Los 20 millones de dólares de la vergüenza para Trump
Informa el Wall Street Journal que un mediador propone una compensación de 20 millones de dólares por resolver el conflicto entre Donald Trump y la cadena televisiva CBS. El motivo de la disputa es una entrevista en período electoral en Kamala Harris: el presidente estadounidense les acusa de interferencia en las elecciones por haber editado la respuesta de la candidata demócrata para que resultara menos dubitativa en la cuestión del conflicto de Israel. Desde el punto de vista profesional, es una pelea absurda: el canal tiene la prerrogativa de montar una conversación como crea oportuno para recoger las posiciones del entrevistado de forma más efectiva. En el anticipo previo a la emisión, Harris se mostraba dubitativa y esto tiene valor informativo, pero también se puede defender la opción de remontarlo para que el espectador entienda mejor cuál era su posición sobre un asunto sensible. Se llama libertad de prensa.
20 millones de dólares de compensación puede parecer una barbaridad, pero vale la pena recordar que Trump, en su permanente huida hacia delante, pedía 20.000 millones. Y si tiene todas las de ganar ese pulso –aunque sea con ese 0,1% de su pretensión inicial– es porque dispone de un as en la manga: la CBS se encuentra en un proceso de fusión empresarial que debe aprobar la FCC, un organismo de competencia presidido por alguien fiel a Trump. Disney tuvo que pagar 15 millones de dólares porque un presentador dijo que el presidente fue considerado culpable de violación cuando lo era de agresión sexual. Desproporcionada o no, la condena por lo menos lo era por un error flagrante. Aquí hablamos de otra cosa: de extorsión encubierta postrando un organismo regulador a tus pies para doblar la línea editorial de un medio y humillarle. Hablamos de gangsterismo descomplejado.
