Alba Farelo abre la puerta a su intimidad con 'La Joia: Bad Gyal'
Prime Video estrena este jueves el documental del artista tras su paso por los cines


BarcelonaEn un momento del documental La Joya: Bad Gyal, Alba Farelo (Vilassar de Mar, 1998) canta en un estadio inmenso y repleto de fans. Justo después del concierto, el artista se reencuentra con su familia, que le abraza con entusiasmo. Su padre, el actor Eduard Farelo (Barcelona, 1970), acaba de volver a hacer función en el teatro y le pregunta, orgulloso: "¿Cuánta gente tenías tú?" Ella responde: "No sé, papá, 17.000". Y él dice: "¿Ves? Yo sólo 300". La escena es sólo una de las muchas en las que la cantante se quita todas las máscaras para enseñar cómo es su vida detrás de los kilos de maquillaje, las uñas largas y los vestidos cortos. Dirigido por David Camarero, La Joya: Bad Gyal se estrenó en octubre en los cines ya partir de este jueves estará disponible en la plataforma Prime Video.
"En las grandes estrellas del pop como Alba hay esa parte de ideal inalcanzable que las hace inhumanas. Esto contrasta con la visión que vemos de ella en la película, en la que se muestra próxima y nos abre sus puertas a su vida ya su intimidad", explica Camarero. El documental sigue a Bad Gyal desde los primeros momentos en que concibe su disco de debut, La Joya, en julio de 2021, hasta enero de 2024, cuando finalmente se publica. Pero sobre todo pone el foco en el 2023, un año de fuerte popularidad del artista y en el que debe luchar por sacar adelante el álbum mientras choca con todo tipo de dificultades.
"Estábamos todo el día con Alba grabando y, claro, como cualquier persona aparecen los temas que a ella la atraviesan y la preocupan", señala el director. El documental sirve para hacerse una idea de cómo es el día a día de una superestrella del pop que viste con las grandes marcas y siempre tiene los ojos de todos encima. Ni ella misma es del todo consciente de ello hasta que no vive momentos como, por ejemplo, cuando hace el payaso en el aeropuerto y un trabajador de la aerolínea le dice que no puede volar porque cree que borracha.
Uno de los momentos más citados del documental
Para el documental Camarero ha trabajado con horas y horas de grabaciones hechas con las cámaras, pero también con teléfonos móviles y contenido sobre Bad Gyal en las redes sociales. "El reto principal nos lo hemos encontrado en la sala de montaje. Ser capaces de estructurar todo este material fue uno de los trabajos más complicados", señala el director. Pero el rodar a todas horas también le permitió captar momentos inesperados, como cuando Farelo se indigna porque el servicio de limpieza de un hotel estadounidense le ha echado los puerros en la papelera. La escena se ha convertido en uno de los momentos más citados del documental por la espontaneidad que transmite y por tener un punto de humor.
"Recuerdo que íbamos en coche cuando Alba se enfadó. Ella llevaba el micrófono, pero yo no grababa la imagen. Decidí recoger sólo el audio, sabía que si empezaba a grabarla directamente se rompería toda la tensión que se había creado. El audio era tan expresivo que por sí solo ya funciona”, explica Camarero. Luego este episodio ha llevado a Farelo a contar que su relación con las drogas ha cambiado y que ha dejado de fumar porros. "Haber accedido a incluir este momento en el documental revela la honradez de Alba —defiende el director—. Ha querido mostrar todas las partes de su vida, las buenas y las malas".