'El País' explica por qué llama "fugado" a Puigdemont

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01. Carles Puigdemont a las puertas de la Casa de la República. 02. El presidente conversando con Antoni Bassas. 03. En su despacho, hojeando el diario ARA.

BarcelonaUn lector del diario El País, de nombre claramente plurinacional, Xosé María Torres Bouza, se queja a la defensora del lector, Soledad Alcaide, por el hecho de que a Carles Puigdemont se le llame "fugado de la justicia" en sus informaciones. Y lo hace con argumentos muy convincentes: a) Está localizado en Waterloo; b) Está a disposición de los tribunales belgas; c) Usa su defensa legal como cualquier acusado. A partir de ahí, Alcaide recurre a un catedrático de Derecho Penal, Manuel Cancio, quien afirma que "fugado" no es un término jurídico porque no existe el delito de fuga y explica que, técnicamente, Puigdemont es "una persona que ha sido procesada en rebeldía". Como el catedrático no le resuelve la papeleta, Alcaide recurre al director adjunto de la edición catalana del diario, Miquel Noguer, quien afirma que en periodismo "hay que utilizar un lenguaje comprensible y que describa la realidad". Noguer considera que "fugado encaja descriptivamente" con la situación de Puigdemont (aunque cuando se marchó a Bélgica no había ninguna orden de detención contra él), mientras que cree que "exiliado" o "represaliado" añaden una connotación de persecución política.

Y aquí es cuando entra en juego la línea editorial. La de El País estima que la acción de la justicia española no se puede considerar "persecución política", en cambio el ARA sí utiliza con naturalidad las palabras exilio y exiliado porque cree que todo lo que se deriva del Procés tiene una connotación claramente política. Y una persona se exilia habitualmente cuando quiere evitar la acción de la justicia. Por ejemplo, en el caso de Roman Polanski la prensa española no tiene problemas en afirmar que vive en el exilio en Francia. Pero con Puigdemont o Marta Rovira se ve que no puede decirse.

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