Los secretos de los "Bon dia" de la radio matinal en catalán
Los líderes del medio revelan cómo eligieron su saludo característico
BarcelonaLo decía Josep Pla: “Mi país es aquél en el que cuando digo «buenos días» me responden «buenos días». En Cataluña hay unos profesionales del saludo, que dirigen cada mañana a cientos de miles de personas. Son los locutores radiofónicos encargados de los programas matinales, que ponen al país en marcha. Cada uno de ellos, al abrir el micrófono, tiene una frase característica que genera identificación con la audiencia y, en su brevísima fórmula estereotipada, contiene también una pequeña dosis de la filosofía que impregna el programa.
“Buenos días, Cataluña! Buenos días y una canción”. Así empezaba Salvador Escamilla su programa Radioscope, el gran altavoz para la Nova Cançó. El hecho de que lo dijera en catalán era una pequeña provocación y ponía a prueba la paciencia del censor de turno, que le llamaba de vez en cuando para amonestarle. "¡Es que se me escapa!", le contestaba el locutor. El ARA habla con algunos de los radiofonistas actuales más destacados del país, que han asumido espacios matinales, para que revelen cómo se decidieron por un saludo u otro.
Con la reanudación democrática, Catalunya Ràdio pudo empezar sus emisiones, en 1983. Pocos meses después, Josep Cuní se ponía al frente del magacín matinal Sin cadenas y adoptaba también la frase “Bon dia, Catalunya” como saludo. “Cuando empezamos por las mañanas de Catalunya Ràdio entendimos que una manera implícita de explicar a diario a los oyentes que nos dirigíamos a todo el país era saludándoles y diciéndoles aquello de «Buenos días, Cataluña»”, explica el periodista a el AHORA. “Así se empezó a aplicar una referencia que, desde ese momento, ha tenido otras orientaciones, pero en definitiva todas han sido hijas de ese lema que yo mismo he mantenido siempre tanto en la radio como en la televisión matinales”. A ese saludo se le puede ver también un vínculo al programa Good morning America, que la cadena ABC puso en marcha en 1975, e incluso ecos en la célebre frase de Arthur Miller según la cual un diario –o, por extensión, una radio– es una nación hablando consigo misma.
Empiezan las variantes
Cuando Antoni Bassas tomó el relevo en Cuní, después de una década en antena, tuvo claro que debía adoptar una frase inicial propia. “La dirección de un programa como éste obliga a tomar un montón de pequeñas decisiones, a veces microscópicas, pero justamente porque son muy pequeñas y concretas pueden tener un gran potencial simbólico, y hay que pensarlo un poco, no se pueden despachar sin más. Una de estas es cómo saludarás. ¿Cuáles serán las palabras de ritual con las que darás apertura a una nueva reunión diaria de la congregación, para entendernos? Con qué palabras das el día para empezado y pones en marcha la jornada de cientos de miles de personas”, dice el locutor.
La decisión fue una frase que también ha quedado en el imaginario colectivo: “Buenos días, son las 8”. Bassas explica su génesis: “Yo tenía un único precedente, el de Cuní, pero me pareció que la dimensión nacional del «Bon dia, Catalunya» era algo redundante en una emisora llamada Catalunya Ràdio, en un programa que se llamaba La mañana de Catalunya Ràdio y en una emisora que tenía como lema "La radio nacional de Cataluña". Ya había muchas Cataluñas a expresar durante el día y fui al origen: desnudé al máximo el sentido del saludo, pero que incluyera cortesía y servicio. El «buenos días» me pareció esta unidad mínima de cortesía, y es también la expresión más genuina con la que puedes decir «buenos días» en catalán. Y, en paralelo, decir la hora era un acto de servicio”.
En la actualidad, Ustrell ha mantenido el “Bon dia, Catalunya”, pero lo reserva para el final de la portada. “Teníamos claro que tenía que estar, pero para empezar queríamos una fórmula que fuera de apertura, de bienvenida. Que tuviera un punto de radio, show, alegría. Y por eso cogimos al «Señoras y señores», que es una fórmula muy clásica y muy americana. Es el «ladies and gentlemen». Es algo que he hecho toda mi vida, en otros programas, como Colapsopero responde más a una cuestión formal que a nada más”.
La alternativa de RAC1
Con el cambio de siglo, ya pocos cientos de metros de Catalunya Ràdio, nacía una emisora privada que, con el tiempo, la acabaría superando en audiencia. Sin embargo, de momento era un proyecto incipiente que batallaba contra otra oferta privada, la desaparecida Ona Catalana. Xavier Bosch presentaba entonces El mundo en RAC1 y su entrada era: "Son las 6 (las 7 o las 8), buen día y buena hora". Esta variación con el "buena hora" tiene una explicación de tipo familiar: “Es la que había oído decir toda la vida a mi abuelo, Josep Bosch Vancell, de Guixers, en el Solsonès. El objetivo era tratar de recuperar expresiones autóctonas o, al menos, darles algo más de vida. Y así podía huir del «Buenos días, Cataluña» del Cuní, que encontraba una fórmula pretenciosa”, rememora.
En el caso de Basté, el actual conductor del programa despertador, asegura que no era consciente de que su "Bon dia, Catalunya" tenía el precedente de Cuní. “Cuando hice un repaso sobre lo que se había dicho históricamente encontré que Cuní decía «Buenos días» a secas. Quizás era antes deLa mañana de Catalunya Ràdio, cuando todavía hacía el Sin cadenas”. Alertado de esto en el momento de elaborar este reportaje, dice: “Pues resulta que el discípulo lo ha copiado del maestro, ya me está bien. ¡Ya me extrañaba que nadie lo hubiera dicho antes!”
