Gary Lineker pisa una mina injusta
Las reglas de la corrección política tienen un peligro importante: hay una serie de minas que alguien puede pisar inadvertidamente. Es lo que le ha ocurrido a Gary Lineker, que se despide este domingo de la BBC tras 26 años siendo su comentarista estrella, por culpa de haber compartido un vídeo crítico con Israel que incluía el emoticono de una rata. Como este animal se utilizaba durante la Alemania nazi para deshumanizar a los judíos, ha recibido un alud de acusaciones de antisemitismo, aunque él ha explicado que desconocía las implicaciones históricas de esta asociación. Al final, Lineker cae porque existe una campaña muy consciente desde los sectores más furibundos del Reino Unido, que le tenían ganas por sus denuncias contra el Brexit, la situación de Ruanda o las políticas migratorias.
Recuerdo un precedente similar, también de la BBC, del 2019. Danny Baker comentó el nacimiento del hijo de Meghan Markle y el príncipe Enrique con una foto humorística en la que se veía a una pareja cogiendo de la mano a un chimpancé vestido con ropa humana y el mensaje "El bebé real sale del hospital". Es evidente que el uso del mono obedecía a las ganas de señalar que la muy mediática pareja exhibía a su criatura como si de un animal de circo se tratara. Pero, como la abuela es afroamericana, se interpretó que el uso del simio se insería en la tradición racista de animalizar a las personas negras. De nada sirvió la disculpa y perjurar que nunca se le había pasado por la cabeza esta identificación: la BBC lo echó. El desconocimiento de la ley no exime de cumplirla, como suele decirse, pero cancelar a alguien que de forma verosímil te dice que no conocía una referencia –y la repudia públicamente– no deja de ser la actualización en el siglo XXI de las viejas cacerías de brujas. Y la sospecha de que no importa la ofensa, sino cargarse al presunto ofendedor.