojos al servicio de los nazis. La imagen que ven recoge el momento en el que Putin hace su discurso de la victoria. El líder destaca sobre el fondo, que no es otro que el Kremlin, símbolo de la grandeza y la historia de la gran Rusia.
Durante los días previos a los actos de Moscú, y pese a la supuesta tregua de tres días en Ucrania decretada por Putin, se habían esparcido los rumores de un posible intento de ataque de Ucrania sobre la plaza Roja. Pero no ha pasado nada. Lo que las imágenes de la llegada y la salida del líder han evidenciado es la enorme seguridad de la que debe rodearse. Hasta quince guardaespaldas velaban por la vida del líder. Para garantizar aún más las medidas de seguridad, las autoridades rusas empezaron a desactivar el acceso al internet móvil de la capital una hora antes del inicio del desfile. El medio pro Kremlin Ostorozhno Media ha informado que sólo había conexión wifi disponible en la plaza Roja.
El presidente ruso, Vladimir Putin, deposita una corona en el monumento del Soldado Desconocido, situado en la muralla del Kremlin. Le han acompañado todos los líderes extranjeros asistentes: entre otros, además de Xi Jinping (China), Luiz Inácio Lula de Silva (Brasil), Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Robert Fico (primer ministro de Eslovaquia), Aleksandar Lukashenko (presidente de Bielorrusia).