"Ya no quedan tontos como nosotros": los soldados ucranianos, al límite en Donetsk

La región del este de Ucrania resiste el embate de las fuerzas del Kremlin

Olha Kosova
4 min
Tres habitantes de Pokrovsk horas después del ataque con misiles rusos contra su ciudad.

KiivEn todas las guerras hay lugares que ganan un significado sentimental único, puntos en el mapa que, con el tiempo, se convierten en símbolos. Quizás algún día, estas coordenadas aparezcan en las memorias y recuerdos de la invasión a gran escala. En 2022 estos lugares incluyeron un bar cubano en el centro de Kiiv; la pizzería Ria, destruida por un misil ruso en Kramatorsk, y el viejo hotel soviético Druzhba en Pokrovsk, que quedó reducido a escombros. En su día, estos espacios fueron pequeños oasis sociales en medio del caos de la guerra. Pokrovsk se convirtió en uno de los principales centros urbanos a pocos kilómetros de los combates más intensos. Durante un tiempo, la ciudad no figuraba entre los objetivos del ejército ruso, lo que permitió que la vida floreciera en sus calles. En las cafeterías se reunían voluntarios, soldados y periodistas, que entre sorbos de café discutían las últimas noticias y añoraban su casa. Pero Pokrovsk y la vecina Mirnogrado están quedando cada vez más desiertas.

Metro a metro, la guerra expulsa la vida de esta región y deja detrás suyo un rastro de escombros y cenizas, un paisaje impregnado del olor de explosivos y polvo. Metro a metro, el enemigo se acerca a Pokrovsk. Cada vez son más las zonas de Donetsk marcadas de rojo en el mapa, que indican el territorio ocupado por el Kremlin. Desde abril, tras la captura de Ocheretine, Rusia ha empujado la línea de frente en dirección a Pokrovsk entre 10 y 12 kilómetros. Para contener al enemigo en las cercanías de Pokrovsk, las fuerzas ucranianas se ven obligadas a desplegar reservas y equipamiento, y la defensa a otros sectores se debilita. Esta redistribución ha permitido a los rusos obtener logros tácticos en lugares clave como Toretsk, Niu-York y Chasiv Iar, y avanzar cerca de Krasnohórivka y Vuhledar.

Las tropas ucranianas luchan ferozmente por cada posición, por cada metro, pero el avance ruso aún no se detiene. Cuando se les pregunta por la situación en la frente, los soldados responden con frases cortas como "crítica" o "difícil, pero resistimos". Las razones de estas dificultades son las mismas que antes: tropas agotadas; escasez de reservas, drones y municiones, y una falta de cobertura adecuada contra los drones enemigos. En algunos sitios, como en el noroeste de Avdíivka, incluso la topografía ha favorecido el avance ruso.

Este verano el ejército ruso ha continuado su avance, sin escatimar en vidas humanas, utilizando diversas tácticas para ganar terreno. Las fuerzas del Kremlin han estudiado minuciosamente los puntos débiles de las líneas defensivas ucranianas y han intensificado su presión en los lugares donde los han encontrado. Su sistema sigue un patrón ya establecido: bombardeo aéreo, seguido de ataques de artillería, y después incursiones de pequeños grupos de infantería. Incluso han utilizado motocicletas viejas, un insólito ingenio de las tropas de Putin, que les permite avanzar rápidamente en zonas grises y alcanzar nuevas posiciones bajo el fuego enemigo.

Cada vez menos motivados

En la 68 Brigada, el optimismo escasea. Al menos así lo expresa Taras, al que llaman "el Italiano", uno de los oficiales adjuntos del batallón. Taras describe la situación con una palabra cruda: "una mierda". La brigada, conocida por la prensa internacional desde los tiempos de la contraofensiva, logró entonces romper el frente y recuperar las primeras aldeas. Ahora, la euforia de esos días ha quedado atrás. Este año, la brigada está dedicada a frenar el avance ruso en Donetsk.

La historia de Taras, de 32 años, es familiar ya la vez única. Al inicio de la guerra, regresó a Ucrania desde Italia. Varias frases imprudentes en italiano le valieron el apodo del Italiano. Su diagnóstico de la situación está claro: "Nos falta de todo". Desde personal hasta equipo. La eficacia de los hombres movilizados a la fuerza es, según el Italiano, cuestionable". "Ya no quedan tontos como nosotros", dice haciendo referencia a la falta de motivación. Y estos "tontos" ya no están a causa de las grandes pérdidas del ejército ucraniano, que diezmaron parte de los oficiales y sargentos, sobre todo cuando el frente estaba en Avdíivka. Recuperar aquellas bajas de manera efectiva sigue siendo una tarea pendiente. actualmente bajo el fuego más intenso, no radica en el sentimentalismo. Pokrovsk es la ciudad más grande en el oeste de Donetsk y un importante nudo de transporte. cortar la "ruta de la vida" entre Pokrovsk y Kostiantínivka, que abastece a las tropas ucranianas en Chasiv Yar. Esto podría ser clave para alcanzar el anhelo que los ocupantes han perseguido durante los diez años de esta guerra sanguinaria: la conquista total de Donetsk. Pero esto no es cuestión de días, ni siquiera de semanas.

Sergei Tsekhovski, oficial de prensa de la 59 Brigada, una de las encargadas de la defensa de Pokrovsk, cree que las tropas rusas no conseguirán romper las líneas ni tomar el control de la ciudad. Pese a la gravedad de la situación, señala que la misión principal de las fuerzas armadas ucranianas era contener y desgastar al enemigo, y que, "pese a la escasez de todo", han cumplido esta tarea "con un excelente" . Como prueba de ese éxito, cita la eliminación de más de 5.200 soldados rusos en su sector del frente, además de la destrucción de blindados y almacenes de municiones. "El avance de «el gran ejército del mundo» en este sector, con sus recursos humanos y materiales, no es un éxito. Simplemente, no es nada", concluye Tsekhovski.

El asunto de las negociaciones es un tema espinoso en Dontesk. Los soldados dicen que no quieren paz alguna con Rusia. También afirman que Rusia no se detendrá si no le detienen. Algunos esperan refuerzos después de la operación en Kursk, otros confían en que la ofensiva rusa se agotará. "Es un tema doloroso. Todos quisieran la victoria. ¿Por qué, entonces, hemos perdido a tanta gente? Pero si alguien quiere una solución completamente militar… ¿Con qué y con quién se conseguirá?", reflexiona, una vez más, el Italiano .

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