El canal ultra Now14 se convierte en la cadena de noticias más seguida en Israel
Varias asociaciones humanitarias del país le acusan de apoyar crímenes de guerra y el genocidio palestino
BarcelonaLas guerras tienen vencedores y vencidos no sólo en el campo de batalla: también en el universo mediático. En el caso del conflicto entre Israel y Palestina, un canal relativamente joven está convirtiéndose en la primera opción informativa entre los judíos. Se trata de Now14, conocido popularmente como Canal 14 por la posición que ocupa en el dial. De tendencia ultranacionalista y retórica belicista, organizaciones en defensa de los derechos humanos israelíes le llevaron en septiembre ante las autoridades audiovisuales del país por la cincuentena de veces que se ha defendido en antena el genocidio palestino, o los 150 llamamientos para que se cometan crímenes de guerra como matanzas indiscriminadas, deportaciones en masa o matar de hambre a la población.
Favorable, si no entusiasta, de las políticas de Benjamin Netanyahu, varios parlamentarios del Likud han recomendado abiertamente que la población se informe a través de este canal. El presidente israelí favorece claramente este canal: un estudio de más de medio año, realizado en el 2023, evidenciaba que en Now14 le habían podido entrevistar cada mes y por un total de 196 minutos. Los otros tres medios de noticias se habían quedado con las migajas de las migajas: sólo uno había logrado una entrevista informal, de dos minutos.
Desde el ataque de Hamás a Israel de octubre del año pasado, el canal ha endurecido sus posiciones y ha conseguido que su programa estrella, The patriots, se haya convertido en lo más seguido de entre los canales de noticias. Este espacio es una tertulia en la que los participantes tienen un tiempo limitado para defender sus posturas, pues hacen sonar una alarma. El tono general del programa es de mucha virulencia hacia Gaza y abundan las posiciones extremistas. En uno de los últimos registros, logró que conectaran 343.000 israelíes.
Una década de polémicas
Now14 se puso en marcha el 30 de junio de 2014, justo en la posición del dial donde hasta entonces estaba el canal dedicado a seguir el programa Big brother las veinticuatro horas del día. Durante sus inicios, el hecho de que excluyera de sus programas los movimientos judíos reformistas y conservadores les comportó varias denuncias por romper la ley israelí que prohíbe la discriminación de productos, servicios y entrada libre en lugares de entretenimiento.
El propietario del canal es Yitzchak Mirilashvili, un oligarca de 40 años, nacido en Rusia y criado en Israel, que cofundó la plataforma de networking Vkontakte. Su aventura televisiva empezó con Canal 20, una estación que se centraba en temas de patrimonio. Sin embargo, en 2018 Knesset modificó la ley audiovisual para que pudiera emitir como canal de noticias. No fue el único favor: también le permitió seguir siendo considerado un microcanal, lo que le ahorraba tener que seguir las normas más restrictivas que sí afectan a su competencia, como los canales 12 y 13.
Algunas de las entrevistas que han realizado estos últimos años han encendido la polémica. Fue el caso del programa dedicado a Yitzhak Gabbai, condenado a tres años de cárcel por quemar una escuela bilingüe hebrea-árabe de Jerusalén. En mayo del 2021, uno de los reporteros de la cadena informaba sobre uno el ataque de un misil en el norte de Israel que había caído en medio de un campo de fútbol de un asentamiento árabe y soltó: “Lamentablemente, no ha causado muertes en masa”. El periodista fue despedido. Now14 también ha recibido críticas por LGTBI-fobia. El canal incluso ha tenido que enfrentarse a un boicot de anunciantes, cuando uno de los participantes de The patriots pidió que liberaran al terrorista judío Yigal Amir, condenado por el asesinato de Yitzhak Rabin.
Pero ha sido la guerra con Hamás el que ha concentrado la mayoría de protestas contra este canal. No sólo porque sus informaciones contienen incorrecciones a menudo, sino por el tono incendiario de las intervenciones en los espacios de opinión. Algunos de los miembros del canal, por ejemplo, sugirieron que Israel debería ignorar los clamores según los cuales está violentando la ley internacional.
El Times of Israel, que califica el canal de “incendiario”, aseguraba que “era un operador a menudo desterrado a la industria mediática”, hasta que su audiencia empezó a crecer a partir del conflicto. El académico de Cambridge Ayala Panievsky escribió en el diario Haaretz que el medio era "la respuesta israelí a Fox News" y que lo que hacía era "propaganda".
De hecho, aunque el canal es popular entre los soldados, las críticas que efectúa a menudo contra unas fuerzas de defensa que considera demasiadas tibias motivaron que un portavoz del ejército, el almirante Daniel Hagari, escribiera una queja a la autoridad reguladora del audiovisual, y al ministro de Defensa, acusando a esta televisión de incitar una revuelta contra el liderazgo de la cúpula militar. No hay confianza en que la queja prospere, dado que en los últimos años el organismo regulador se ha ido llenando de perfiles cercanos a Netanyahu. Y el ministro de comunicación, Shlomo Karhi, ha apoyado el canal.