Lo he descubierto. Por fin sé qué perro es Perro Sanxe: el Risitas, que es como se conocía en la España de la televisión única ese saco de pulgas de la serie de dibujos animados que se tradujeron como Los autos locos. El líder socialista vuelve a reír socarronamente ante el enésimo fracaso del pérfido Pierre Nodoyuna –elocuente apellido– que intentaba con poca fortuna acabar primero en la carrera. En ese caso, sería Alberto Núñez Feijóo quien se llevaría el casting para interpretar a este malvado de pacotilla. Ni siquiera teniendo el grueso de los medios escritos, radiados y televisivos, ni tampoco con la inestimable colaboración de la casta judicial ha logrado el efecto plebiscitario que pretendía sobre la figura de su némesis. La muestra del día podría ser la portada de'El Mundo de este domingo electoral: "Los españoles votan hoy o más a Sánchez o voluntad de cambio". La formulación es tramposa, porque la disyuntiva sólo existe en su mundo etéreo de narrativas. Elefecto Begoña, convenientemente manufacturado para la campaña, ha sido una llufa avanzada de San Juan.
La supervivencia del líder del PSOE como inquilino de la Moncloa tiene que ver casi exclusivamente con el miedo comprensible de los socios que le sostienen como presidente, temerosos de jugar a la ruleta rusa que comporta dejarle caer y arriesgarse a acabar favoreciendo un gobierno del Estado de derecha y ultraderecha. Feijóo debería ser más hábil, porque cada fracaso, cada Nodoyuna, hace que Isabel Díaz Ayuso abra un par de grados más sus ojos ávidos. De hecho, el subtítulo deEl Mundo es "PSOE y PP llegan al 9-J con incertidumbre y asumen que los resultados "tendrán consecuencias políticas"". No sé ustedes, pero el hecho de que incluyan a los populares en la formulación me hace pensar que esta frase envenenada es un aviso. Y no en Sánchez, precisamente.