En su caso, durante un tiempo consideró mantener lo que había hecho en su etapa anterior, en el programa nocturno No se lo digas a nadie, en Catalunya Ràdio. “Allí decía «Señoras y señores, buenas noches, son las 12». Pero, claro, esto era muy formal y yo siempre he tenido la idea de hacer el programa menos formal. Al final, lo de «Bon dia, Catalunya» ha acabado siendo una fórmula que la gente bromea incluso». Otra frase característica de su entrada, justo cuando termina el delantal que sirve como editorial, es “Bienvenidos al mundo”. En este caso, Basté lo justifica así: “Me hace pensar que lo siente una persona que acaba de despertar y se pregunta lo de «¿Dónde estoy?» Que alguien le diga «Bienvenido al mundo» es bonito y, encima, liga con el nombre del programa, claro”.
Otra variante fue la de Laura Rosel, en la emisora pública: “Son las 8 de la mañana. Buenos días, Cataluña. Somos La mañana de Catalunya Ràdio”. Según explica, “la idea era acentuar mucho ese sentimiento de pertenencia. Transmitir que La mañana de Catalunya Ràdio es algo de todo el mundo, está abierto, es plural. Es de la radio y es de la gente”. Después de hacer Accent, que era el comentario editorial inicial, vendía un "Som-hi" también característico. “Con el “Som-hi” quería insistir en la idea de “venga, va, nos ponemos, empezamos la mañana con fuerza, con energía, y con ánimo””.
Mònica Terribas, por su parte, se distanció de la fórmula del "buenos días". En años del Proceso, su Desperta, Catalunya tenía connotaciones múltiples. "Era una forma directa de animar a la sociedad de este país a abrir los ojos física y metafóricamente cada día, para construir y avanzar", detalla. “Cuando estamos despiertos, estamos alerta. Y mantenernos alerta es imprescindible en un mundo lleno de grietas a los derechos y libertades fundamentales de las personas y de los pueblos”.
Al final, la simplicidad se impone en la mayoría de casos. Una veterana de los programas matinales es Neus Bonet, que ha despertado a mucha gente haciendo La mañana o, en los inicios de Catalunya Ràdio, con el programa previo a lo que hacía Cuní, cuando empezaba a las 9. “En aquellas horas lo más importante es la hora y el saludo de un simple «Buenos días!» A continuación, la noticia más destacada, que suele ser el tiempo que hace o hará y el tráfico, si existe mucha incidencia en tu ruta habitual. Todo en una secuencia de datos y de información que te permite arrancar enseguida”.
Por convencional que sea la frase, es susceptible de generar polémica. La entrada de Manel Fuentes consistía en decir la hora y acabar con “Este es La mañana de Catalunya Ràdio”, para desesperación de los lingüistas de la casa. La fórmula normativa sería “Esto es La mañana de Catalunya Ràdio”, pero las alertas de los correctores nunca lograron su propósito.
Los más relajados
La radio musical, y la de fin de semana, permite aflojarse metafóricamente el último botón de la camisa e ir más allá del ortodoxo "buenos días". Ernest Codina del Matina Codina de RAC105, por ejemplo, fuerza la normativa con un día “Buenos días, matinerus”, que acompaña del lema “Bienvenidos al epicentro del terremoto en la radio matinal”. Según narra, lo hace “para la gente que busque zarandeo, estruendo, cachondeo, alegría y música animada”. Otra frase recurrente es “Lo mejor que puedes escuchar de camino al matadero o, como lo llamamos informalmente, el mataderu”, y aclara que aquí el matadero es “el trabajo o la escuela”.
Llucià Ferrer, por su parte, durante muchos años comenzaba programas como La mañana y la madre que le parió, el Fricando matiner o el¿Dónde quieres ir a parar? con un saludo característico: “Mi frase era «Hoooooola, ¿qué tal, cómo estáis?» Empezaba algo alejado del micrófono y me iba acercando, casi hasta comerme el micrófono. Era como si me diera empuje yo, para empezar el programa, y es cierto que mucha gente me hacía el cachondeo de este «Hoooooola, qué tal» si me reconocía. Era una cantinela tonta, pero muy efectiva. Y muy poco original también hay que decir”.
Los fines de semana de Catalunya Ràdio Roger Escapa apela a los sentidos. “Yo digo «Buenos días, son las 6. Y así suena El suplemento de Catalunya Ràdio». Creo que era Josep Cuní quien decía que lo más importante es la hora, y la segunda, el tiempo. Pues cuando tuvimos que elegir frase para esta etapa deEl suplemento decidimos que lo que diríamos primero sería la hora y después Catalunya Ràdio, pero me gustaba la idea de jugar con el verbo sonar porque, al fin y al cabo, no dejamos de hacer radio. Y también porque justo después de yo decir esa frase sonaba la sintonía, que era una nueva que habíamos preparado para el nuevo suplemento. Me gusta hacer respirar la sintonía y entonces hacer sonar el programa”.
El Vía libre de RAC1, por el contrario, apela más al placer de saberse en sábado o domingo. Después del "buenos días" y de recordar la hora, la frase-marca es "Está en el territorio del fin de semana". El director del espacio, Xavi Bundó, explica cómo llegó: “La inventamos hace nueve temporadas, cuando el Vía libre, que se emitía hasta entonces de 10 a 2, pasó a ser mucho más matinal, a partir de las 7 o las 8. Al final se convirtió en un programa que quería equipararse en objetivos con el espacio de los laborables, pero con el acento propio de sábados y domingos”, detalla. “Para mí, evoca un cierto orgullo. Es un lema que dice que estamos en un territorio diferente, y que nos sentimos distintos. La frase ha hecho cierta fortuna, y la utilizamos también para los anuncios”, añade.