Tribunal Supremo, pataleta suprema

Cierre los ojos, lector –no literalmente, o dejará de leer el artículo–, e intente visualizar un golpe de estado. Es posible que imagine a militares de medalla abundante, tanques, un toque de queda, un Parlamento secuestrado. Cierta violencia, en definitiva. Pues bien, resulta que sin ninguno de estos elementos el Tribunal Supremo ha calificado en una decena de ocasiones de “golpe de estado” lo que, cuando juzgó al 1-O, no se atrevió a tachar como tal . Lo hace en un auto enviado al Tribunal Constitucional que, en el fondo, es solo un patético vehículo en el que ventilar sus fecundas frustraciones políticas. La tropa del Supremo sabe que en el Constitucional hay mayoría progresista, por lo que esta corteza judicial debe intuir que es game over para ellos y que se les acaban las opciones de torpedear la legislatura catalana. Ceden el foco –estorbando y ralentizando el proceso– pero dejando antes una última aria rasgada y rimbombante.

La idea de golpe de estado la recoge, por ejemplo, la portada deEl Mundo. Pues sería de feria, si aprobando el artículo 155 se esfumó en el aire como un suspiro. Más pícaro es el titular deAbc: una fuente anónima, como ya es pesada costumbre, presuntamente del PSOE: “Ni Isla puede reflotar la legislatura”. El subtítulo es directamente delirante: "Los socialistas admiten estar en su "peor momento" por Junts y no descartan el adelanto electoral". Qué más quisieran. Primero: ¿qué socialistas? Que levanten la mano... Ahá. Y, sobre todo, si estás en tu peor momento, quizás presentarte a unos comicios no es la estrategia más estupenda. Día, pues, de gesticulaciones gracias a la hiperbólica pataleta de los jueces. También de poner la venda antes de la herida: así, si el TC avala la amnistía, los mismos diarios supremofílicos podrán titular que lo hace en contra de sus señorías.