El gran chisme catalán

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Silvia Caballol entrevistada por Ricard Ustrell.

De un tiempo a esta parte, TV3 ha potenciado la información del corazón en su parrilla, seguramente en esta inercia para popularizar sus contenidos. Especialistas en prensa rosa se han distribuido en programas como el Todo se mueve, el Planta Baja, elEstá pasando y el Colapso. Sin embargo, a grandes rasgos, la fauna protagonista de los contenidos siempre se ha centrado en realezas de aquí y de allá y celebridades de ámbito español. Se ha preservado algo más del lavadero a los personajes autóctonos. Quizás la principal excepción han sido Gerard Piqué y sus parejas. Ahora bien, el plato fuerte, el gran chisme catalán por excelencia, la exclusiva ansiada, la tuvo Ricard Ustrell el sábado por la noche en el Colapso. La entrevista a Silvia Caballol, la mujer del obispo emérito de Solsona, Xavier Novell, la hizo gruar con el cebo de pequeños preliminares, en un arranque televisivo entre lo divino (la entrevista al padre Apel·les) y el más mundano (la fenomenología de cacas y pedos según el experto Xevi Verdaguer). El rótulo del Colapso que presentaba Caballol utilizaba el término esposa, que es el registro más formal que contribuye a elevar la categoría del marido. Una entrevista grabada al aire libre, con el cielo como testigo.

El discurso de Caballol, que en algunos momentos adoptaba el tono de predicadora hábil, transformó el escándalo eclesiástico en un cuento de hadas: la flor resiliente que crece inesperadamente y contra todo pronóstico de entre las piedras como símbolo del su amor. Presentó su relación con el obispo casi como una forma más pura y elevada de amor. "Si aprendes a amar cómo Dios manda, el amor no caduca", aseguró. Ustrell preguntó por la eternidad de ese amor y del matrimonio, consciente de que exploraba en los niveles de realismo doméstico de toda convivencia. Caballol arremetió contra los medios y contra una parte de la Iglesia que se ha mostrado amenazante. Quizá sorprendía este descubrimiento de la vertiente retrógrada e intransigente, tan poco humana, de la institución. Especialmente teniendo en cuenta que, años atrás, en la cima de la popularidad del obispo Novell, él era conocido por su carácter conservador y muy doctrinal. Caballol suavizó mucho sus formas e hizo una relectura de lo que recordábamos: “Él exponía unas ideas en línea con lo que él representaba, pero exponía, no imponía. En este punto, fue muy oportuno el inserto de un fragmento del programa El invitado del año 2013 cuando Albert Om le preguntaba por el uso del preservativo y las relaciones homosexuales. Recuperar su respuesta ponía en contraste el pasado del obispo con el presente más empático que nos vendía ahora la esposa. El presentador convirtió la conversación en un espacio de libertad para su invitada. Una entrevista de preguntas amables que permitieran a la protagonista darse a conocer como ella deseaba. Y, sobre todo, que la resarciera de la agresividad mediática que ha sufrido todos estos años. Tampoco era necesario un tono más inquisitivo, dada la trivialidad de la historia. Ricard Ustrell encontró la mejor forma de allanar el camino y ganarse la confianza en caso de que el obispo emérito Xavier Novell quiera romper su silencio. “Esto Xavier, si alguna vez le concediera una entrevista, lo explicaría mejor”, dijo la psicóloga, dejando la puerta entreabierta a una futura gran exclusiva.

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