Reírle las gracias a Milei

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El diarioLa Razóninvita al presidente argentino a un acto y, cortesía obliga, le regala la portada. A cambio, Javier Milei les da un titular que complace en el rotativo de Francisco Marhuenda: "El socialismo es un fraude intelectual". En el intercambio de caricias, dentro de este ejercicio de petting periodístico, se incluye un editorial titulado “Luz al final de un túnel desolador en Argentina”. Uno de los peligros de la macroeconomía es que cuatro cifras te aguanten un relato mientras millones de personas viven en la pobreza. Algunos indicativos son positivos –aunque la inflación interanual fue mayor en abril que en cualquier otro momento del último año– pero el retrato económico del país debería incluir la pérdida de un 40% del poder adquisitivo de los trabajadores y pensionistas. O el aumento del número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, una lacra que afecta a los niños en el país americano. O la especulación inmobiliaria desatada que está favoreciendo la política económica del nuevo mandatario, dejando a muchas familias en la calle. Quizás sí Argentina había llegado a un punto de colapso en el que la única solución posible era una purga. Pero es necesario explicar su precio. Bajar a la calle. Mostrar la miseria y la angustia de los más vulnerables. El resto, actividades de diplomacia,photo opportunitiespara poner en primera página y cortesías desde una torre de marfil.

El presidente de Argentina, Javier Milei, y el líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto en Madrid.

Milei, por cierto, se alababa de estar incomodando a todos los “rojitos”. Esta tendencia a los diminutivos de los últimos tiempos (“derecha cobarde”, “ofendiditos”) es la evidencia de la rebaja del nivel en el debate público. El desprecio sistemático al otro ya desde el momento de llamarlo es especialmente sangriento en España, donde los periódicos de derecha son brazos armados en la guerra cultural. Deberíamos tratar de no importarlo, porque es un pocolamentabilidad.

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