El político más corrupto según García Ferreras
Es el juicio que llevaban años esperando. El lunes por la mañana, las cadenas privadas españolas informaban del inicio del juicio del caso Pujol con la misma exigencia y precisión con la que pronunciaban su apellido. "Puyol" es la alegoría del periodismo de aproximación. En El programa de Ana Rosa se preguntaban por "la fortuna oculta" con la ayuda de Eduardo Inda como máximo experto en la materia. En los montajes de las imágenes de archivo de la familia Pujol ponían secuencias de billetes como cortinilla de separación. La presentadora y los colaboradores mezclaban y confundían circunstancias, detalles y noticias, en un totum revolutum del caso. En Antena 3 Noticias la noticia incorporaba un sutil montaje humorístico al estilo del APM, cogiendo expresiones y desatinos de Pujol y Ferrusola para hacer el caso más esperpéntico. "Los que fueron la imagen de la pulcritud y la integridad en Cataluña serán juzgados por todo lo contrario", decían para cerrar el reportaje. Fue una constante durante toda la mañana: un cierto juicio a la sociedad catalana, como si fuera cómplice, como prueba de la hipocresía de un país entero. Pero quien estaba más excitado y destilaba un desprecio desinhibido era Antonio García Ferreras en En el rojo vivo. Se pasó toda la mañana repitiendo exactamente la misma letanía: "Jordi Pujol, posiblemente el político más corrupto de la historia de España. ¡Se lo han llevado crudo!" Mostró un cierto sarcasmo desconfiando de las valoraciones médicas de Jordi Pujol. Después de una conexión en directo del periodista Ferran Casas valorando el inicio del juicio, Ferreras le dijo adiós añadiendo una apostilla de cosecha propia: "Yo creo que ha robado tanto que ya ni se acuerda". Cuando fue el turno de intervención del ex secretario general de CCOO Catalunya Joan Coscubiela, ahora analista del programa, García Ferreras no paraba de repetir lo mismo: "¡23 años llevándoselo crudo durante décadas y décadas y décadas en el poder!" E insistía: "¡Se lo llevaron crudo! Yo creo que es uno de los políticos y de las familias más corruptas de la historia de la democracia de España". En la conversación se señalaba a la sociedad catalana como connivente. El presentador de Al rojo vivo repetía con brocha gorda: "Todo Catalunya sabía lo que sabía, pero él era intocable, él era el emperador". Poco después, volvía el mantra sobre Jordi Pujol: "Es uno de los políticos que más dinero ha robado a los ciudadanos".
A García Ferreras le gusta utilizar una jerga coloquial para hablar del caso: "Se lo ha llevado crudo", "La pasta la tenía en Andorra", "¡La UDEF son los que lo han pillado!" Este uso del lenguaje acentúa la idea de criminalidad y falta de escrúpulos de los Pujol. Utilizaba un registro propio de comisaría que sustituye el rigor y condiciona la percepción de la audiencia sin argumentos jurídicos. Al presentador le sirve, además, para exhibir una especie de distancia moral. Toda la complejidad del caso queda reducidaal "se lo llevaron crudo". Al rojo vivo sustituye los tempos y criterios judiciales por su propio relato.