Las opiniones en la cara, por favor

Si el otro día les contaba los vínculos de La Vanguardia con CaixaBank y las deEl País con el Banco Santander, para explicar su oposición a la opa que quiere absorber al Sabadell, hoy toca explicar que el BBVA también tiene aliados mediáticos, en cuyo caso le juegan a favor. Miremos el titular de portada delAbc que dice: "El sector financiero denuncia el "populismo barato" del gobierno contra la opa". Como suele ser habitual, la mayoría de las opiniones son fuentes anónimas. Solo se identifican dos del sector: la del presidente del sindicato de accionistas minoritarios y la del banco inversor Alantra. ¿Es suficiente esto para que el sujeto sea "el sector financiero", así, en peso? Difícil. En un momento del texto, incluso se dice que "entre los empresarios, el rechazo a la consulta es también total". No habrán llamado a Foment del Treball. O en Pimec. Una vez más, las fuentes anónimas son poco confiables o el refugio de los cobardes. Las crónicas de estos trabajos de encargo –con la conclusión ya decidida por adelantado– suelen estar llenas de verbos altisonantes como denuncian, lamentan, deploran o señalan. Pero en realidad nadie denuncia nada: sólo se esconden tras el escudo del periodista. Y no señalan nada, porque la única mano que se muestra es la del redactor que firma la crónica. Idealmente, las fuentes anónimas deberían limitarse a casos en que den información, no opiniones.

Al lector, además, se le desliza un contexto importante: los lazos históricos que unen Vocento con el BBVA. La entidad estuvo presidida durante más de veinte años por Emilio Ybarra, padre del actual máximo responsable del grupo y hermano de quien lo era anteriormente. El banco, además, es uno de los que lideró la refinanciación de la deuda de 45 millones de euros del grupo mediático. Como por no estar agradecido y salpimentar una pieza maniquea con declaraciones imposibles de rastrear.