El tráfico de personas, un riesgo añadido para las refugiadas en la frontera ucraniana

Alertan del peligro en la ciudad de Przemysl después de que una chica de dieciséis años desapareciera el sábado

Cristina Gironès
3 min
Arriba un tren lleno de refugiados, a la estación de Przemysl en Polonia desde Odessa

PrzemyślLa ciudad de Przemysl, en la frontera entre Polonia y Ucrania, es el punto de paso de la mayoría de personas que han huido de la guerra. Según las estimaciones oficiales, casi tres millones y medio de refugiados ya se han marchado del país, y muchos están llegando por este punto caliente. En las paredes de la estación de tren, varios carteles alertan del peligro del tráfico de personas. La información aparece escrita en varios idiomas.

Esta campaña de prevención empezó a principios de esta semana, después de que el sábado una chica de dieciséis años desapareciera en los alrededores de la estación polaca. A pesar de que todavía no ha habido ningún caso confirmado de tráfico por parte de las autoridades, la coordinadora de voluntarios del centro de acogida más grande de Przemysl, Karina Fuchs-Christiansen, apunta que ha sido un punto de inflexión. “Es un caso conocido, y también nos han llegado otras historias de mujeres desaparecidas en su trayecto de huída”, destaca.

Una de las prácticas que se han restringido, por ejemplo, es lo que había sido hasta ahora una forma de ayuda muy común: personas particulares conducían hasta la frontera para llevarse familias a otras partes de Polonia o de Europa. A pesar de que continúa estando permitido, se ha regulado. En todos los centros y estaciones, hace falta que los conductores se registren con documentos de identidad, y animan a los ucranianos, especialmente a las mujeres, a fotografiar el coche y la matrícula. “Estos son el tipo de situaciones que gustan a los traficantes. Tienen margen para aprovecharse de la situación”, apunta Fuchs-Christiansen.

"Hazte una foto con el conductor"

Amb el lema “Hazte una foto con el conductor. Si no quiere, no vayas”, la policía polaca está intentando actuar en una estructura de tráfico que hace años que es fuerte en Europa del Este. El gran flujo de refugiados, principalmente mujeres y menores de edad, da oportunidades a los grupos criminales que prometen trabajo y techo a personas desesperadas. El gobierno también ha habilitado dos líneas telefónicas, una para emergencias y la otra para información general. 

Des de principios de esta semana, el Ayuntamiento de Przemysl ha organizado varios equipos de apoyo y prevención, entre los cuales hay Kavod, la asociación de la psicóloga experta en tráfico sexual Sabine Kallauch. Su objetivo es identificar posibles casos de engaño y pararlos, además de ofrecer apoyo psicológico. “Estamos aquí para ayudar a conducir el trauma y para asegurarnos de que las mujeres que llegan estén, ahora sí, por fin, en un lugar seguro”, apunta. Según explica, es importante que los voluntarios estén sensibilizados sobre la posibilidad del tráfico de personas, porque “en un momento de caos como el actual es cuando estas mafias actúan”. La psicóloga también apunta que ya hay “indicios preocupantes” de casos de explotación, como ofertas de acogida a cambio de servicios como la limpieza o las curas domésticas. “La gente que se marcha de Ucrania está bajo estrés emocional, trauma, confusión”. Por lo tanto, “no pueden identificar el riesgo del mismo modo”, explica.

Hace pocos días, el caso de una chica refugiada que fue agredida sexualmente trascendió en algunos medios de comunicación. El sospechoso se puso en contacto con la víctima por internet y le ofreció un trayecto en coche. “Ella se escapaba de Ucrania, no hablaba polaco. Confió en un hombre que prometió ayudarla… Y todo fue un engaño”, comenta la profesional, que lo pone como ejemplo de lo que se tiene que intentar prevenir. Kallauch también destaca la situación de los campos de acogida en las afueras de Przemysl, la mayoría sin organización de voluntarios y con pocos recursos de ayuda internacional. Según ella, es aquí donde hace falta más ayuda de todo tipo, porque no está regulado por nadie. Además, actualmente está circulando por las redes sociales la foto de un hombre que presuntamente ya estuvo condenado por tráfico de personas y que ha sido identificado cerca del paso fronterizo. “Hay que estar alerta”, afirma.

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