El periodista Pablo González, entre los presos liberados a pedido de Rusia
El periodista fue encarcelado en Polonia en febrero del 2022 acusado de espiar para el Kremlin
BarcelonaEl periodista Pablo González, que fue encarcelado en Polonia en febrero del 2022 acusado de espiar para Moscú, ha sido liberado este jueves. La puesta en libertad del periodista se enmarca en un intercambio de presos inédito, el más relevante desde la Guerra Fría, entre Occidente y Rusia.
Su entorno ha informado en un comunicado que González será trasladado "hoy por hoy" a Rusia, su país de nacimiento y el país que ha pedido su liberación. En el mismo comunicado se destaca "el interés" de Rusia por encontrar una solución a la situación mientras que "otros se han centrado principalmente en criminalizar a Pablo González en lugar de defenderlo y proteger sus derechos como periodista". Según el texto, la liberación de González "marca un hito significativo a favor de la libertad de todos los periodistas que se encuentran en estos momentos tomados en varios países". "Las razones humanitarias han sido primordiales en esta decisión, y reconocen el valor y la importancia del periodismo en la sociedad", ha añadido el entorno de González.
El gobierno polaco ha explicado este viernes que liberó a González por "lealtad" con Estados Unidos. "Hemos ganado el hecho de que somos un miembro leal de la OTAN, un aliado leal de Estados Unidos, y me parece que esto es un valor en sí mismo", ha explicado el viceministro de Exteriores, Andrzej Szejna, quien ha añadido que "quizás pronto necesitamos un favor de Estados Unidos en otra situación".
El encarcelamiento de Pablo González en Polonia generó una ola de polémica. El gobierno polaco hizo público que el periodista estaba acusado de espionaje. Concretamente, acusado de trabajar para el Departamento Central de Inteligencia ruso, un delito que puede acarrear hasta 10 años de cárcel. El entorno de González, especialmente su familia, calificó de injusta y de poco fundamentada su detención y, durante estos dos años y medio, denunció en varias ocasiones las condiciones de encarcelamiento y aislamiento que debía enfrentar el periodista. También denunció la supuesta impasibilidad del gobierno español. Polonia, en cambio, insistía en que su detención por espionaje estaba fundamentada.
Pablo González fue detenido hace dos años cuando estaba en Polonia cubriendo la llegada de refugiados provenientes de Ucrania, en la ciudad de Przemysl. En el momento de la detención, el periodista llevaba el pasaporte español y el ruso –sus dos nacionalidades–. Semanas antes de ser encarcelado, el periodista había sido interrogado por los servicios de seguridad ucranianos, que le instaron a abandonar el país y le acusaron de ser “pro-ruso” y de trabajar bajo las órdenes del Kremlin. González no se marchó y acabó siendo detenido, como se ha mencionado, al ser considerado un espía de Moscú que trabajaba simulando ser un periodista.
El abogado, crítico con España
"Pablo es un hombre libre", ha dicho al ARA su abogado, Gonzalo Boye, que ha denunciado irregularidades en el proceso judicial de su cliente. "Después de dos años y medio no ha habido una acusación formal. Ha sido dos años y medio encarcelado en Polonia, en un régimen de aislamiento cerrado 23 horas al día", ha explicado a este diario. González ha vivido encerrado en una celda de alta seguridad de cinco metros cuadrados sin ventanas en prisión de Radom, cerca de Varsovia. Según su abogado, el periodista "nunca pudo comunicarse [presencialmente] con ningún miembro de su familia".
Gonzalo Boye es crítico con el papel que ha jugado España. "El gobierno español no ha hecho nada por liberarlo", ha dicho, y ha denunciado que "uno de los indicios de criminalidad contra Pablo González es un informe del CNI sobre su abogado vinculándolo con la trama rusa del Proceso". En este sentido, Boye apunta al ARA que su cliente tiene la intención de regresar a España.
De padre ruso y madre española, Pablo González nació en 1982 en Moscú y fue inscrito bajo el nombre ruso de Pavel Alekseevich Rubtsov. A los 9 años se trasladó a España y se registró con el nombre de Pablo. El corresponsal se había centrado en explicar la evolución del espacio postsoviético, así como la Europa del Este, y había colaborado en distintos medios de comunicación, como La Sexta, la agencia Efe y France 24. Cuando Rusia invadió a gran escala Ucrania se desplazó a ella durante los primeros días del ataque.