Ficción

Eduard Fernández: "Es muy difícil que la gente no le tenga manía a la bandera de España"

Actor

Eduard Fernándes cuando presentó la serie en San Sebastián
19/11/2025
4 min

BarcelonaCoincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, Movistar Plus + estrena este jueves la miniserie Anatomía de un instante, que examina el intento de golpe de estado del 23-F y las tensiones de los meses previos. La ficción adapta el libro homónimo de Javier Cercas y tiene como ejes principales a tres personajes, Adolfo Suárez, Manuel Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo, al que da vida Eduard Fernández.

Anatomía de un instante reconstruye el 23-F, un momento que para una parte de la población actual queda muy lejano. ¿Series como estas son necesarias para hacer pedagogía? ¿Y deben hacerlo?

— No sé si deben hacerlo o no. Mucha gente me pregunta por qué ver esta serie y, de entrada, todos vemos muchas series y creo que esta ha salido bien, es buena. Así que es necesario mirarla porque, como serie, es buena. Luego, otra cuestión es el tema del que habla: un momento de la historia de España, el frustrado golpe de estado del 23-F. Está basada en el libro de Javier Cercas, que se informó mucho y escribió de lo que tenía constancia contrastada. Cuando fuimos al Festival de San Sebastián había gente más joven, de unos 30 años, que no sabía exactamente de qué iba el asunto. La serie está hecha con una voz en off muy presente, una música muy atrevida y un ritmo que hace que enganche. Personalmente, creo que ahora que parte de los jóvenes dicen que prefieren la dictadura a la democracia es un buen momento para informarse. La serie explica bien lo que hicieron Santiago Carrillo, Adolfo Suárez y Manuel Gutiérrez Mellado para que no triunfara el golpe de estado y para instaurar la democracia.

¿Cómo te aproximaste a una figura histórica como Santiago Carrillo?

— Viendo muchos vídeos y muchas entrevistas. Me aproximé a través del aspecto físico. Me propusieron raparme el pelo, pero lo descarté porque pensé: "Hostia, ahora tendré que ir todo un año rapado". En realidad hice poco: me tiré el pelo atrás y lo llevaba bien peinado; y me fijé que apenas tenía labios, eran como una línea recta. Intenté hacer esta línea recta poniéndome algodón en la boca y es verdad que te hace la mandíbula más ancha. He intentado capturar el espíritu de una persona que hablaba más lento, más tranquilo, y que fumaba todo el rato.

Eduard Fernández como Santiago Carrillo.

Entiendo que se trata de encontrar el punto justo para no caer en la parodia, ¿no?

— Para que el resultado tenga humanidad debe ser algo en medio del actor y el personaje. Si no, cuando haces demasiada imitación, que hemos visto muchas y muy buenas, es un poco una parodia que no tiene humanidad. Se trataba de ver a Carrillo en sus momentos íntimos, como cuando llaman a casa y le dicen: "Franco ha muerto". Era una de las escenas que me apetecía rodar: ver cómo siente esto una persona que tuvo que estar en el exilio 30 años. Creo que se explica muy bien el dolor que tenía por no poder estar en su casa.

Tú viviste el golpe de estado y ahora lo has revivido. ¿Cómo recuerdas ese momento?

— Recuerdo que estaba en casa, en la calle Provença, en Barcelona. Yo entonces iba al Institut Balmes y estaba repitiendo segundo de BUP. Mi padre me dijo: "No salgas de casa, que ha habido un golpe de estado". Recuerdo mucho la frase "Han salido los tanques en Valencia". Esto me daba mucho miedo porque me imaginaba si saldrían o no los tanques en la Diagonal. Daba mucho miedo, era echar muchos años atrás. Creo que se hizo lo que se pudo, con los militares detrás. Lo que me parece una lástima es que tiempo después no se hiciera una segunda Transición cuando ya podía hacerse. Santiago Carrillo tuvo que tragar muchas cosas: la bandera, la unidad de España y el rey. Siento que no se cambiara la bandera de España de alguna manera, que la hubieran puesto en diagonal o algo así. Es muy difícil que la gente no le tenga manía a la bandera de España porque está demasiado cerca del franquismo, todavía hoy.

¿Entiendes, por tanto, que haya mucha gente que tenga una visión crítica de la Transición?

— Sí, sí, se entiende. Lo que ocurre es que Cercas trabaja con el material que tiene y que sabe que es verdad. A mucha gente le gustaría sospechar, o directamente sospecha, del rey. Aquí su figura queda ambigua, pero Cercas no se inventa nada, todo está contrastado. Cierto es que hay muchos papeles que no han salido y algunos que se han perdido. Pero cuando se pierden los papeles, todos sabemos por qué se pierden. Fuera como fuese, se pudo instaurar la democracia en España y legalizar el partido comunista, que le costó lo suyo a Santiago Carrillo para que luego se dijera que podría haberse hecho de otra manera. Sí que a mí me da la sensación de que hay un cierto posfranquismo que todavía dura y que la justicia está como está. Hay demasiadas cosas que todavía no han evolucionado lo suficiente. Cuarenta años de franquismo pesan mucho.

Hay una frase que en la serie pronuncian bastantes veces los militares que es "Con Franco esto no pasaba". Cuando oyes que ahora todavía hay gente que dice esta frase o "Con Franco se vivía mejor", ¿qué piensas?

— Me pone muy triste, básicamente. Me da rabia. Me parece una tontería. Es que no lo entiendo. Quizás haya alguna gente que vivía mejor con Franco, pero no sé si tanta y no sé si todos los que lo dicen es verdad que vivían mejor. Entiendo que alguien quiera que vuelva la dictadura si quiere mandar él personalmente y que todo el mundo haga lo que él quiere, pero si no me parece que es tener muy poca autoestima querer que te mande alguien y que te diga qué debes hacer todo el rato.

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