Con la renovación de la cúpula de Mediaset se aprovechó la ocasión para vender un supuesto refuerzo de los informativos y contenidos políticos. De hecho, el traslado de Ana Rosa por las tardes se interpretó en clave ideológica. Pero, seguramente, esta era la anécdota en un viraje cada vez más pronunciado e inquietante hacia la exaltación de una ideología ultraconservadora.
El colmo más delirante de esta inercia es Horizonte, donde Iker Jiménez, el especialista en fenómenos paranormales, pseudociencias y extraterrestres, ahora se dedica a tratar la actualidad con unos recursos engañosos y preocupantes.
Hace días, el presentador fue visto en las manifestaciones contra la amnistía ante la sede de Ferraz. Jiménez alegó que estaba trabajando y cubriendo la información para su programa de Cuatro. El jueves hacía un especial a última hora de la noche para analizar la situación política. Con su tono pretencioso y tragado arrancó el programa citando a Montesquieu para recordar que el poderoso tendía a abusar del poder, subrayando el peligro de no separar el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial. "Vamos a hablar de los tres poderes y de qué se ha quebrado en un día histórico como hoy", anunciaba. A partir de ahí circularon por el programa y las diferentes conexiones en directo una decena de hombres: “Juristas, expertos en leyes y vehementes”, anunciaba.
El repertorio de individuos era muy inquietante. Entrevistaron a miembros de asociaciones y colectivos que se habían manifestado ante la sede del PSOE con la excusa de que no habían provocado altercados. Todos se definían bajo la etiqueta de demócratas y patriotas, pero tanto por su estética como por sus mensajes era evidente que la televisión estaba ofreciendo una imagen blanqueada, edulcorada y disfrazada del auténtico ideario de muchos de estos grupos.
Además, Mediaset se ha convertido en el paraíso de unos portavoces de sindicatos policiales con muchas ganas de notoriedad que la cadena exhibe como si hablaran oficialmente en nombre de los cuerpos de seguridad. Llevan chaquetas estilo bomber llenas de escudos extraños con calaveras y flechas. También aparecen abogados y lo que llaman divulgadores políticos haciendo mítines arruinados. Invitaron a un exafiliado del PSOE sólo para que enseñara su carnet del partido recortado sobre la mesa.
Lo que está haciendo Iker Jiménez en televisión es una estrategia engañosa de lo que es el periodismo. Invita a varias personas que pertenecen a formaciones minoritarias y residuales, que defienden una misma ideología de ultraderecha. Les da una plataforma para lanzar sus discursos y mensajes. Los reviste de autoridad citando nombres y cargos. Y finalmente lo vende como ejercicio de pluralidad y análisis desde una perspectiva demócrata y pacifista. Mira por dónde, el hombre que venía la existencia de extraterrestres, platos voladores y psicofonías, de tanto mirar el más allá ha acabado dando voz a la extrema derecha.
