Crítica de series

Michael Fassbender y Richard Gere, espías de primera en la serie 'The agency'

La serie, producida por George Clooney, restaura el factor humano en un 'thriller' de espionaje que se cuece a fuego lento

Michael Fassbender y Jodie Turner-Smith en la serie 'The Agency'.
20/02/2025
3 min
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'The Agency'

  • Jez Butterworth y John-Henry Butterworth para Paramount+ Showtime
  • En emisión en SkyShowtime

Los espías, agentes infiltrados y asesinos a sueldo se están haciendo fuertes en la ficción televisiva de prestigio. Hace pocas semanas aterrizaba en Netflix Palomas negras (Black doves), con una Keira Knightley dispuesta a mostrar su vertiente más violenta. Con una quinta entrega ya anunciada en Apple TV+, Slow horses se ha convertido en una serie de culto en un panorama en el que cada vez cuesta más que un título consiga fieles seguidores. Y ahora llega a SkyShowtime The Agency, el remake estadounidense de The Bureau, del francés Éric Rochand. Se encargan de la adaptación el dramaturgo británico Jez Butterworth —de quien aquí hemos visto la espléndida Jerusalén de la mano de Pere Arquillué—, y su hermano John-Henry, con el que ya había firmado los guiones de películas como Ford v Ferrari y Indiana Jones y el dial del destino. En solitario, Jez también colaboró ​​en la escritura de una de las últimas aventuras de James Bond, Spectro (2015), así que no es la primera vez que se adentran en la ficción de espías.

Pero The Agency se aleja del espectáculo y el glamour de 007 para llevar la tradición de las obras de John le Carré o Graham Greene en los tiempos actuales. La serie sigue la vuelta de Martian (Michael Fassbender) a la sede de la CIA en Londres. Se trata de un agente que ha vivido en los últimos años en África con una falsa identidad como profesor de inglés. En la capital británica se encuentra con una crisis abierta en la agencia a causa de un posible agente doble en Bielorrusia. La serie recorre los movimientos tácticos de la CIA en el tablero de ajedrez de la geopolítica contemporánea, a través de una serie de jugadas que no siempre quedan del todo claras. Pero Martian está tocado por el factor humano, como el protagonista de la novela homónima de Greene. Él también se enamoró durante su estancia en Sudán de una profesora y activista por los derechos humanos, Samia (Jodie Turner-Smith), a quien reencuentra en Londres.

La serie combina la tensión por la trama de espionaje con el conflicto dramático de comprobar hasta qué punto la pasión de Martian afectará a su trabajo. Fassbender clava a este espía con un control total sobre sus acciones que, sin embargo, no renuncia a la mujer que ama. La CIA es también consciente de la dimensión humana de sus trabajadores. Nada más llegar a Londres, la agencia asigna dos hombres para que sigan al protagonista. Y le obligan a visitar a una psiquiatra. Seis años haciéndose pasar por otra persona, solo y en otro continente puede afectar a la estabilidad mental del hombre más íntegro.

Richard Gere y Michael Fassbender en la serie 'The Agency'.

Los guionistas no son los únicos nombres de prestigio de The Agency, que coproduce George Clooney. A Fassbender le acompañan, en el papel de principales responsables de la oficina de Londres, un Richard Gere más convincente que en muchos de sus papeles románticos, y Jeffrey Wright, habitual del cine de Wes Anderson. La dirección de los dos primeros episodios corre a cargo de Joe Wright, conocido por las películas Orgullo y prejuicio y Expiación, que dota de una sobria elegancia al estilo visual de la serie. Su mano se hace notar en el uso recurrente de espejos y reflejos que remarcan la condición inestable de la identidad de los personajes, y en la forma en que introduce la arquitectura contemporánea de Londres, sobre todo la belleza brutalista del apartamento en el edificio Barbican donde se aloja Martian. El ritmo a fuego lento ya veces algo hermético de los diez episodios de The Agency pueden asustar a la audiencia más acostumbrada a las tramas hiperactivas y sobreexplicadas. Ésta es una ficción para degustar poco a poco y sin perder detalle.

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