Una autopsia en vivo de la justicia española

Esta semana una portada de La Razón permitía colocar sobre la mesa forense el cuerpo del sistema judicial patrio y examinar a placer sus partes purulentas. Ya me perdonarán el oxímoron, pero se trataba de una involuntaria autopsia en vida. El titular de portada era "Debate en el PP por los riesgos de mantener el bloqueo del CGPJ". Se admitía, con un cuerpo de letra generoso, que un partido político hacía tacticismo con un asunto tan serio como permitir los relevos naturales de la judicatura. En el primer subtítulo se delimitaba el botín de forma pornográfica: "Lo que está en juego es el control del 80% de las plazas del Tribunal Supremo". La pieza sugería –como de costumbre, sin incluir ningún nombre ni identificar quién promueve este debate– que quizás era conveniente considerar una postura más flexible, ya que si no el peligro era que Pedro Sánchez eliminara por ley el requisito de la mayoría de tres quintas partes en el Congreso y en el Senado y, abajo que baja, designara jueces a placer. El artículo incluía una frase sumamente inquietante: "La presión externa para que no cedan es muy grande, pero, al mismo tiempo, saben el coste de lo que se juegan si saca adelante la rebaja de las mayorías". Un momento, un momento. ¿Quién aplica esta presión externa en el PP? ¿Con qué palanca? Se está reconociendo que alguien quiere condicionar a un partido político para que mantenga una postura respecto a los órganos judiciales, y el medio debería señalar a los autores de estas presuntas y graves injerencias.

En otra página, por cierto, escriben lo siguiente: “Es la independencia de los jueces, la defensa de su libertad de criterio a la hora de aplicar las leyes lo que una democracia digna de serlo está más obligada a preservar ”. Se podría pensar que es el texto de la viñeta humorística, pero no. Se trata de la editorial.