Un pequeño gesto poderoso del 'Guardian' con el periodismo en profundidad

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¡Qué caramelo más dulce que nos regala el Guardian a los periodistas y medios que defendemos un sitio para el periodismo de largo formato en estos tiempos de trinchadora y prisas. La mayoría de periódicos digitales tenemos el típico ranking de contenidos más vistos. Aparece al final de cada noticia y el ánimo es mantener al lector enganchado un rato más, con temas que el público ha demostrado que son atractivos o, al menos, clicables. La lista suele ser una combinación bastante heterogénea de las noticias más relevantes del día, opiniones de aquellas que hacen diana y algún tema más trivial y llamativo, de aquellos que generan algún hocico fruncido en los comentarios, pero tienen muchas visitas porque, qué caray , los dulces siempre completan un buen menú y la cuestión es no hacer abuso. En el ARA lo complementamos con el ranking de lo más comentado, que es otra medida bien válida para evaluar la relevancia de un artículo. Lo que el Guardian ha introducido es también un segundo ranking, pero en este caso con las noticias que más rato han logrado capturar al lector. Una maravilla, porque entonces toman visibilidad artículos que probablemente se han trabajado más a fondo y que el autor ha procurado escribir con suficiente traza para desafiar así el déficit de atención que caracteriza a nuestros tiempos. En el momento de escribir estas líneas, sólo uno de los artículos, de los siete que destacan a ambos lados, se repetía en ambas listas.

Una portada antigua del Guardian.

Uno de los problemas de la prensa es la aceleración de los tiempos informativos que vive el sector. Las redes sociales desincentivan dedicar mucho tiempo a un artículo porque pronto queda sepultado en el alud de nuevas publicaciones. Valorar no sólo los clics sino también el tiempo de lectura –algo, por cierto, que hacemos en el ARA en nuestras estadísticas internas– es una buena vacuna para no dejarse llevar por esta tendencia.

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