Alarmismo con la edad de jubilación

Uno de los peligros de los periodistas más difíciles de esquivar es no asumir involuntariamente marcos mentales sesgados, a menudo de forma interesada. La fundación del BBVA ha elaborado un informe y éstos son algunos de los titulares que ha generado: "La jubilación de los jóvenes de hoy se dispara a los 71 años", "Los jóvenes, obligados a posponer su jubilación hasta los 71 años". Son titulares golosos, pero que generan confusión porque pueden sugerir que todos los jóvenes tendrán que esperar hasta esa edad para poder retirarse. No es el caso. El estudio se limita a constatar que las nuevas generaciones se incorporan en el mercado laboral cada vez más tarde. Esto hace que tarden más en cumplir los años necesarios de cotización para asegurarse el 100% de la pensión. Los titulares hacen creer que ningún joven podrá jubilarse antes de los 71 años, pero es sólo un dato estadístico medio, como el que dice que, si yo me he comido dos pollos y tú jefe, de media nos hemos comido un pollo cada uno. Y esa media, claro, es un magro consuelo para ti. Algunos medios encuadran bien el tema dejando claro que era un cálculo medio estimado a futuro y vinculándolo a la precariedad juvenil (que es lo que habría que resolver).

El hecho de no explicar quién lanza este estudio puede suponer otro problema, porque una de las soluciones que proponen es, mira qué casualidad, que la gente ahorre a lo largo de su vida laboral y haga un rinconcito o contrate un plan privado. Que es una propuesta muy sensata –si el sueldo te da margen para hacerlo– pero que beneficia justamente a la empresa madre de la fundación impulsora del informe. Y, claro, se echaba de menos alguna voz que señalara la contradicción de pedir implícitamente a los jóvenes que empiecen a ahorrar para el 2065, si precisamente su problema es que no encuentran un puesto de trabajo con cotización.